“El Diario de Patricia y Cerca de Ti son los programas más peligrosos de la televisión actual”
¿Cuál es el secreto para mantener un buen target comercial en toda la programación? No hay ningún secreto, es un método de trabajo. Nosotros vamos buscando el público. No esperamos que vengan a vernos, sino que somos nosotros los que sintonizamos con los espectadores. A través del examen de audiencia, de la composición del público, etc, intentamos ver si el público recibe el programa que le ofrecemos y lo interpreta como algo que está dentro de un pacto ideal que hemos establecido con él, que consiste en darle un producto moderno y fresco. Esto es lo que Telecinco tiene más claro que otras cadenas. También nos favorece la continuidad en el tiempo. Son ya cinco años los que yo llevo como consejero delegado de Telecinco. Alejandro Echevarria y yo formamos la “pareja de hecho” más antigua de la television en España. Desde que me incorporé a Tele 5 en septiembre de 1998, he visto pasar a cuatro consejeros delegados en Antena 3 (Nieto, Velo, Buruaga y Carlotti) y tres en TVE (López Amor, Ferrari y Sánchez). La continuidad significa mucho porque te permite construir algo. El pacto que tenemos es también interno. A veces preferimos arriesgar con un programa que no proporciona tanta audiencia pero que está dentro de nuestro pacto. No nos engañemos, lo más importante es tener éxito, pero más grave es decepcionar al público y ofrecerle algo que no espera o que le choca con la imagen que tiene de Telecinco. ¿Es “Aquí hay tomate” un programa tan peligroso como lo pintan? Aquí hay tomate no hace daño a nadie. A veces pudiera ser que nos metieran una querella por difamación, pero eso pasa todos los días en los periódicos. El pacto que tenemos con el público implica hacer las cosas de manera diferente dentro de un mismo género, por ejemplo, el corazón. Indudablemente, yo creo que la gente que juzga Aquí hay tomate y lo considera un programa peligroso es porque no lo ve, y no entienden que es como un circo, es todo exagerado. No hay más que ver el color, la escenografía, el título, el gesto de la presentadora, la chaqueta del presentador, los reporteros... Ha de entenderse como una gran fiesta del corazón, no es un programa serio. El argumento es el mismo en todas las cadenas, el corazón, pero nosotros lo tratamos diferente a Gente y otros programas que se lo toman en serio y con tratamiento clásico, porque es lo que el público espera de Telecinco. Lo mismo ocurre con los Informativos. Las noticias son las mismas en todas las cadenas pero el tratamiento es diferente. Nosotros no las damos en clave gubernamental sino independiente. “Telecinco no es la cadena que hace cosas más polémicas” ¿Por qué cuando se habla de “telebasura” en este país, Telecinco está en el punto de mira? Yo reivindico la televisión que hacemos en el late night, sobre todo en un país como España, moderno y un poco transgresor, con una sutil gana todavía de revancha por un pasado reciente en el que no se podía hacer nada. Y si hay niños que ven la televisión a esa hora, podrá ser un problema para Juan Menor, pero no para mi porque yo creo que es responsabilidad de los padres. Donde yo creo que tenemos que tener cuidado es en la tarde, porque por la mañana los niños están en los colegios. Pero si analizamos la programación de las tres cadenas con un ojo imparcial (no el mío, que es parcial, evidentemente) podemos comprobar que Telecinco no es la cadena que está haciendo las cosas más polémicas o atrevidas. Creo que aquí hay un problema de fondo de algunos periodistas de prensa escrita hacia la televisión. Lo curioso es que lo que me está pasando en España ya lo he vivido en Italia hace 10 años. Hay un momento en que los editores de periódicos llegan a creer que la televisión les quita lectores y publicidad, cuando está científicamente demostrado que esto no es así. A esto se suma que antes el referente era el periódico. La gente decía “lo he leído en periódico”. Ahora se dice “lo he visto en la tele”. Y esto, a gente con muchos años de profesión y poco moderna, como algunos periodistas veteranos, les vuelve totalmente locos. Es una forma de desesperación que se ve cuando una persona inteligente deja escapar una penosa frase como ésta. (Paolo Vasile nos muestra el recorte de un artículo titulado “La telebasura es peor que las drogas y el periodismo”). Es un gesto desesperado de alguien que ya no sabe qué hacer, y lo próximo es el suicidio (bromea). Lo sorprendente es que un periodista con cultura no sepa que en la historia de la humanidad todavía no ha desaparecido ninguna forma de comunicación, sino que se han dimensionado con el tiempo en un ranking diferente. Si antes la actriz de moda estaba en el teatro, ahora está en el cine.
