La UER desglosa su Código de Conducta para Eurovisión 2025, que blindará a los artistas para “minimizar riesgos”

La UER tratará de evitar nuevos incidentes en Eurovisión 2025 tras las polémicas de Malmö. Semanas después de anticipar medidas de protección para los artistas y delegaciones participantes, la Unión Europea de Radiodifusión ha oficializado su nuevo Código de Conducta que se implantará en la edición de Basilea el próximo mes de mayo.

En un comunicado, el organismo organizador del festival desglosa las medidas con las que intentará que no se repitan problemas del pasado, y que pasan especialmente por blindar a los candidatos después de los incidentes que implicaron en 2024 a delegaciones como la israelí o la neerlandesa, cuyo representante acabó expulsado.

Son, según la UER, “una serie de mejoras destinadas a salvaguardar el bienestar de los participantes, garantizar experiencias positivas para los artistas y las delegaciones y promover los valores fundamentales de comunidad, respeto e inclusión”. Todas han sido aprobadas por el Grupo de Referencia de Eurovisión, tras “una revisión exhaustiva” de lo sucedido en Malmö y después de contactar con las 37 cadenas participantes el pasado mayo.

La UER blindará a los participantes para “minimizar riesgos”

Las medidas y cambios son, en esencia, las siguientes:

  • Se prohíbe grabar dentro de las áreas de descanso y convivencia de los artistas para brindarles espacios privados. Recordemos que, en Malmö 2024, hubo polémica porque miembros de la delegación de Israel grabaron e increparon a otros candidatos.
  • Se priorizarán los ensayos a puerta cerrada para ayudar a los artistas a concentrarse en sus actuaciones.
  • Se comprometen a establecer horarios de ensayo optimizados para garantizar que los artistas tengan suficiente tiempo para descansar y disfrutar de la ciudad anfitriona.
  • Se introducirá la figura de un productor de bienestar como punto de contacto para los artistas y el personal para garantizar un entorno seguro, respetuoso y de apoyo.

El nuevo Código de Conducta del festival, dicen, “garantizará roles y responsabilidades claras para todos los involucrados”, y su aceptación será requisito indispensable para la acreditación al evento. Su base no es otra que el cumplimiento de las leyes locales de la sede y la prohibición de la “instrumentalización de Eurovisión”.

Además, se pone en marcha un Protocolo de Deber de Cuidado centrado en “garantizar la seguridad, el bienestar y el éxito de todos los artistas participantes”, poniendo de relieve “la responsabilidad compartida de la UER, la emisora anfitriona y las emisoras participantes en la protección de los artistas frente a sufrimientos físicos o emocionales innecesarios” y dejando en manos de los jefes de delegación que “apoyen eficazmente a los artistas, minimicen los riesgos y promuevan una experiencia positiva durante su participación en el festival”.

Como cierre de su comunicado, la UER asegura que en 2025 seguirán “defendiendo los valores de diversidad e inclusión mediante la puesta en marcha de un Compromiso de Eurovisión para enfatizar el sentimiento de comunidad, el respeto y la igualdad”.