Aunque la anterior edición de Fama ya dejaron el nivel muy alto, tanto Ruth como Raymond confían en superarlo este año: “Tenemos la experiencia vivida, y podemos mejorar nosotros mismos y también disfrutarlo muchísimo más”.
Hablamos con ambos en la presentación del programa y los dos bromean con las dudas y la inseguridad que tenían hace un año, cuando presentaron la anterior edición: “Ahora podemos hablar tranquilamente”. También se ríen al recordar que cuando acabó la anterior edición se debatían entre la felicidad y decir: “Quiero vacaciones”.
“Terminé muy contenta de lo que se había creado, y ahora que hemos descansado puedo decir que con ganas de volver”, nos cuenta Ruth, mientras Raymond reconoce que “al terminar estaba muy agotado” pero ya “quiero la presión de estar todo el rato creando y bailando”.
Sobre cómo afrontan el tener que crear tantas coreografías y bailes, reconocen que tienen que “buscar inspiración en todos lados”, y celebran que la nueva escuela les beneficia y les permite buscar nuevos lugares en los que realizarlas.
Al preguntarles qué aportan a nivel personal a Fama, Raymond alaba a su compañera por ofrecer un estilo y un impulso diferente al del resto, mientras que Ruth valora los distintos perfiles de todos los profesores, y bromea con que Carla y Sara sean las más “temidas”.
Se centran tanto en Fama que ambos se ríen al contar que no sólo se han despedido de sus otros proyectos hasta dentro de cuatro meses, sino también de sus “amigos, familiares”...: “Es en plan: mamá, nos vemos pronto”.