Existe, por parte de los periodistas más antiguos, de edad y de visión, un odio profundo a la televisión. Con TVE pueden descargar este odio porque tienen como desahogo el problema de la deuda, la información partidista, que son conservadores, etc. En el caso de Antena 3, desde que tiene problemas financieros los periodistas han dejado de criticarla, cuando en realidad su televisión es idéntica a la nuestra. Dónde estás corazón es como Salsa rosa y Sabor a ti como A tu lado. Además, tienen un programa, El diario de Patricia, que yo pienso que junto a Cerca de ti (TVE) son los dos programas más peligrosos que existen en la televisión actual. Son magníficos programas, con una audiencia optima, pero si los juzgamos por el horario en que se emiten, el argumento que tratan y el hecho de que lo tratan en serio, con invitados aparentemente normales (madres prostitutas, padres homosexuales...), yo creo que esto sí puede resultar peligroso para los niños. Pero claro, en Telecinco somos gente normal, no damos escándalos, no robamos, no somos políticos, no hablamos si no nos preguntan, trabajamos 15 horas diarias, los empleados están contentos, tenemos una paz interna total, con los problemas de cualquier empresa -hacer audiencia, controlar los costes y vender publicidad-. Además, como ganamos mucho dinero y, de hecho, somos los únicos que tenemos beneficios, es evidente que algo tendrán que decir de nosotros, porque no van a decir “qué buenos que son”. “Las asociaciones de espectadores no representan nada” ¿Pero qué ocurre cuando las críticas no vienen sólo de los periódicos, sino que tres anunciantes como Matutano, Henkel y Pascual deciden retirar su publicidad de “Aquí hay tomate” presionados por asociaciones de espectadores? No es cierto que se hayan retirado esos anunciantes. Lo han dicho las asociaciones, pero es falso. A nosotros no nos interesa desmentirlo porque tampoco queremos generar polémica ni problemas a nuestros clientes. Es cierto que hay anunciantes que desde siempre han preferido publicitarse en un determinado tipo de programas, pero eso pertenece al marketing de cada empresa. Las asociaciones no representan nada. Usted y yo podemos crear una asociación ahora mismo, de propietarios de perros, por ejemplo. Representan más los 4 millones de espectadores que ven un programa de televisión, que un grupo de personas desconocidas que, además, pueden formar una asociación con subvenciones públicas. Para mi la asociación más importante es la de Crónicas Marcianas, que la forman la mitad de los espectadores que ven la televisión a la una de la madrugada. ¿Pero no le preocupa que la programación de Tele 5 se convierta en paradigma de la telebasura? Claro que me preocupan las críticas. ¿Y sabe por qué me preocupan? Porque son totalmente infundadas y resulta más complicado reaccionar y arreglar algo que no tiene un fundamento real. Pero, insisto, yo hago la televisión para que la gente la vea y la gente tiene derecho a ver lo que quiere. Pero las críticas me preocupan muchísimo porque se genera un efecto completamente distorsionador de la verdad. La única suerte que tenemos es que el público no se entera de esto. O sea, al público no le importa mínimamente lo que escriben sobre la televisión los máximos responsables de los periódicos, que a veces dicen unas barbaridades tremendas, porque muchos no saben ni quienes son. Nosotros hacemos 20 horas de televisión al día. Yo desafío a cualquiera de estos pseudointelectuales a hacer una cosa así. Y es evidente que nos equivocamos muchísimas veces al día, no al año. No entiendo por qué tienen que pintarme como un criminal, cuando yo soy una buenísima persona, muy honesto, con mucho rigor moral y no creo que mi televisión haga daño a nadie. Pero, si es que lo hace, nuestra obligación es revisarla todos los días, cada minuto. El riesgo que corremos con todo esto es que se genere un victimismo, y al final nos critiquen siempre, tanto si nos equivocamos como si no. “El límite de la telebasura está en la confusión de lo normal con lo anormal” ¿Dónde pone usted el límite? El límite está en lo que puede verdaderamente contribuir a una formación equivocada de una persona que tenga menos de 18 años. Porque, jurídicamente, si a los 18 años se puede votar, también se puede elegir qué programa ver. Porque yo no digo que no nos