Los accionistas de Quiero TV han perdido de facto la licencia de ámbito nacional que les concedió el Gobierno en 1999 para emitir en televisión digital terrenal. El motivo es que han transcurrido ya quince días consecutivos sin emitir, una de las tres circunstancias que conllevan la pérdida automática de la licencia contempladas en el pliego de condiciones aprobado por la Administración cuando sacó a concurso este servicio. Los otros dos motivos son la suspensión de pagos y la quiebra. Quiero dejó de emitir el pasado 30 de junio tras reducir su actividad semanas antes al mínimo una vez que los accionistas, con el socio de referencia Auna a la cabeza, decidieron que el negocio era inviable debido al retraso en la digitalización del sector audiovisual. Esta situación ha provocado igualmente la pérdida por los accionistas de los 34 millones de euros entregados a la Administración en conpceto de aval. Ahora, la Administración dispone de tres meses para estudiar posibles sanciones. Los accionistas conservan sin embargo la licencia de TDT en la Comunidad de Madrid y la de radio, ya que no han dejado de emitir. Reunión con el PP Por otra parte, una representación del Comité de Empresa de Quiero se reunió hoy con el diputado del PP Alejandro Ballestero, en su calidad de adjunto a la Secretaria de Comunicación de Partido Popular. Ballestero ha recibido documentación sobre el Expediente de regulación de Empleo que afecta a más de 170 de los 175 trabajadores de la plantilla, y sobre las acusaciones al Gobierno de retraso en la digitalización como causa del fracaso de la operadora de TDT. Según declaró a Europa Press Eva Mendoza, portavoz del Comité, Ballestero se ha comprometido a trasladar la postura de los trabajadores ante el secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Baudilio Tomé. Desde el Comité de Empresa se lamenta que la ex ministra Anna Birulés no respondió a sus requerimientos tras el anuncio de cese de emisiones.