Las audiencias de la televisión argentina los mide una empresa que no es oficial. Ibope, la empresa en cuestión perdió la homologación hace 6 meses, sin embargo continúa siendo la única que ofrece ese servicio, por lo tanto, continúa marcando los destinos de los programas y definiendo los contratos de publicidad de las cadenas. La contradicción subyace en que las mediciones de audiencia que ofrece Ibope se encuentran bajo sospecha desde muchos ámbitos de la televisión. El canal América es el que más explícitamente ha mostrado su oposición al respecto. En los últimos meses, muchos presentadores y periodistas de esta cadena se han manifestado sin tapujos contra las mediciones de audiencia oficial. Concretamente, se acusa a la empresa de aumentar los resultados a favor de Canal 9 (el tercero en audiencias) y, por lo tanto, disminuir los números de América (el cuarto) y Canal 13 (el segundo). Uno de los productores más importantes de esta cadena llegó a publicar una solicitud en los periódicos matutinos más leídos del país en la que denunciaba por estafa a la empresa (“basta a las mentiras de Ibope”). Pero mientras tanto, todos los canales y América también han debido cambiar de horario o levantar programas por baja audiencia, usando siempre la fuente en discusión. Entre abril y mayo de este año, la televisión argentina vivió una situación insólita, no tenía ratings porque Ibope había sido suspendida cuando se filtró el panel confidencial de encuestados. El desconcierto recae en que la supervivencia de los programas depende de esas mediciones, al igual que los montantes de la “tarta” publicitaria. Existe una realidad irrevocable: la televisión no puede sobrevivir sin las mediciones de audiencia. Antena 3 también se quejó En nuestro país, el caso más parecido a esta situación -aunque no se hizo oficial- se vivió el pasado mes de mayo. Según el Confidencialdigital, Antena 3 cuestionaba la medición de audiencias y se planteaba abandonar Sofres. El artículo decía así: “Según datos recogidos por Antena 3, los datos de Sofres correspondientes a noviembre pasado beneficiaban en 3 puntos de más a T5, detraídos de TVE. Después de denunciarlo, el desvío se ha corregido algo, y el plus en beneficio de T5, para la medición de febrero, fue de 1,5 puntos a su favor. Desde Antena 3 se destacaba que esos datos añadidos a la cadena de Berlusconi provocaban efectos inmediatos económicos, de mucha relevancia, por cuanto repercutía directamente en la publicidad y en su facturación”. Según este portal, Antena 3 llevó a cabo dos “coincidentales”, dos comprobaciones de mediciones de audiencia, y denunció ante Sofres las desviaciones citadas; la firma de medición -según fuentes de la cadena- reconoció que “es posible” que se produjeran “errores técnicos”. Lo que se destacaba en Antena 3 es que esos errores “siempre se producían en la misma dirección y a favor de la misma cadena”, con la que Sofres tenía “intereses muy claros”. Desde Antena 3 se estaba a la espera de qué rectificaciones abordaba Sofres respecto a las pasadas mediciones, pero lo cierto es que estaba estudiando muy seriamente abandonar ese sistema de control de audiencias porque -señalaban- ya no lo consideraban fiable. “Existen otros sistemas posibles de medición -decían en Antena-3-, y nosotros nos hemos planteado dejar el actual”. Sofres trabaja solamente en España, mientras que en Europa hay otras empresas, en Italia, en Portugal, en Alemania (donde trabajan a la vez dos firmas distintas). En aquel momento, la decisión de abandonar Sofres por parte de Antena 3 pudo haber sido secundada por TVE, que se sentía perjudicada con las desviaciones, puesto que era a TVE a quien se rebajó la audiencia que se sumó a Tele 5. En Antena 3 se escuchaban estas preguntas sobre algunas mediciones de Sofres: “¿Nos hemos equivocado en todo lo que hemos hecho? ¿No hay ningún nuevo programa nuestro que funcione, ni uno sólo? ¿Cómo es posible que espacios que en otras cadenas dan un 30% de audiencia, cuando lo emitimos nosotros se queden en el 20% de audiencia?”.