La séptima entrega de Supervivientes All Stars 2: Tierra de Nadie cambió por completo a los pocos concursantes que quedan en la recta final. Lo hizo con una mesa de las tentaciones que propuso cortarles el pelo a todos, a cambio de jugosas recompensas.
Además, Iván González llegó al plató totalmente emocionado, y ante un Jorge Javier Vázquez agradecido con su paso por el reality. Se abrazó con su novia y se alegró de haber vivido la experiencia.
Todo ello en una noche en la que el programa también salvó a uno de los nominados: Carlos Alba, Rubén Torres y Miri. Tras posicionarse bajo la plataforma, la única que no se bañó en barro fue la chef, por lo que se enfrentarán a la expulsión solo los dos chicos.
El cambio físico de los supervivientes tras la mesa de las tentaciones
La mesa de las tentaciones de esta edición fue la más espectacular de los últimos años, y es que los concursantes parecían otros tras pasar por ella.
Jessica Bueno tuvo que decidir si se comía un plato de arroz con leche, ella sola y sin tiempo, a cambio de cortarse 10 centímetros el pelo. Si quería añadir una maxi hamburguesa debía cortarse hasta 25 centímetros. Y lo aceptó.
Laura Madrueño le cortó los 25 centímetros, solo que la modelo aún no sabía que la mayor tentación estaba por llegar. Tras llorar por el corte (de más de 25 centímetros), la presentadora le ofreció hablar y ver a sus hijos a cambio de raparse la cabeza. “¡No puedo, no puedo!”, gritaba desesperada.
Tony Spina pudo comerse un gran plato de pasta carbonara a cambio de depilarse las dos axilas a la cera y lucir el taparrabos. A lo que añadieron un nuevo plato de pasta, a cambio de hacerse una cresta en el pelo. Lo aceptó todo.
Carlos Alba aceptó cortarse la barba - tras seis años con ella- y el bigote, a cambio de una fuente enorme de patatas fritas y nuggets con ketchup. Sin embargo, rechazó raparse la cabeza a cambio de una hamburguesa gigante. Hasta que sumaron una llamada con su mujer y lo aceptó todo.
A Miri le tentaron con una tarta de la abuela a cambio de cortarse el pelo. Ella pidió también algo salado y le ofrecieron un hamburguesa gigante a cambio de cortarse el pelo hasta debajo de las orejas. Ella solo aceptó dos trozos de tarta y una hamburguesa pequeña, por 30 centímetros de su pelo.
Adara podía comerse un trozo de un maxi bocadillo de bacon y queso si quemaba su objeto personal. Lo hizo. Le propusieron comer más trozos a cambio de una llamada con su novio y un corte mayor de pelo. Solo aceptó cortarse 10 centímetros, a cambio de otro bocata y tarta.
Cerró la ronda Torres, pero llegó tan tarde que dejaron sus tentaciones y la decisión final de Jessica para verlas el próximo jueves.