equivoquemos. Son ya 21 años los que llevo trabajando en televisión. Y reconozco que he cometido mucho errores y horrores, a veces sin querer, a veces dándome cuenta de que estaba equivocándome, y a veces con la imposibilidad de parar el error. Pero donde yo creo que está verdaderamente el límite es en la confusión de lo que es normal con lo que no es normal. Yo me di cuenta de esto haciendo un programa en Italia, hace 12 años. Me percaté de que habíamos entrado en tal confusión, que lo que era una patología se había convertido en una fisiología. Lo que es anormal era la normalidad. Y esto es peligroso. Porque decir que la televisión es peligrosa es no saber dónde está realmente el peligro. Yo tengo 3 hijos y no puedo dormir por las noches hasta saber que están todos en casa. Me preocupa el regreso de la discoteca, el alcohol, las drogas, los accidentes, etcétera, pero me quedo más tranquilo si sé que ya están en casa viendo la televisión. ¡Ojalá la gente estuviera viendo la televisión todo el tiempo! Creo que la verdadera preocupación de los padres no es la televisión, sino la droga, alcohol, los coches. Cuando Juan Menor dice esta frase altisonante : “me quedo asombrado porque 400.000 niños ven la televisión”, yo me pregunto: ¿Y los otros qué están haciendo, están durmiendo o se están drogando? ¿Cómo podría ponerse fin al debate de la “telebasura” Yo creo que no existe la voluntad de arreglar la televisión, porque entonces los críticos se quedarían sin argumentos. La verdad es que hay ganas de criticarla. A los políticos, porque les molesta que seamos independientes, y los “intelectuales”, porque les hemos comido terreno como referencia en el mundo de la comunicación. Pero es cierto que nuestro deber, como empresa editorial que comunica, es buscar una solución. Basta con que TVE, Antena 3, la Forta y Telecinco nos sentemos alrededor de una mesa y en un mes se soluciona. Se trata de poner una barrera, básicamente por la tarde, aunque teóricamente también en el prime time. Pero luego a mi me sorprende y me parece grave que TVE programe a las 22.00 horas una película como Lucía y el sexo. Yo no la hubiera emitido a esa hora. Yo no soy puritano, ni antiguo ni reaccionario, pero creo que hay contenidos que no son apropiados para un horario familiar. En cuanto a la tarde, las tres cadenas tendríamos que ponernos de acuerdo en no exagerar esta visión distorsionada de la vida. Por ejemplo, yo no tengo nada en contra del travestismo ni de los homosexuales, los respeto profundamente, pero no me parece bien que programas como El diario de Patricia (Antena 3) transmitan a niños y adolescentes que ven la televisión a esa hora que esa forma de vida es la normal, porque detrás de toda ambigüedad sexual siempre hay un gran drama humano, y esos programas lo muestran con una naturalidad que no me parece adecuada. ¿Y le parece más adecuado para un horario de tarde el “numerito” que montaron Marujita Díaz y Parada en Aquí hay tomate No, reconozco que eso fue horrible. Es un error tremendo que cometimos. De hecho, me enfadé muchísimo. “El Gobierno español se queja mucho pero no chantajea” La cobertura del Prestige en Tele 5 acaba de ser premiada con un Ondas. ¿Qué tenía esta cobertura que no tuvieran la de otras cadenas? En la búsqueda de sintonizar nosotros con el público, y no al revés, Juan Pedro Valentín y la redacción de Informativos de Tele 5 lo detectaron inmediatamente como un grandísimo problema. Telecinco no está vinculada a ningún poder y por eso es importante que nosotros ganemos dinero, porque la independencia se consigue con la autonomía económica. Nosotros no dependemos de nadie, mientras que las otras cadenas tienen que responder a un poder político. El público reconoce la independencia de T5 en los Informativos. Sin embargo, no consiguen superar en audiencia a los de A3 y TVE. ¿A qué es debido? Esencialmente es un tema de costumbre, de horario y de arrastre. Nosotros hemos notado que cuando no pasa nada importante, la gente ve el Telediario de toda la vida en TVE. Pero en los últimos años ha habido un trasvase de espectadores a Antena 3, porque esta cadena fichó los rostros de TVE (como Ernesto Sáenz de Buruaga) y eso le ha hecho parecer un pariente de TVE. Nosotros buscamos siempre una cierta originalidad en la elección de los presentadores y esto no te da un