Entrevista
Mavi Doñate: “No parece que ningún partido político quiera dejar de usar e instrumentalizar TVE”
España no fue la primera en recibir la sacudida del coronavirus, ni mucho menos. Antes de que la pandemia arrasara nuestras fronteras, en China habían ya sabían lo que era el confinamiento, las mascarillas y los numerosos casos de contagiados y fallecidos. Y allí, la corresponsal en Asia Pacífico de RTVE, Mavi Doñate, asistió desde la distancia a cómo nuestro país acababa sumido en la misma crisis sanitaria. “Tomé mas conciencia de que nuestra información, más que nunca, tenía que ser un servicio público”, recuerda la periodista a Vertele más de medio año después, y tras recibir el Premio Ondas a la Mejor Presentadora por su labor desempeñada en este 2020 tan complicado. Ejerce su profesión desde Pekín, un lugar que “no entiende el periodismo con libertad de expresión, sino como una expresión más de su sistema, de su pensamiento único, es decir, el Periodismo es solo Propaganda”.
Pero la Covid-19 no ha sido la única, ni mucho menos, información que la zaragozana ha transmitido desde otros continentes. Además de enviada especial a cumbres de política de Seguridad e Inmigración de la Unión Europea, cubrió los terremotos de Perú (2007), Lorca (2011) y Nepal (2015). Aunque asegura que las coberturas que más le han marcado fueron las de “cada atentado de ETA y el 11-M”.
Pese a que aplaude la labor de RTVE en cuanto a Igualdad, lamenta que la Corporación siga sufriendo vaivenes con cada cambio de Gobierno. “No parece que ningún partido político quiera dejar de usar e instrumentalizar TVE”, critica, a la espera de hacer un “reportaje vacunándonos”, en primavera, para poder empezar a proponer otros temas más allá de la pandemia a sus jefes.
Recibes el Premio Ondas
Alegría, ¡claro!, y un enorme agradecimiento al jurado que ha visto y valorado nuestro trabajo. Nunca me hubiese imaginado que ganaría un Ondas. Este año hay sido muy intenso y además estamos lejos, así que no siempre nos llegan los “feedback” sobre lo qué hacemos y cómo lo hacemos.
También te digo que el caballo alado es de la pequeña corresponsalía de TVE aquí en Asia-Pacífico. El trabajo en televisión es siempre en equipo, y aquí y durante estos meses, más que nunca. Ellos, Jaime, Yiran, Rocío y Wang, han compartido conmigo largas jornadas de trabajo, los temores al principio (enero, febrero) cuando no sabíamos nada del virus, o las dificultades de salir a la calle a rodar y a buscar historias en China y con la situación tan compleja que deja la covid-19. El Ondas es viento de cola que nos anima a seguir en esta interesante aventura.
Sabiendo que conociste la realidad del coronavirus antes de que llegara a España, ¿cómo has llevado que aquello que tú habías vivido ya era lo que nos esperaba aquí?
Pues te puedes imaginar. Me sentía un poco como Sísifo con la roca gigante que se caía otra vez después de haber subido con ella hasta la cima de la montaña. Cuando pensábamos que aquí ya había pasado lo peor, veíamos con preocupación y a cámara lenta como llegaba a Europa y a España. Personalmente, fui muy pesada con mi familia y con los amigos que me quisieron escuchar. Desde el principio les insistí para que no saliesen de casa sin mascarilla, que redujesen su vida social, que se cuidasen.
Profesionalmente, tomé más conciencia de que nuestra información, más que nunca, tenía que ser un servicio público, que de alguna manera podíamos ayudar con lo que contábamos porque ya lo habíamos vivido.
¿Ha mejorado la situación en China respecto a junio a la hora de informar, que comentaste que “te hacen borrar todo”
China no entiende el periodismo con libertad de expresión, lo entiende como una expresión más de su sistema, de su pensamiento único, es decir, el Periodismo es solo Propaganda. Así que en la medida en que quieres rodar, o contar algo, que mínimamente no está organizado por ellos, surgen los problemas y los impedimentos. La policía, los de los Comités del Barrio, o cualquier vigilante te pide la documentación, te invita a abandonar el sitio, y en el peor de los casos te hacen borrar lo que has grabado. Además, somos prensa extranjera y prejuzgan que solo cuentas los aspectos negativos de todo.
Eso pasó en junio, cuando descubrimos por casualidad en un barrio de Pekín los primeros test masivos preventivos que se hacían en China después de los de Wuhan. Durante cuarenta largos minutos estuvimos rodeados por una decena de policías a los que mi traductora les insistía en que el tono del reportaje era muy positivo, que ojalá esos PCRs masivos se pudiesen hacer en España, pero no hubo manera. La situación no era nueva, pero fue la gota que colmó el vaso y sin pensarlo mucho escribí ese tuit. Al día siguiente me llamaron responsables de Prensa del Ministerio de Exteriores chino para pedirme disculpas y decirme que estaban intentando que estas situaciones no pasarán, pero bueno, todo sigue más o menos parecido.
¿Cómo piensas que ha afectado la pandemia al periodismo? ¿Le ha beneficiado, perjudicado?
La pandemia ha puesto al descubierto dos cosas esenciales en Periodismo. La primera, que más que nunca debemos ser rigurosos, que tenemos que tener buenas fuentes y cuidarlas, y una buena formación para afrontar una información que es de vital importancia para todos porque se trata de nuestra salud, de nuestra vida. La segunda, que hay que tener ojos presenciales por todo el mundo, por lejanos que nos parezcan ciertos lugares. Apostar por corresponsales internacionales y enviados especiales con condiciones dignas para trabajar debería ser a la larga una buena inversión. Si nos hemos dado cuenta de esto y lo cumplimos, el Periodismo habrá mejorado.
