Entrevista Vertele

“Todos hemos sentido alguna vez vergüenza ajena en una boda”

Cuatro weddings

Laura García Higueras

El equipo de Cuatro Weddings ha estado presente en las bodas de sus cuatro parejas concursantes. Y no han sido los únicos, junto a ellos han acudido sus rivales dentro del programa. Su veredicto el que decida quién disfrutará de la luna de miel de ensueño, que no se descubrirá hasta el último día.

Este lunes se emite la primera entrega del formato que la cadena ha producido en colaboración con Sr. Mono, responsable de Gipsy Kings, y contará con su misma voz narradora, la de Teté Delgado. El reality mostrará la ilusión, competición, expectativa, complicidad y pasión de las novias aspirantes.

Las cuatro ceremonias contendrán momentos emotivos, hilarantes y “esa vergüencita ajena” que, como explica su director Jacobo Eireos, “todos hemos sentido alguna vez en una boda”. El realizador atiende a Vertele para desvelar las claves del formato y de la primera toma de contacto que tendrá esta noche con la audiencia.

El género del reality está proliferando en los últimos años en televisión. ¿Qué aporta Cuatro Weddings diferente?

El formato incorpora aportaciones nuevas al género. No es solamente un reality en sí. Incluye emociones y competición, pero lo más importante es que los sentimientos que aglutina no son fáciles de encontrar en el resto de realities. Todo lo que sucede es de verdad.

Otra de las claves es el punto de competición presente en las cuatro chicas que ya están viviendo un día muy importante y estresante en sus vidas. Permiten que entremos en sus bodas a grabarles y que hagamos un seguimiento de las catorce horas que dura el evento. Ahí ocurren cosas que en el día a día de un reality con más tiempo de seguimiento no suceden.

¿El hecho de que sean las novias las que se lleven la sorpresa final es indicio de que está dirigido al público femenino?

No tiene por qué, está dirigido a todos los públicos. Es un programa que se deja ver muy bien, que genera efectos independientemente de quien los reciba sea hombre o mujer. Hay momentos de ilusión, de emoción, competitividad y acontecimientos que derivan de estar compitiendo por un premio. Aparecen esos sentimientos de vergüenza ajena que todos hemos vivido alguna vez en una boda y que nos han hecho pensar: ¿cómo se les puede haber ocurrido esto? Creo que ahí no hay diferencia entre hombre y mujer.

Sí es cierto que la quizás la parte de elección del vestido vestido, de logística y decoración pueda estar más destinada a un público femenino, pero después hay un otros muchos apartados en los que no interferirá.

Para mí es un programa para ver en pareja o en familia, que estén varias personas juntas para comentar lo que va sucediendo. Las bodas suelen cuando uno se encuentra con una por la calle, aunque sea en la acera de en frente, te pares a ver cómo es el vestido, cómo va el novio o el resto de invitados. Este programa se basa en esto aunque multiplicado por las cuatro bodas que vamos a ver cada día.

En la presentación del formato se hace hincapié en el papel desempeñado por las novias y la rivalidad que surge entre ellas. ¿Habrá tensión en las ceremonias?

Sí. En cada uno de los programas de Cuatro Weddings hay situaciones muy dispares, pero en todos ellos hay un denominador común. Además de la tensión que genera intentar ganar un premio, comparten momentos especialmente emotivos.

Hasta ahora, en todos los visionados previos al día del estreno se ha escapado alguna lagrimilla y se ha escuchado la frase: “¿pero cómo ha dicho eso?”. Las dos sensaciones están presentes.

¿Ha ayudado el programa a las parejas a conseguir las localizaciones de las ceremonias?

No, desde el proceso de casting dejamos claro que queríamos que las situaciones y las bodas fueran reales. Cuando los aspirantes acudían a las pruebas de selección, se presentaban con las bodas ya organizadas. El equipo lo único que ha hecho es ser espectador de lo que sucedía.

Lo primero que ocurre en el programa es que las novias son introducidas con un vídeo entrevista en las que explican cómo van a ser sus bodas. Las concursantes no se conocen hasta un encuentro previo a la primera de las ceremonias. Para que compitan en igualdad de condiciones, todo lo que hayan querido añadir en sus preparativos respecto al plan inicial no lo hemos grabado. Nos hemos regido por lo que dijeron en sus entrevistas iniciales.

Teté delgado repite como voz en off, igual que en Gipsy Kings. ¿Es la baza del humor e ironía del formato?

Sí, ella nos ayuda mucho en la parte narrativa. En la productora nos gusta trabajar con ella precisamente por ese punto de ironía y de interpretación que creo que todos haríamos en la boda. Más que una voz en off es un invitado más de las ceremonias.

¿Qué va a llamar la atención del primer programa que se emite hoy?

Es un programa amable y con un final muy feliz. Creo que la gente piensa que vamos a ver cosas extravagantes, que también las hay, pero igualmente vamos a ver situaciones normales y naturales, que podrían ocurrir en la boda de cualquiera de nosotros.

¿Se enmarca el programa dentro de lo considerado tróspido?

No, como equipo nunca hemos ido por ese camino, ni a nivel de grabación, ni de edición ni de presentación a la cadena. No utilizamos nunca efectos musicales, de sonido ni de repetición de planos para hacer la broma, el chiste o el humor.

Ni si quiera los personajes son tróspidos, son gente normal, que evidentemente están en una situación de estrés muy grande. Tenemos nuestro propio sello, que es el que tuvimos en Los Gipsy Kings, en Los reyes del barrio y el que haremos ahora. Nos limitamos ser lo suficientemente pacientes para encontrar el momento de la broma, la emoción o lo que queramos reflejar, y contarlo bien de esa manera.

Estrenáis en la noche de lunes, compitiendo con dos series (Estoy vivo y Vivir sin permiso) y otro reality también protagonizado por parejas. ¿Qué resultados esperáis tener?

El día no es fácil, pero ninguno lo es. Nadie regala nada. Confiamos en que tenemos un programa potente, que deja con buen regusto y que está muy trabajado a nivel de edición. Es un reality muy cuidado y creemos que puede defenderse perfectamente.

Tenemos claro que Nemo Bandeira está ahí arriba, que Estoy vivo también tiene datos aceptables y que a patir de ahí el terreno de juego está abierto. Nos enfrentamos con otro reality, que no ha estado por debajo de la media de la cadena, pero tampoco vamos con miedo en ese sentido. A por ello.

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