La nueva entrega de MasterChef Celebrity 10 despidió a la aspirante revelación de la temporada: la Mala Rodríguez. Así se lo hacían saber sus compañeros y los jueces, que le agradecían su bondad, su alegría y su positivismo semana tras semana.
La artista se marchó, salvando por los pelos a una Mariló Montero que, segundos antes, había hecho llorar a todos, al dedicar su plato a su madre y recordar cómo se despidió de ella.
Todo ello en una noche en la que experimentaron lo que es cocinar en gravedad 0. Sirvieron un menú a 70 amigos del talent con los que celebraron el Orgullo de Madrid. Y acabaron demostrando que ya pueden cocinar platos de vanguardia con cuatro ingredientes.
Primera prueba cocinando como astronautas y con dos castigos
La primera prueba de la noche ya dejó asombrados a los aspirantes y es que tuvieron que cocinar en gravedad 0. Para hablarles de ello, el jurado invitó a Pedro Duque.
Los aspirantes cocinaron por parejas: Miguel y Juanjo, Mariló y Torito, La Mala y Valeria, mientras uno de ellos lo hacía colgado de un arnés. Al ser impares, a Parada le tocó trabajar con La Terremoto de Alcorcón.
Durante el cocinado, Miguel y Juanjo se llevaron los delantales negros por no cumplir las normas como debían. Algo que lamentaron, sobre todo porque habían sido los mejores aspirantes de la prueba. Por lo que se llevaron el premio, a la vez que la posibilidad de marcharse en la eliminación.
Prueba de exteriores con cambio de cocinas y un Juanjo “quejica”
El programa se sumó a los 20 años de la ley de matrimonio igualitario y lo celebró en la fiesta del Orgullo de Madrid. Allí y con este objetivo, se dividieron en dos equipos:
Juanjo capitaneó el equipo azul junto a Mariló y la Mala. Mientras que Miguel lideró el rojo formado por Torito, Valeria y Parada.
Los dos equipos tuvieron que cocinar un menú del chef Ramón Freixa para 70 amigos del programa, que celebran cada año el Orgullo por todo lo alto. Lo que no esperaban los capitanes es que sufrieran un cambio de cocinas.
Aun así, el servicio fue un éxito, la fiesta estuvo a la altura y los dos equipos se mostraron orgullosos de su trabajo. Sin embargo, los jueces lamentaron que Juanjo no disfrutara de su capitanía, se instalara en la queja, hasta que Mariló le animó. Su equipo recuperó el ánimo tarde, mientras que los contrarios supieron adaptarse mejor a las circunstancias.
Por todo ello, Jordi, Samantha y Pepe decidieron que los aspirantes que se libraran de la eliminación fueran Parada, Torito y Valeria.
Prueba de eliminación con la despedida de la Mala
Mariló, Juanjo, la Mala y Miguel llegaron a la prueba de eliminación con los delantales negros. Allí realizaron un plato de vanguardia con patata, huevo, caviar y alcachofa.
Los cuatro se pusieron manos a la obra, con las ideas claras, aunque algunos con más nervios que otros. A Miguel le temblaba el pulso al emplatar, la Mala lo clavó, Juanjo fue el más original y la que peor lo pasó fue Mariló que se equivocó con su salsa y hasta se le rompió el huevo en el último minuto.
En el momento de la cata, los jueces lamentaron que la Mala no entendiera la prueba porque no usó ninguna técnica de vanguardia para su puré de patata; Juanjo acertó con la estética de su plato y las notables técnicas; mientras que Miguel apostó por un plato tradicional “ortodoxo”.
El momento más lacrimógeno fue cuando Mariló le dedicó el plato a su madre, totalmente emocionada recordó cuando se despidió de ella. Pepe se giró para llorar y tampoco pudo reprimir las lágrimas Parada. Aun así, el plato de la periodista decepcionó con una elaboración “muy básica y falta de potencia”.
Los jueces se fueron a deliberar y la Mala comentó que no hacía ni falta, porque se iba a ir ella. Al regresar los tres, Pepe sentenció: “La aspirante que no continúa en las cocinas es Mala”, y así cumplieron sus pronósticos.