¿Cómo recuerdas tus inicios como periodista? ¿Cuándo tuviste claro que querías dedicarte a esto?
Creo que desde pequeña tenía el impulso de narrar todo lo que me pasaba. Lo escribía, no callaba. Estudié en Pamplona y empecé en Zaragoza en medios locales como El Heraldo de Aragón, Radio Nacional, Europa Press y EFE. Siempre he creído que trabajar en provincias es la mejor escuela. Haces mucha calle que es la que te da todo. Después pasé las pruebas para en Canal 24 Horas de TVE cuando se puso en marcha en el año 1997, y con el tiempo pasé al Telediario. Ser “Sucesera” ha sido mi otra gran escuela. Guardo un gran y grato recuerdo de aquellos años. Me lo pasaba muy bien en los juzgados, en las comisarías, el ambiente con los compañeros era muy bueno.
Más allá de la pandemia, has cubierto otras situaciones como el terremoto de Perú, Lorca y Nepal, ¿qué experiencias te han marcado más, y de qué reportajes o coberturas estás más orgullosa?
Toda catástrofe natural es dura. Nos damos cuenta de lo frágiles que somos. El de Lorca fue especial porque es tu propio país. Pero si tengo que hablar de las coberturas que más me han marcado fueron, sin duda, las de cada atentado de ETA, y el 11-M. En la primera década de este siglo cubrí muchos asesinatos en el País Vasco, funerales, la vida en pequeños pueblos con su realidad asfixiante para una parte de los habitantes. Realmente Patria de Fernando Aramburu no es ficción. Sobre los reportajes o coberturas de los que estoy más orgullosa, te diría que de todos en los que he aprendido, en los que he disfrutado con el equipo, en los que hemos sufrido para hacer un envío. En fin, todas las coberturas.
¿Cómo mides el querer estar en el centro de la noticia, y el riesgo que pueda tener informar de ello?
Me puede más estar en el centro de la noticia y contarlo que el riesgo que conlleva. Creo que en situaciones como teníamos aquí en China en enero y febrero, sufre más tu familia que uno mismo. Y creo también que el miedo no es malo porque te ayuda a ser precavido y a protegerte. Lo malo es el pánico porque te paraliza. De esto saben más los admirados reporteros de guerra.
¿Has sentido en algún momento discriminación por el hecho de ser periodista, corresponsal y mujer?
No estoy en una zona donde la Igualdad se valore. En China pesa la tradición milenaria y las mujeres no están completas si no se casan y tienen una familia. En Corea del Sur y Japón, el sistema es totalmente masculino...
En China tengo más problemas por ser prensa extranjera, pero sí que tengo una anécdota de Indonesia cuando fuimos a cubrir el terremoto y el tsunami de Palu. Era la única mujer entre los colegas españoles. Después de los tres primeros días en los que dormimos en el suelo y apenas habíamos comido, uno de los chicos indonesios que nos ayudaban me dijo que trabajaba mucho. Le contesté que, como todos mis compañeros, y entonces me miró con cara de pena y me espetó que yo era más débil porque era mujer y que todo ese cansancio me pasaría más factura en el futuro por tener un organismo femenino. No supe si reír o llorar en ese momento.
Formando desde hace tantos años parte de RTVE, ¿cómo ves la situación de la corporación con tantos vaivenes?
Más de dos décadas y muchas etapas sí. La Corporación como dices, somos cada uno de nosotros que, afortunadamente, estamos en una empresa en la que podemos pedir cambios para lo que consideramos que se puede mejorar. A veces esas peticiones han sido más discretas y otras han hecho más ruido. Si por “vaivenes” te refieres a los cambios de organigrama que hay cada vez que ha habido un nuevo Gobierno, pues parece que los podríamos seguir teniendo en el futuro.
Hace unos años te vimos vestida de negro reivindicando una tele para todos despolitizada, esta misma semana ha vuelto esta triste reivindicación, ¿qué es lo que está fallando?
Pues creo que esta pregunta se la deberías hacer a los políticos, llevarla al Parlamento. No parece que ningún partido político quiera dejar de usar e instrumentalizar TVE, aunque todos en cada campaña repitan como un mantra lo de “despolitizar”, “una tele de todos” y esos lemas que están muy bien para ganar votos pero que después pasan al olvido... Me encantaría equivocarme, pero el hecho de que se haya anulado el diseño y elección de un Consejo de Administración por méritos me lo confirma, al menos, para el futuro más inmediato.
¿Qué relación tienes con Mujeres RTVE? ¿cómo situarías a la Corporación en un barómetro de igualdad?
Órgano necesario. Todo grupo que trabaje por la Igualdad en un ámbito laboral debe ser bienvenido. En Mujeres RTVE hay compañeras a las que admiro y de las que he aprendido mucho. Llevo tiempo fuera, no estoy en la redacción, pero los corresponsales notamos que hay un compromiso firme de emitir noticias que favorezcan la Igualdad con una editora específica para ello. La Corporación, desde mi punto de vista, ocupa un lugar alto y óptimo.
Para terminar, ¿cómo de cerca o lejos ves la meta en la cobertura de la pandemia?
¿En China? Me queda por hacer el reportaje de nosotros vacunándonos. Y creo que esto será antes de la primavera. A partir de ahí, quizá ya tendremos que machacar a los Jefes de Área y a los Editores para “venderles” otros temas.