El salto 'televisivo' de Ana Locking, de 'Drag Race España' a diseñar por primera vez vestuario en 'La vida breve'

Desde el 2021 Ana Locking está en boca del mundo popular gracias a su participación como jueza, junto a Javier Calvo y Javier Ambrossi, en el talent Drag Race España, presentado por Supremme Deluxe. No obstante, antes de eso, Ana Locking ya era Ana Locking, y sus diseños eran conocidos por todo el mundo. La que empezara en el mundo de la moda en 1996, se alzó con el Premio Nacional de Diseño de Moda en 2020 y con la Medalla al Mérito en las Bellas Artes en 2021. Ahora no solo viste a grandes personalidades, sino que también diseña trajes para el mundo audiovisual, como su última participación en La vida breve, la serie de Adolfo Valor y Cristóbal Garrido sobre el reinado de Luis I, el más corto en toda la historia de España.

La diseñadora española ha trabajado mano a mano con la figurinista Helena Sanchís en esta producción que ya puede verse en Movistar Plus+ para construir la espectacularidad de una prenda al más puro estilo drag en un opulento Farinelli al que da vida Carlos González, las botas con plataforma de Luisa de Orleans a quien da vida Alicia Armenteros o las golas fuera de sitio de Isabel de Farnesio con el rostro de Leonor Walting.

No obstante, según ha explicado a la agencia EFE la propia modista, el mayor reto al que se ha enfrentado ha sido recrear el vestuario del castrato italiano más famoso de la época, Farinelli: “Su vestuario tenía que ser memorable en ese punto, es por ello que opté por tirar por la espectacularidad de la cultura drag”. Por ello, Locking decidió reforzar la imagen de este personaje, que ella prefirió considerarlo como no binario, a través de un corsé con plumas, que representa, por un lado, su faceta femenina, mientras que incorporó una armadura para mostrar el lado masculino. Todo ello acompañado por una gran capa con cola de color blanco.

Locking, que no es la primera vez que se mete a diseñar un proyecto audiovisual, pues ya saltó al mundo del cine con la cinta Luna de Alfonso Cortés-Cavanillas el pasado año, ha detallado que los creadores, a través del vestuario de tres personajes, buscaban mostrar tres momentos claves de la historia: el duelo de salón entre Isabel de Farnesio y Luisa de Orleans; la fiesta que organizan ya como matrimonio Luis I y Luisa; y la primera actuación de Farinelli ante los eméritos, Isabel y Felipe V.

“En Francia estaban inmersos en el rococó”, ha indicado la diseñadora, que ha querido mantener ese estilo en el vestido de Luisa, una pieza azul con flores que representan el momento de “florecimiento al mundo de una reina adolescente de catorce años”. Su vestido está compuesto de dos piezas: un corsé con mangas y una falda que cubre sus piernas, pero que más tarde, en el baile, acaba por quitarse y dejar al descubierto sus piernas mostrando así unas botas altas con plataforma, un calzado nada común para la época en la que se encontraban.

Por su parte, en la misma fiesta, el personaje de Watling luce un vestido de terciopelo negro bordado con hilos de pan de oro, que dice mucho de su personaje: el poder oscuro y la luz. “Este traje era más complicado. Leonor llevaba un miriñaque muy pesado. Esa pieza tenía que soportar las bolas gigantes que yo puse en los laterales. Eran muy grandes, y podían tener 150 metros de puntilla y de tejido. Si lo estiras, lo estiras y lo estiras son muchos metros de tela y pesan. Ese miriñaque se construyó siguiendo las coordenadas de la época con tejido muy duro, una loneta muy resistente”, ha subrayado a Vogue.

Para construir todos y cada uno de los distintos trajes, la diseñadora tuvo que encargar las telas a fábricas tanto de Italia como de Francia, ya que allí hay casas que se dedican exclusivamente a pintar manualmente estos tejidos. “Necesitábamos que el nivel de minuciosidad y el acabado fuera extremo, puesto que son prendas muy complicadas y como mucho trabajo artesanal detrás”.