Dirigió la Corporación entre 2009 y 2011

Muere Alberto Oliart, el último presidente de consenso de RTVE

Redacción

13 de febrero de 2021 10:25 h

Alberto Oliart, presidente de RTVE entre 2009 y 2011, ha fallecido en la madrugada de este sábado 13 de febrero en Madrid a los 92 años de edad, informa la agencia EFE. Nacido en Mérida en 1928, Oliart también fue ministro de Defensa, Sanidad y de Industria en los sucesivos gobiernos de UCD entre 1977 y 1982.

El 11 de noviembre de 2009 se conoció el acuerdo de PSOE y Partido Popular para que sucediera a Luis Fernández como presidente de la Corporación de RTVE, por lo que fue el último presidente por consenso que ha tenido la radiotelevisión pública ya que sus sucesores –Leopoldo González Echenique, José Antonio Sánchez y Rosa María Mateo– no han contado con la unión de las fuerzas parlamentarias.

Su elección fue posible gracias al acuerdo al que llegaron el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy. Ambos coincidieron en que se trataba de un hombre con un “perfil de consenso, plural y con experiencia”. Al ser votado por el Congreso de los Diputados recibió 296 votos a favor de los 327 que se emitieron, consiguiendo así la mayoría de dos tercios que requería su designación.

Dimitió en 2011 por motivos “personales”

En julio de 2011, pocos meses antes de que Rajoy llegara a la Moncloa, Oliart presentó su dimisión como máximo responsable de la Corporación, una decisión que atribuyó a motivos de “estricto carácter personal” y “razones de salud”.

Sin embargo, su marcha se produjo después de que se conociera que RTVE había contratado a una empresa de Telefónica dirigida por su hijo para ejecutar el programa La mañana de La 1. En septiembre de ese mismo año, el Consejo de Administración de RTVE acordó prescindir de varios familiares y cargos de confianza de Oliart que habían sido contratados bajo su mandato.

Durante los dos años que duró su presidencia, Oliart apostó por suprimir la publicidad de RTVE y poner fin a las emisiones de corridas de toros por emitirse en horario infantil y ser un espectáculo de violencia hacia los animales. Además, afrontó varias huelgas, siendo la más destacada de ellas la que tuvo lugar en marzo de 2010 por la privatización de la producción de varios programas.