David Bisbal: La estrella masculina de “Operación triunfo”
Su victoria estaba cantada -segundo concursante más votado-, no en vano se situaba en la terna de favoritos del público en la mayoría de las galas. Sobre el escenario, un terremoto, puro nervio y una voz tremenda que le permite alcanzar cualquier tono con una facilidad pasmosa. Su halo es de ganador y de futura figura musical. Su característico ceño fruncido y el puño apretado delatan la seguridad que tiene en sí mismo, y va perfectamente aparejado a la potencia de su interpretación y a ese aspecto fibroso que a ellas les vuelve locas. Posee una voz primorosa, se mueve con bastante ritmo (a pesar de ese tembleque de cintura que, según Ángel, el profesor, es más propio de una corista), es guapo, rubio, cachitas, ... Vamos, que con un pequeño curso de dicción, tiene todas las cualidades que ansía cualquier discográfica. A este chico sencillo y bromista empedernido se le ha comparado siempre con Luis Miguel, pero su carrera meteórica puede hacer que el alumno supere al maestro. Durante la final del pasado 11 de febrero, las palabras que un miembro del jurado le dedicó pueden ser premonitorias: “David, tú no vas a triunfar, tú vas a arrasar”. Un cuento de hadas
Al igual que su amiga Rosa, este almeriense de 22 años ha experimentado en sus huesos una verdadera historia digna de guión hollywoodiense. Corría la primavera del 98 y un muchacho rubio, que trabajaba en una escuela-taller de jardinería de la Diputación de Almería, andaba escarbando en la arena, enredado entre plantas y flores, mientras canturreaba canciones de un popular cantante de boleros mexicano. A este chico, hijo de un ex boxeador profesional -seis veces campeón de España- y una costurera de unos grandes almacenes, no le gustaba estudiar, había abandonado el instituto en 2º de B.U.P. y ahora aprendía el oficio de operario forestal. Una compañera de trabajo, María del Mar Martínez, quedó asombrada de las dotes artísticas del muchacho y le comentó el descubrimiento a su marido, Pepe López, integrante de la orquesta Expresiones. Éste, intrigado, se personó en el vivero y allí vio claro quién sería el nuevo vocal de su banda. “Lo que es trabajo nunca nos ha faltado, aunque ahora, claro, nos contratan por ser la orquesta del Bisbal. Cuando él me vino había que pulirlo, y ahora en este programa me lo han repulido. Me hace gracia que en la academia hablen de la dificultad de aprenderse una canción a la semana, cuando él, en el mismo tiempo, se ha aprendido ocho... Y claro que ha cantado en inglés, y claro que ha hecho latino, y pop... Ésta es nuestra vida”, asegura López. Curtiéndose en fiestas locales
Así empezó la aventura de David Bisbal, cuyas actuaciones se habían limitado, hasta entonces, a bodas y bautizos de familiares, cuando sus hermanos mayores le animaban a arrancarse. En la orquesta Expresiones recuerdan que, al pincipio, David era como “un pato mareado”, pero que pronto mostró su capacidad de superarse, y aseguran que “aunque le faltaba técnica, tenía una buena voz y ponía mucho sentimiento. Nosotros fuimos su primera academia”. Expresiones hizo que el joven Bisbal abandonara la jardinería y comenzara estudios de canto. Poco a poco se fue curtiendo en los escenarios. Cada temporada, el almeriense salía con el grupo por los pueblos de Andalucía, Murcia, Valencia o Extremadura. Hasta 130 actuaciones por año y siempre “arrasando”, pese a ser “muy vergonzoso”, cuentan en el Puerto de Sagunto, lugar de su primera aparición profesional. También recuerdan cómo su novia -por lo menos hasta su llegada a Operación triunfo-, una integrannte de Expresiones llamada Raquel, “tenía que esconderle” para que las chicas no se le echaran encima. En uno de esos conciertos, David se enteró por otra orquesta, con la que compartían cartel, que en Barcelona se estaba haciendo un casting donde buscaban jóvenes valores de la música. Bisbal no se lo pensó dos veces y, a pesar de que en Expresiones no querían que fuera por temor a perderle, cogió un avión para la ciudad condal. Tras una segunda prueba en Madrid, fue elegido para formar parte de la primera Operación triunfo. Íntimo y personal
A este Géminis de 1,75 cm de altura le apasiona el deporte -sobre todo el ciclismo y el fútbol- y jugar a los dardos -ha participado en varios campeonatos organizados en pubs-.
