Polémica encendida

Arde el sábado noche por la 'Ciutat Morta' censurada en la TV catalana

Arde el sábado noche por la 'Ciutat Morta' censurada en la TV catalana

Rara vez un programa que emite un televisión autonómica -y menos si se trata de un segundo canal- se convierte en el primer Trending Topic a nivel nacional en Twitter. Eso ha ocurrido esta noche de sábado, 17 de enero, ya entrada la madrugada de domingo día 18.

¿Qué ha pasado para que la mayoría de gente hable de ello, también rostros conocidos del periodismo?. Pues que un año y medio después de su estreno en festivales de cine, el documental 'Ciutat Morta', que narra las consecuencias del caso 4F, ha conseguido colarse en la programación de la cadena pública catalana. Concretamente, en el programa 'Sala 33' del Canal 33, según informa eldiario.es.

Su emisión fue en prime time a las 22.30 horas, pero incompleta, puesto que un juzgado de Barcelona dio esta semana órdenes cautelares de eliminar la parte del docufilm que hace referencia al exjefe de Información de la Guardia Urbana de Barcelona, Víctor Gibanel. Así lo publicaba La Directa y lo confirmaron los autores del documental, Xapo Ortega y Xavi Artigas.

El titular del juzgado 25 de Barcelona considera que las informaciones relativas a Gibanel, impulsor de la denuncia, podrían constituir una violación de su derecho al honor, intimidad personal y familiar y a la propia imagen. Por ello, ordenó retirar la emisión los cinco minutos -aproxidamente- del documental en los que aparecía este policía. La televisión pública catalana comunicó al juzgado que acataría la medida judicial y censuraría la parte en cuestión.

La emisión de 'Ciutat Morta' en TV3 ha ido acompañada estos días de una intensa campaña de difusión, que con el lema #BajaAlBar animaba a todos los que querían ver la película a que fueran a un bar a verla en compañía.

El caso del 4F de 2006, un desalojo okupa y desenlace trágico

'Ciutat Morta' es un documental que ordena las piezas del caso 4F, que tiene su origen el 4 de febrero de 2006 en el desalojo de un espacio okupado en el centro de Barcelona. En el mismo, un agente de la Guardia Urbana fue herido de gravedad. Siete jóvenes fueron detenidos aquella noche en la calle, tres de los cuales acabarían condenados a hasta cuatro años y medio de cárcel. Y ello, aún cuando las pruebas periciales constatarían que no habrían podido ser ellos los autores.

Otra joven, Patricia Heras, fue condenada a tres años de prisión, aunque en su caso ni siquiera habría estado nunca en el desalojo, sino que la policía la detuvo en el Hospital del Mar. Heras se suicidó antes de completar la condena. El fragmento de 'Ciutat Morta' que no se pudo emitir en televisión ya está disponible en la red:

Audiencia histórica y reflexión de Évole de la 'Ciutat morta' en Cataluña 360

Por qué aterra 'Ciutat Morta', según el análisis crítico de Lucía Lijtmaer en eldiario.es

Es imposible olvidar Ciutat Morta' una vez la ves. Si además eres barcelonés, es muy probable que la película te persiga por las calles, acechándote. Sería muy fácil decir que te quita un velo de delante de los ojos, pero más bien puede que te suceda lo contrario. De repente, sobre monumentos, esquinas, paseantes, hay algo pegajoso que lo cubre todo. Los ciudadanos que hayan visto la película, por primera vez emitida en la televisión pública catalana, deberán enfrentarse a todo ello. A lo siguiente:

1. El poder público como cómplice y encubridor de un caso de violencia y tortura policial tras las irregulares detenciones de cinco ciudadanos durante una pelea -que se saldó con un guardia urbano gravemente herido- en un antiguo teatro ocupado. Su posterior encarcelamiento habría podido ser evitado cuando el entonces alcalde Joan Clos relató tener conocimiento de un informe policial que probaría la inocencia de los detenidos.

La posterior desaparición de ese informe hace evidente el necesario conocimiento e implicación del concejal de Seguridad y Movilidad Jordi Hereu (después alcalde), el ex concejal de Ciutat Vella Carles Martí, y la ex consellera de Interior, Montserrat Tura.

2. El papel de la justicia: la jueza Carmen García Martínez, del Juzgado de Instrucción Nº 18 en Barcelona envió a prisión provisional a los jóvenes Juan Pintos, Álex Cisternas y Rodrigo Lanza que habían sido claramente torturados, y les privó de libertad durante dos años, a la espera de juicio, sin llegar a esclarecerse de qué se les acusaba.

La Audiencia Provincial de Barcelona condenó en enero de 2008 a los detenidos -incluyendo a Patricia Heras, que no estaba presente en el lugar de los hechos- a penas de hasta cuatro años basándose exclusivamente en los testimonios de los policías presentes. La pena fue posteriormente aumentada a cinco años en el caso del detenido Rodrigo Lanza.

3. La policía: los agentes Bakari Samyang y Victor Bayona que torturaron a los acusados la noche del 4 de febrero de 2006, fueron los mismos que declararon como testigos en contra de los acusados durante la celebración del juicio. Posteriormente fueron condenados a prisión, con penas de más de dos años, por haber torturado en dependencias policiales a un joven de Trinidad y Tobago.

Los agentes, de 34 y 38 años, acaban de obtener la jubilación. Recibirán una pensión vitalicia de entre 1.600 y 1.800 euros mensuales. Durante la proyección del documental el sábado pasado en la televisión pública, la reacción de Mossos d'Esquadra en las redes sociales fue de mofa.

4. Los médicos. De todo el metraje de Ciutat Morta el papel de los médicos en el Hospital del Mar supone un indicio aterrador: la llegada de unos veinteañeros sangrando y en estado de shock, custodiados por los agentes de la policía, es recibida con indiferencia por el personal médico del hospital, que no hacen preguntas ni dan señal de alarma.

5. Los medios de comunicación: con honrosas excepciones -quizás el más claro sea el de La Directa- el caso 4F ha sido omitido de los medios catalanes. Esto ha continuado con la repercusión del documental, y ha llegado a extremos delirantes con la televisión pública catalana: TV3 desestimó la compra de la película incluso cuando fue premiada en Málaga.

La presión ciudadana en las redes obligó a la cadena a asegurar que el documental se emitiría antes de que acabara 2014. Tras idas y venidas -que incluyeron la pregunta directa al director de Televisió de Catalunya sobre el retraso en emitir el documental por parte del diputado de las CUP David Fernández en sesión parlamentaria- la película ha sido emitida previa censura.

Si jueces, policía, representantes públicos, medios de comunicación y especialistas sanitarios omiten y por tanto se hacen cómplices de un caso así, ¿qué le queda a la ciudadanía?

Y entonces, el velo pegajoso que cubre la ciudad se revela. Lo que muestra, con su olor a muerte, es demasiado aterrador para ser olvidado.

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