Así fue el desconcertante final de “Luna, el misterio de Calenda”
Luna despidió su primera temporada anoche revelando no solo quién es el asesino del Capitán Costa sino también el hombre lobo que aterroriza Calenda. Un final desconcertante en el que conocimos que el padre de Joel es el responsable de la muerte del marido de Belén Rueda y Salva, “la otra bestia” del pueblo.
Joel se escapa del colegio para ir a su casa a esconderse durante la luna llena, sin embargo se encuentra a su padre a punto de cortarle la cabeza a Salva. En la conversación que tienen descubrimos la verdad de todo lo que ocurrió la noche en la que desapareció el Capitán Costa. Joel se escapó y su padre salió despavorido a buscarle, se encontró al marido de Sara malherido y presa del pánico le mató “de la única forma que se puede matar a un hombre lobo”.
Sin embargo se equivocó, ya que el marido de Belén Rueda no se había convertido en un hombre lobo. Joel atacó esa noche a Salva, el profesor del instituto, que desde ese momento cada noche de luna llena había salido a matar.
Joel se tira al vacío antes de convertise en hombre lobo
Tras descubrir toda la verdad, Joel huye de su casa en dirección al bosque. Leire consigue seguirle y le grita con fuerza para intentar detenerle. Sin embargo, no consigue evitar que Joel, antes de convertirse en hombre lobo, se tire al vacío ante la mirada de la hija de Belén Rueda.
Raúl y Sara consiguen reanimar a Fernando
Raúl y Sara llegaron a tiempo para salvar a Fernando, y de paso a Sonia, incapaz de disparar a Salva. Pando disparó al hombre lobo, reanimó a Fernando y recordó viejos fantasmas del pasado.
Sin dudar un instante, Sonia se montó en el coche para llevar a Salva, herido, al hospital. Éste se convirtió en hombre lobo y atacó a la policía.
Olivia confiesa su traición a Sara
Olivia y Sara también cerraron sus asuntos pendientes. El personaje que encarna Belén Rueda descubre la traición de su amiga, que le confiesa el motivo por el que mintió a todos: “He hecho todo esto por mi hijo, necesitaba el dinero para su tratamiento y el alcalde prometió dármelo”. Sara le sorprende animándole a seguir con su declaración y tras ello, coger su dinero y a su hijo e irse de su casa y del pueblo: “Podrías habérmelo dicho, habría hecho lo que fuera por ti”.