Sonsoles Ónega vivió este jueves un momento tan tenso como frustrante en plató. Y todo por la intervención sorpresa en su programa de Magdalena Menchero, la madre de Carlos Marín, que llamó a Y ahora Sonsoles para desmentir lo que en ese momento estaba diciendo Yola Berrocal, que había ido al magacín de Antena 3 en calidad de representante de Innocence, ex del difunto cantante de Il Divo, que mantiene una guerra económica con la familia de éste.
Yola, como representante de Innocence, dio la versión de esta sobre el conflicto de ambas partes, pero Magdalena entró en directo por telefóno para desmentirla y, de paso, defender la suya. Pero la noticia no es tanto lo que dijo la madre de Carlos Marín, sino cómo lo dijo, pues no paró de hablar en todo momento y repartió ataques a diestro y siniestro, lo que acabó por desesperar a Sonsoles Ónega y al resto de los presentes.
Para empezar, Magdalena acusó a Yola Berrocal de estar “mintiendo”, de ser “una falsa” y de “querer ligar” con su hijo, algo que la televisiva aclaró diciendo que su acercamiento a Carlos Marín fue mutuo, no algo de ella sola. A Ónega le pillaron por sorpresa todos estos reproches, pues tenía entendido que entre Magdalena y Yola había “una buena relación”. “¿Una buena relación? ¡Unas falsas sois todas!”, exclamó la señora ante la incredulidad de la presentadora: “Oye, a mí no me meta en el saco, perdone”.
“Eres muy poco profesional, cariño”
Yola instó a Magdalena a que dejara de decir “tantas mentiras”, pero Magdalena, lejos de bajar el tono, siguió a lo suyo. Es decir, a hablar sin parar y sin permitir que los demás metieran algo de baza, como acabó lamentando Yola: “No se puede hablar, Sonsoles. No se puede rebatirla”. Aun así, Berrocal no se dio por vencida e intentó tomar la palabra, pero le resultó imposible. Magdalena se lo impidió de inmediato: “Te esperas a que primero hable yo. Tú no sabes nada. ¿Te callas?”.
Y Yola se calló, claro, aunque terminó hablando lo suficiente como para encender a una Magdalena que necesitaba poco para encenderse: “Me estás dejando a mí por embustera. No sabes nada. ¡Nada! (... ) No me interesa hablar contigo”. Poco después, ambas empezaron a hablar a la vez, lo que provocó que Sonsoles no entendiera a ninguna de las dos y Magdalena directamente no supiera con quién estaba discutiendo.
Tampoco lo tuvo claro cuando se dirigió a Beatriz Cortázar, pero como ésta había reconocido que fue ella quien había hecho la entrevista en la que Innocence señalaba a la familia de Carlos Marín, motivo por el cual ambas partes ahora son noticia, la madre del cantante no dudó en criticarla: “No sé con quién estoy hablando, pero te digo una cosa: tú eres muy poco profesional, cariño”. “No puedes declarar la guerra a todo el mundo”, respondió Sonsoles, pero a Magdalena le dio igual. A ella lo que le preocupaba es que la dejaran hablar, algo que, a su juicio, le estaban impidiendo hacer: “Déjame que hable porque no me dejáis hablar”.
Sonsoles, los tertulianos y el público presente en plató reaccionaron al comentario con risas e incredulidad. “Pero si estamos en TeleMagdalena”, bromeó Miguel Lago. Acto seguido, Magdalena volvió a tomar el turno de palabra, y como no lo soltaba, Sonsoles acabó tomando una determinación: “Lo digo tranquilamente, vamos a bajar el micrófono a Magdalena, porque si no no puede hablar (Yola Berrocal). Magdalena, no se enfade”.
“Censura”, bromeó de nuevo Lago. “No, no es censura”, aclaró Sonsoles. “Todo lo contrario. Es facilitar que pueda hablar Yola”, reconoció Lago poco después de que la presentadora informara a Yola Berrocal de que Magdalena había colgado “porque no quería escucharte”. Eso sí, poco después volvió para recibir la invitación de Ónega a ir a su programa, aunque la rechazó de inmediato: “¿Yo, a la televisión? Ni hablar, hija. ¿Para qué, para que sigamos con estos rollos de que si tú me has dicho y de que si yo te he dicho?”
Magdalena rechazó la invitación, pero a cambio propuso a Sonsoles que haga “un homenaje como dios manda”. Qué mejor forma que esta, a su juicio, para compensar lo de la anterior vez, cuando Magdalena fue a plató esperando tener una bonita entrevista con Sonsoles y se encontró con otra cosa diferente: “Cuando fuimos a la otra entrevista me hubiera gustado que hubiera estado ella (Sonsoles, que se día fue sustituida por Pepa Romero), que me dijeron que iba a ser preciosa. Luego volvimos y no me gustó la entrevista. Fue todo cotilleo, cotilleo”.
Finalmente, Magdalena siguió hablando, por lo que Sonsoles sufrió de lo lindo para cumplir con sus obligaciones como presentadora y dar paso a publicidad. “Ojalá yo pudiera poner los tiempos de la televisión. No se crea que la estoy cortando, es que tengo que tengo que hacer una pausa. La vuelvo a llamar luego Magdalena. Es que me tengo que ir a publicidad y a mí me van a echar porque ahora tenemos publicidad y con mucho gusto”, dijo la periodista, que finalmente pudo hacer una pausa y dar por concluida la entrevista.