Carlos Latre lanza un libro sobre su experiencia en “Crónicas” a través de la mirada de Bea, la becaria
Carlos Latre presentó ayer ante los medios su primer libro, Bea, una becaria en Marte, en el que el famoso imitador de Telecinco ha querido conceder al que considera “su personaje favorito” en Crónicas marcianas, la becaria Bea, su más ferviente deseo: “contar a todos su experiencia y vivencias en Marte”. Latre ha querido poner en boca de la becaria las experiencias vividas a lo largo de sus tres años de trabajo en el late show de Javier Sardá, no sólo en el plató durante la realizacion del programa sino también en los pasillos, en la sala de maquillaje durante su caracterización, o en la redacción mientras se preparan los guiones. Publicado por la editorial Santillana, el acto tuvo como padrino-presentador al actor Santiago Segura. (ver vídeo). Segura quiso destacar que “Bea es especial porque no es una recreación sino una creación. Carlos Latre demuestra así que también es un creador y no sólo un imitadorcillo. El libro es impresionante porque parece escrito por la becaria: tiene ese estilo naif, ese fondo cretinoide, borderline... pero entrañable”. Según el actor: “Leyendo el libro se va desentrañando cómo es la vida de este ser, que no es unidimensional, que tiene una familia... y creo que se inspira un poco en la propia vida de Carlos. Conocemos a su hermano Álex -el que más la protege-, su hermano Rafa, su hermana Marga -que siempre la está fastidiando-, a su padre -ese hombre tan influyente-, la chacha Mati -que hace esas natillas tan maravillosas-... Y luego conocemos a otra familia que es la de Crónicas Marcianas. Yo, que he ido algunas veces al programa, este libro es como un documento de sus entresijos: se habla de Mariano Mariano -a quien Bea ve como un segundo padre-, se habla de Galindo -que es un hombre pequeñito, que tiene un pañuelo pequeñito, dentro de un bolsillo pequeñito-... La verdad es que las reflexiones que hace Bea son muy profundas” (entre risas). “Aunque Bea parece tener encefalograma plano, he visto retratadas a muchas adolescentes españolas en este libro, lo cual me ha entristecido bastante (entre risas). Ella habla mucho de Sardá, ese amor platónico suyo y de tantas y tantas quinceañeras incluso de señoras maduras. Habla de Boris, que es como una compañera más en Crónicas y la que más le anima. Habla de otros amores platónicos como David Hasselhoff, el protagonista de El coche fantástico, Enrique glesias... ¡Bea es una mujer profunda!, afirmó Segura con su ironía habitual. ”La verdad es que tengo que decir que me ha gustado. Carlos es un monstruo porque una cosa es imitar y otra es escribir un libro en la piel de un personaje. ¡Vamos!, eso se ha hecho ya en la literatura... pero bueno, este es su primer libro y el chaval lo ha hecho bien para ser el primero. Recuerdo que él escribía un artículo en Interviú que cada semana era uno de sus personajes: la bruja Lola, Raphael... resulta difícil extrapolar esto y meterse en la piel de alguien escribiendo, porque claro, cómo habla uno no hay más que verle, pero imaginar cómo puede escribir esa persona... Ahí demuestra Carlos su gran talento e ingenio... No sé que más decir porque me embarga la emoción... ¡No, hombre!, sobre todo que es majete el muchacho“. ”Como una hermana pequeña“ Carlos Latre, que no paró ni un momento de reír ante las palabras de su ”padrino“, habló de lo que pretendía al escribir un libro como éste: ”Bea es como mi hermana pequeña, ha significado muchas cosas en mi vida. Detrás de esa niña tonta hay mucho que descubrir, muchos sentimientos, familia, problemas... de ahí el reto de escribir sobre su vida. Bea es especial porque pasa de ser una segundona a ser protagonista, a tener algo que decir aunque sea “¡Ay jó, no sé que decir!”. He intentado que la gente la escuche y pueda decir que esta tontita tiene su corazoncito, que detrás de esta niña hay más allá y pasen un rato divertido con ella“. Según el imitador: ”He querido también que la gente supiera cosas de Crónicas Marcianas, la ficción y la realidad mezcladas. Más que una novela es como un fábula, en la que Bea va viviendo experiencias reales que le han pasado a Carlos Latre disfrazado de la becaria. Me lo he pasado muy bien escribiéndolo, para mí es como un niñito“. Sobre las historias que se cuentan en el libro, Latre afirmó: ”Se muestra como Bea va poco a poco va madurando en su relaciones profesionales y personales, intentando hacerse un hueco dentro del universo marciano. Conforme va pasando al libro se va haciendo más amiga de sus