trasvase de público. Sin embargo, cuando pasa algo importante, como ha sido la guerra o el Prestige, el hecho de tener una línea independiente contribuye a que el público vea más Telecinco, aunque no lleguemos a superar al de TVE. La experiencia dice que cuando hay un gran acontecimiento informativo la gente tiende a ver la televisión del Estado, pero curiosamente nosotros hemos tenido registros muy altos en situaciones de emergencia. Probablemente, en el tiempo la gente reconoce a Telecinco una credibilidad mayor porque te cuenta las mismas noticias que otras cadenas sin ninguna emoción personal. Esto conlleva un riesgo político, porque si eres neutral es probable que los que mandan te vean como hostil. Y no es que nosotros tengamos algo en contra del poder. Pero es que la sátira siempre se ha hecho con el poder. ¿Reciben mucha presión por parte del Gobierno? ¿Cómo es la relación con el poder político? Hemos tenido momentos de gran enfrentamiento, pero si por presión se entiende un “hazlo de forma diferente”, no ha ocurrido. Reconozco a este Gobierno un grandísimo respeto de la idea democrática de la comunicación. Es cierto que se quejan, muchísimo. Pero la presión depende de cómo la interpretamos. Se enfadan, como en el caso del Prestige, que me crucificaron, pero la relación es muy leal en el sentido que la presión es una queja continua, pero nunca un chantaje. Ahora mismo no se están quejando, pero no porque nos estemos portando bien, sino porque no está pasando nada. Si mañana ocurre algo, se quejarán. Pero yo lo acepto. Yo pienso que una parte de la nómina de cada uno de nosotros es indemnización por quejas del Gobierno, pero esto ocurre en cualquier país del mundo. Lo que reconozco al Gobierno español es que se quejan mucho pero nunca pegan. Prueba de ello es que yo sigo aquí. “Tele 5 está preparada pero no tiene urgencia por salir a Bolsa” Se ha anunciado la salida a Bolsa de Tele 5 para el año próximo. ¿Qué necesidad tiene su cadena, siendo una de las más rentables de Europa, de cotizar en Bolsa? A pesar de que algunos periodistas han publicado que Tele 5 saldrá a Bolsa al año que viene, lo cierto es que Tele 5 no tiene una urgencia de ir a Bolsa como Antena 3. Nuestra situación es diferente. Telecinco no necesita una ampliación de capital porque, de momento, los accionistas son suficientemente estables, no tenemos ni un euro de deuda y estamos en una situación financiera más que buena. Lo que sí puede pasar es que, en un futuro, como por ejemplo podría suceder con el desarrollo de la televisión digital, que llegará algún día, necesitemos salir a Bolsa. Sí es cierto que Telecinco está casi preparada para ir a Bolsa porque formamos parte de Mediaset, que está en Bolsa, y lógicamente estamos sometidos a las mismas reglas del mercado bursátil. En este sentido, estamos haciendo ahora mismo una reorganizacion de las dos empresas, Gestevision y Publiespaña, para que si salimos a Bolsa, lo hagamos a través de una sola compañía.
¿Quiere eso decir que implantación de la televisión digital aceleraría la salida a Bolsa de Tele 5? La televisión digital podría o no conllevar la necesidad de inversiones. Yo, como gestor, tengo que tener la empresa preparada, y creo que en cuatro o cinco meses lo estará del todo. Y después, saldrá cuando se decida que es el momento más oportuno. ¿Le ha sorprendido el éxito de Antena 3 en su salida a Bolsa? Es pronto para hacer una valoración porque la salida de Antena 3 a Bolsa ha sido a través de un listing, y no de un IPO. Normalmente se va a Bolsa con un IPO. En estos casos, la evolución de los primeros días sí es importante porque el mercado compra, se ingresa lo que se vende en los primeros días, y de esta manera se mide el valor de la empresa. Por el contrario, el listing es una manera de cotizar en Bolsa sin que nadie compre obligatoriamente ni entre dinero nuevo. Teóricamente, si los accionistas no quieren vender, no se mueven las acciones. Es decir, el listing es un proceso más lento y hay que valorarlo en un periodo más largo de tiempo, de quince, veinte o treinta días. Presentarse bien a Bolsa con un listing no es obligatoriamente importante. Al revés, teóricamente podría ser mejor salir mal. No me ha sorprendido la buena salida de Antena 3 a Bolsa porque realmente no significa nada. Ahora mismo hay una confusión tremenda.