Desaparece Admira y César Alierta asume todo el poder ejecutivo de Telefónica
Telefónica ha aprobado hoy en su Consejo de Administración una drástica remodelación en la estructura. Una de las decisiones trascendentes para el mundo de la televisión es la desaparición de su filial de medios de comunicación Admira. La reforma se realiza para “adaptarse a la nueva realidad de gestión con simplicidad”, una vez concluida la reducción de los distintos activos y negocios del grupo. La reestructuración también incluye la incorporación de Telefónica Data a los negocios de telefonía fija en España e Iberoamérica. Fernando Abril Martorell ha pasado a ser asesor del Presidente.
30% de Antena 3 para los accionistas de Telefónica El consejo aprobó también ayer el reparto a los accionistas de Telefónica del 30% del capital de Antena 3 TV en cuanto la cadena de televisión salga a Bolsa, a razón de una acción por cada 297 que posean de la operadora, valoradas en 25,2 euros por título. La operación, que finalizará antes de que acabe el mes de noviembre, supondrá el reparto de 16,6 millones de acciones de Antena 3 TV entre los accionistas de Telefónica, lo que les reportará unos 418 millones de euros. La operadora valora así la cadena en unos 1.400 millones Tras esta operación Telefónica conservará un 4,2% de Antena 3 sobre el que aún no se ha decidido que hacer. Reestructuración drástica El nuevo modelo organizativo de la compañía, que será efectivo a partir del uno de octubre, supone la incorporación Telefónica Data, que se ocupa de los negocios de empresas, en los de Telefónica de España y en las filiales de telefónica fija en Latinoamérica, y la desaparición de la empresa de medios Admira.
También se concentra la estructura corporativa al hacer depender del área de Planificación y Control de Gestión de la de Estrategia que dirige Luis Lada y el área de Recursos pasa a depender de la de Finanzas Corporativas.
El Consejo de Administración, en la nota a la CNMV, agradece a Fernando Abril-Martorell su trabajo y su contribución al desarrollo del grupo en los últimos siete años.
Fernando Abril-Martorell, de 41 años, entró en la división financiera de la operadora en 1997, procedente de la sociedad de inversiones J-P. Morgan, en 1998 fue nombrado presidente de TPI Páginas Amarillas, cargo que dejó en junio de 2000 por divergencias con el presidente de Telefónica Juan Villalonga.
Regresó a Telefónica tras el cese de Villalonga y el 10 de agosto de 2000 fue nombrado Consejero Delegado en Telefónica al crearse este puesto.
En la bolsa, las acciones de Telefónica cambiaron la tendencia positiva de la apertura y reaccionaron negativamente a esta noticia con una caída superior al dos por ciento. A las cuatro y media de la tarde la operadora perdía 2,45 puntos.