hermanos, y la culminación es la relación con su padre, a quien Bea tiene en un pedestal... ¡Qué bonito!. En el libro tiene también su primera experiencia sexual, y para mí ha sido un poco traumático explicarlo porque no me la podía imaginar“, a lo que apostilló Santiago Segura: ”Yo me la imagino constantemente“ (entre risas). Según el imitador: ”La gente que lo ha leído me ha dicho que se ha quedado con ganas de saber más sobre Crónicas, más intríngulis de pasillos... lo que pasa es que el libro no lo ha escrito Carlos Latre desde la primera persona, sino Bea... y no hay más, ella ve lo que ve“. ”El encuentro entre Bea y Carlos latre“ El imitador nos habló del climáx de su novela: ”La ficción más grande es el encuentro Carlos Latre-Bea, punto central del libro y lo único en lo que es ficción absolutamente todo. Yo quería que fueran dos mundos paralelos, en la que ninguno habla del otro pero que todo el mundo sabe que están... aunque Bea conoce a Latre, pasa bastante de él. Cuando llega el momento de encontrarse, quería que fuera un poco traumático para Bea porque se va a dar cuenta de muchas cosas, que son mucho más que amigos... que ella es Carlos Latre. Para resolver esta situación me inspiró que Telecinco emitiera en aquellos momentos El Show de Truman...“; a lo que contestó Santiago Segura: ”¡Macho!, así explicado parece más el Ulises que un libro de entretenimiento. A mí esa parte del libro me parece la más patatera (entre risas)“. Bea, diferente al resto de sus imitaciones Carlos Latre también habló de sus imitaciones en Crónicas Marcianas: ”Mis personajes crecen en mi mente. Tengo la voz de cada uno de los que imito en mi cabeza, y a partir de ahí voy modulando mi garganta hasta llegar a lo que tengo en la mente“. ”Pero el caso de Bea es diferente a los demás porque es como una figura de barro a la que vas modulando día a día... vas descubriendo cosas... es como un aventura diaria: ¿Qué hará hoy Bea?, ¿será más sencillita, más tonta, más putita, más coqueta?. El imitador habló de los orígenes de la becaria en Crónicas: “Bea nació por casualidad; al principio era una presentadora de un informativo normal y corriente que hablaba bien. Era la época del Tamarismo y nosotros hacíamos el Tamaradiario. Al día siguiente, esa misma chica hizo una encuesta y se liaba con las cifras... hizo su gesto característico: ”¡Ay, no me sale!“... y a Sardá le gustó. Decidimos entonces que fuera la becaria enchufada a quien nadie aguanta, etc”. Sobre quién le inspiró para crear a Bea, Latre afirmó: “Me he basado en el aspecto social de una chica de sus características: pija de colegio de pago, ingenua, tontita, reprimida... en una edad muy mala que son entre los 19 y los 21... y que llega a la tele y se hace famosa”. “Bea y Carlos Latre, la misma persona” El showman comentó la idetificación que siente hacia su personaje: “Bea y Carlos Latre son en parte la misma persona. Como ella, llevo la fama muy sorprendido, muy atento, observando todo, con una frase que me decía mi padre y que también se lo dice el padre de Bea: ver, oír, callar y actuar”. Por otra parte, Latre afirmó: “No engaño a nadie, no pretendo ir de escritor ni mucho menos. Esto ha sido una maravillosa experiencia, en la que intento que a la gente que le gusta Bea sepa un poquito más del personaje, y que se lo pasen tan bien como yo lo he hecho escribiendo”. “Imitaciones constructivas” Sobre la valoración que hace de sus imitaciones, Carlos Latre aseguró: “Recibo más halagos que críticas porque éstas no son destructivas, sino constructivas. Cojo un personaje, sus tics y características, y las utilizo para hacer reír a los demás, sin cargármelo... Aunque en casos como el de Ana Palacios... se lo merece, porque tal y como está el panorama... En este caso no exagero nada el personaje, éste está ahí y se deja ver solo”. Sobre la evolución que ha experimentado en los últimos años el late night show en el que trabaja, con contenidos de crónica rosa cada vez mayores, el imitador cree que “Crónicas Marcianas es un reflejo de lo que la gente quiere ver. Creo que cuando tú estás en tu casa, después de trabajar todo el día ”encabronao“, lo único que quieres es divertirte; y si para ello sacas a Toni Genil, o a Hugo de Operación Triunfo, o a quien sea... si te hace pasar un buen rato, eso es con lo que te tienes que quedar, no con lo que se hable... De todas formas, la televisión es lo más democrático que ha existido nunca: si no te gusta, cambias y fuera... y si no la gente no lo hace y cada día hay dos millones y pico de espectadores, quizás sea por algo”.