Su vena humorística ha quedado patente durante el programa, ya que aprovecha cualquier momento para imitar a Chiquito de la Calzada. Corre sangre musical en su familia, son primos hermanos de los Bisbales, grandes carnavaleros, y tiene tíos músicos en la Banda Municipal, como Juan y Antonio Bisbal. Él siempre quiso despuntar. Aunque sus padres y hermanos son muy importantes para él, su trabajo como cantante de orquesta le obligaba a estar bastante tiempo fuera de casa. Se acaba de comprar un piso y piensa independizarse pronto, lo que todavía no sabemos es si solo o acompañado. Su más que probable romance con Chenoa -se comenta que en el baño de la Academia la pasión se desató entre ellos- puede haber finiquitado su anterior relación sentimental. Los que le conocen dicen que es sencillo y campechano pero que tiene su genio, que es muy perfeccionista, y “que no puede tener dinero en el banco porque le dura menos que un caramelo en la puerta del colegio”. Tiene dos hermanos mayores: el chico, José María, le lleva 11 años, y la chica, María del Mar, 8. Con ella es con quien tiene una mejor relación, y no sólo porque la diferencia de edad entre ellos es menor, sino porque los dos son igual de bromistas. Confiesa que se vuelve loco ante un rollito de primavera porque le apasionan los restaurantes chinos. Vive en el 155 de la calle Granada, esquina calle Cantavieja. Un edificio normal, en una calle normal, con gente normalmente trabajadora como la mayoría por allí, en el barrio Los Angeles. Tiene muchos amigos y es muy buen compañero, y si algo lamenta es no poder dedicarles todos el tiempo que quisiera desde que está en la orquesta. No ha tenido muchas novias porque es muy joven, dice su familia, pero sí muchas candidatas a serlo. Ha convertido su vocación musical en un trabajo que se toma con gran profesionalidad. Almería, una ciudad volcada con su ídolo
Mientras el desenlace de Operación triunfo todavía estaba en el aire, colas de almerienses se acercaban diariamente a los teléfonos que había dispuesto la Diputación Provincial para votar a David. Carteles, camisetas, banderines... la capital andaluza dispuso un gran merchandising para promocionar a su paisano. Desde entonces, la vida de la familia Bisbal Ferre ha cambiado por completo. El alcalde de la ciudad se confiesa su fan número uno y el Concejal de Cultura, que ya ha anunciado el concierto de los 16 “triunfitos” en Almería para mayo, desea que su hijo predilecto dé el pregón en las fiestas patronales de agosto. Todo un aconteciminto que María, su madre -quien a raíz del éxito ha abandonado su trabajo de costurera- vive con mucho orgullo. Dicen que la familia está un poco preocupada porque la vida de artista pueda enredar a David, pero quienes lo conocen aseguran que sabrá salir adelante gracias a su nobleza. Primer pequeño retrato del cantante que tiene a partir de ahora todo un mundo por delante. Si este joven terremoto es el elegido para representarnos en Eurovisión, y repite su actuación de la gala final de Operación triunfo, esto es, cuando su grito desesperado en la canción Solo otra vez le puso a media España los pelos de punta, tendremos ganador y nuevo ídolo. Dicen que el tiempo coloca a cada uno en su sitio, Bisbal ya se lo está comiendo.