Dan Rather se jubila
A Dan Rather le queda un telediario, literalmente. Tras 24 años en primera línea del periodismo en Estados Unidos, el estelar reportero de la cadena CBS presentará hoy por última vez el informativo que le ha convertido en un icono tan reverenciado como aborrecido de la comunicación de masas. El amargo relevo de Dan Rather se produce seis meses después de que el veterano periodista se viera obligado a disculparse por una información falsa sobre el servicio militar de George W. Bush emitida en plena campaña presidencial. Como no podría ser de otra forma para este mercurial personaje de 73 años que no se resigna a poner un definitivo punto final a su carrera informativa, Dan Rather continuará colaborando esporádicamente con la cadena CBS: «No me retiro, simplemente cambio de trabajo». Un tratamiento preferencial que contrasta con el cese fulminante de varios implicados en el escándalo de falsas acusaciones lanzadas contra el presidente Bush.
De momento, Dan Rather será substituido por otro veterano de la cadena CBS: Bob Schieffer, hasta ahora jefe de la corresponsalía en Washington. Esta solución precaria demuestra que los responsables de la cadena todavía no tienen claro el futuro de un telediario superado durante años en audiencia por la NBC y la ABC.
Entre los planes barajados se ha planteado la radical la posibilidad de hacer una especie de «desconstrucción» con múltiples presentadores y escenarios.
El octogenario Walter Cronkite, venerado antecesor de Dan Rather, ha dejado saber esta semana que su sucesor debía haberse retirado hace mucho tiempo. Críticas a las que se han sumado algunos de sus compañeros de la CBS. Por opinar, hasta el magnate Donald Trump ha cuestionado la lógica de mantener al genuino Dan Rather durante tanto tiempo a pesar de sus pobres «ratings».
Para justificar su peculiar estilo de periodismo-espectáculo, Dan Rather ha declarado en una entrevista al «New York Daily News» que como «reportero he arriesgado más que el resto. Nadie es perfecto. Yo no lo soy como persona o como periodista. Pero no me disculpo. Para bien o para mal, soy un cazador de caza mayor. Y voy a continuar cazando. Después de 43 años de profesión, tengo muchas cicatrices. Pero todas delante, no en la espalda. Porque nunca he corrido y no voy a empezar ahora».