Ana y los siete ha comenzado el rodaje de los nuevos capítulos de su segunda entrega, que TVE-1 ofrecerá a partir del próximo mes de diciembre. La serie que protagoniza Ana Obregón sobre las vivencias de una showgirl-niñera y la familia para la que la trabaja se reveló el curso pasado como una de las ficciones de mayor éxito, junto a Cuéntame cómo pasó, con una media de 5.066.000 espectadores y 30% de cuota. Nuevos protagonistas, nuevas tramas y alguna boda son algunos de los ingredientes con los que volverá esta producción de Star Line al prime time de La Primera. En cuanto a las historias de la próxima temporada, tras el anuncio del compromiso matrimonial de Fernando (Roberto Álvarez) y Alexia (Silvia Marsó), relacionado con el embarazo de ésta, y la consiguiente decepción de Ana, la serie narra dos de los acontecimientos principales que van a alterar la tranquilidad en casa de los Hidalgo. Ana y los siete vivirá, por un lado, la inminente boda del banquero y la ejecutiva que los niños siguen sin aceptar plenamente y que los acerca cada vez más a Ana; y por otro, la presencia de David (Daniel Freire), el hermano menor de Fernando, al que ya se conoció la pasada temporada con sus fascinantes experiencias como trotamundos, su soterrada rivalidad con su hermano Fernando y su halo de misterio. En el centro de tanta novedad está Ana, que asume a duras penas la pérdida de su sueño de felicidad junto a Fernando pero que, poco a poco, empieza a encontrarse a gusto con David, siempre atento y halagador. Para los hijos Carolina (Claudia Molina), Nando (Aaron Guerrero), Amalia (Noelia Ortega), Celia (Nerea García), Guillermo (Guillermo Gallego), Alejandro (Alejandro Gallego), Lucía (Ruth Rodríguez) la llegada de su tío supone una interesante novedad y una fuente de diversión constante. David es totalmente distinto a su hermano Fernando y sabe deslumbrar con sus fascinantes relatos y sus costumbres diferentes. Y Ana, tampoco es ajena a sus encantos y atenciones. David demuestra entender cómo se siente ella después que Alexia haya acabado con sus ilusiones. Pero, aunque se trata de un hombre persuasivo y encantador, también resulta imprevisible y, quizá, incapaz de un compromiso a largo plazo. Por su parte, Tony (Miguel Molina), el novio de Ana, sigue viviendo a salto de mata sin dinero ni trabajo fijo.