“Los directores de Interviú me aseguran que mi topless está solicitado”
Susana Griso sopló el pasado jueves la velas de la tarta con la que Espejo público celebraba sus 1000 programas en Antena 3.
No se siente jefa pero sus compañeros así lo consideran, capaz de crear buen ambiente allí donde va, la periodista lleva desde hace cuatro años y medio las riendas del consolidado magacín matinal de la cadena de Planeta
Y es que la tímida chica que acompañaba a Matías Prats en los informativos de Antena3 se ha quitado para siempre el corsé demostrando lo que es capaz de hacer.
¿Qué balance hace en este 1000 cumpleaños?
Uno muy positivo, cuando empecé nunca pensé que soplaríamos las velas de esta tarta porque empezamos de forma muy tímida, con un formato muy novedoso y rompedor que pretendía dar noticias durante cuatro horas seguidas, entonces las mañanas de televisión eran mucho más estáticas, conformadas a base de tertulias y contenidos sociales.
Pero hay estamos nos hemos hecho hueco y de alguna manera hemos obligado a cambiar su programación al resto de cadenas televisivas. La gente ya sabe que si quiere estar informada en nuestro programa encontrara siempre la última noticia.
¿Qué deseos ha pedido al soplar las velas?
Quiero seguir aprendiendo pero sobre todo agradezco la oportunidad que me han dado de crecer y empaparme del saber hacer de todos mis compañeros, por que en este programa los más importantes son los colaboradores que aportan su análisis y su opinión.
Ojalá sigamos así durante muchas mañanas más pero si algo deseo con todas mis ganas es que este país deje atrás la crisis, empezamos en un momento de vacas gordas, un fin de fiesta y ahora no hay día que no hablemos de desahucios, dramas por el paro o reivindicaciones ciudadanas.
¿Ha cambiado mucho el programa en estos años?
Creo que sí, queremos hacer honor a nuestro nombre y ser un fiel reflejo de la realidad y la realidad es muy cambiante, las noticias van cada día más rápido y casi sin darte cuenta el entorno cambia más que tu mismo. Eso nos ha obligado a ser muy libres, muy flexibles y prescindir de los elementos estructurales más rígidos y hacer un programa totalmente abierto en el que lo que prima sobre cualquier otra cosa es la noticia.
¿Usted ha cambiado también?
Sí, ese mismo proceso lo he tener que hacer a nivel personal, he necesitado crecer el flexibilidad, ser menos rígida y hacer cambios de registro que a priori podía parecer imposibles. Venía de un registro mucho más rígido en el que estaba mucho más encorsetada, acostumbrada a tiempos muy tasados.
He aprendido a improvisar mucho, a rellenar los tiempos sin que se note y de alguna manera me he quitado el corsé que llevaba de informativos, soy más yo misma. Creo que el sentido del humor nunca se debe perder, la ironía es muy sana y eso lo he intentado aplicar al programa.
¿Sigue admirando a Matias Prats?
Claro, tenemos una relación muy buena, nos seguimos viendo por los pasillos, de vez en cuando quedamos para comer y nos llamamos, normalmente para felicitarnos.
¿Los madrugones siguen siendo lo peor para usted de esta aventura?
Sí, este programa te obliga a llevar una vida casi de sacerdocio, te tienes que acostar cuando se acuestan las gallinas y llevar un horario infantil pero hago lo que me gusta y lo vivo con mucha pasión.
¿Lo compagina bien con el cuidado de tus hijos?
Sí, la parte buena de este horario es que te permite conciliar mucho mejor tu vida familiar con el trabajo, tengo las tarde medio libres y digo medio porque estoy muy enganchada al teléfono y a la actualidad pero procuro estar todo el tiempo que puedo con los niños.
¿Le preocupa el paso del tiempo?
Ahora de momento no pero seguro que llega un día que sí, es una tiranía para todos pero por ahora no es algo que me obsesione, lo llevo bien, me cuido pero no en exceso. Hago mucho deporte, es la mejor manera que conozco de acabar con el estrés y poco más, es raro verme haciéndome algún tipo de tratamiento lo que pasa es que tengo un gran equipo de maquilladoras y peluqueras profesionales que hacen maravillas.
¿Qué tipo de jefa es?
Soy compañera, no jefa, aunque algunos me lo llamen. Soy la que lleva la batuta en el directo pero somos un equipo que trabaja codo con codo y debe estar muy coordinado. Dicen que soy muy exigente, ese es uno de mis principales defectos y mi mayor virtud, que siempre creo que todo se puede hacer mejor.
Cuando algo no me gusta procuro reñir en privado y alabar en público pero tengo bastante buen carácter, si alguna vez me enfado se me pasa rápido.
¿Cuales son sus referentes televisivos?
Veía la televisión en familia, me acuerdo mucho de “La clave” y del “Un, dos, tres”, lo seguíamos todos en casa. Cuando aterricé en Antena 3 recién llegada de Barcelona me impresionó mucho su plantilla de presentadores, siempre pensé que estaba trabajando con los mejores y así era, mantengo una muy buena relación con todos ellos porque me demostraron que además de grandes profesionales eran buenos compañeros.
Tiene loco al sexo contrario ¿eres consciente de ello?
No, me sorprende muchísimo cuando me lo dicen, me entra la risa, me parece marciano e imposible que los directores adjuntos de “Interviú” me aseguren que mi topless está solicitado, siempre pienso que es porque me conocen poco. La gente es muy agradecida y siempre se te acerca con mucho cariño.
¿Siempre ha tenido tanto éxito entre los hombres?
No, lo que pasa es que la gente te ve a diario, te cuelas en su casa todos los días durante cuatro horas y eres parte de la familia, a mi esa cercanía me gusta mucho.
Además, usted estás felizmente casada y lleva una vida muy familiar...
Llevo una vida muy seta, esa es la realidad.
¿Los chicos del plató se siguen quejando por su altura?
El problema es que mido un metro setenta y ocho, al principio se me quejaban mucho de los taconazos pero ya lo han asumido.
¿Cómo ve a la competencia?
Muy bien, lo cortés no quita lo valiente pro hay que llevarse bien con todos los compañeros, aunque sean de otras cadenas.