'Me divertiría dar vida al Duque'
Paco León obtuvo el favor del público con sus imitaciones de Raquel Revuelta, Anne Igartiburu o Matías Prats en el extinto programa de Antena 3 “Homo zapping”.
Sin embargo, el reconocimiento le ha llegado de la mano de uno de esos personajes que quedarán para siempre en el acervo televisivo de los espectadores españoles: “el Luisma”.
“Aida” rueda ya su séptima temporada y el sevillano de 34 años asiste estupefacto al boom de su personaje en Latinoamérica. El descaro de la serie ha pegado fuerte al otro lado del charco.
¿Qué pasará en esta séptima temporada con Luisma?
Sigue con sus locuras e intenta salir de esta crisis; quiere sentar cabeza y tener una vida burguesa. Tiene trabajo y mujer pero habrá problemas con la casa y aparecerán terceras personas. A Luisma le va a salir una pretendienta y Paz se va a sentir muy celosa. La felicidad matrimonial no da juego en la comedia.
¿Rodar con público les hace más ameno el trabajo?
Sí, el público te da el ritmo de la serie, es como un actor más que llega el último día y se va metiendo poco a poco entre el reparto. Escuchar a la grada te da vida. Solemos hacer dos o tres tomas para colar bien las risas, tenemos siempre varias oportunidades para hacerles reír. Y nos animan mucho.
¿Cómo ha aprovechado el parón entre temporada y temporada?
Acabo de terminar con el teatro y la promoción de la última película que he estrenado, “Dieta mediterránea”. He estado promocionando la cinta en Latinoamérica y me he quedado impresionado de lo famoso que es Luisma allí.
La serie se ve en todos los países de la zona; en los que no se emite, la gente se la descarga de Internet para verla. “Aída” ha pegado en Caribe más fuerte que aquí.
¿Cual cree que es el secreto del éxito de la serie?
Su descaro, en Latinoamérica es una de las cosas que más agradece la gente por la calle.
Cuando la ve, ¿se ríe tanto como el público?
Me río más con los capítulos antiguos de “Aída”. Con los nuevos estoy pendiente de si lo he hecho bien o mal y no me permito tanto seguir las tramas como con los primeros.
¿Ha llegado a desgastarle el personaje?
No, al menos yo no lo noto. Venir a trabajar me resulta igual de placentero que el primer día . Hay una familia muy potente dentro de esta serie, se ha creado muy buen ambiente con todo el equipo y eso quieras que no se nota.
Además me permiten compaginarlo con cine y teatro, con lo cual tengo tiempo para oxigenarme siempre que quiero. Es como tener novia y amante a la vez. Muy interesante tendría que ser el proyecto que me ofrecieran para que yo dejase esta serie.
¿Va a compaginar la serie con algún otro proyecto?
Siempre digo que no pero luego surgen proyectos y, al final, acabo haciéndolo todo. Tengo algunas cosas en mente, tanto de teatro como de cine.
¿Está satisfecho con su trabajo en “Dieta mediterránea”?
Mucho, la película ha sido vendida a veintisiete países diferentes y está teniendo más éxito fuera que aquí.
¿Le gustaría cambiar de registro?
Me divertiría hacer del “Duque” pero la verdad es que no tengo ninguna claustrofobia dentro de la comedia. Llevo muy a gala el sambenito de cómico porque creo que es lo que mejor se hacer.
¿Qué es lo más difícil de hacer de Luisma?
Darle gracia a chistes tan pasados. Son chistes muy burros para los que tienes que ser muy tonto, tonto de verdad. Para interpretar al Luisma necesitas mucha inocencia.
¿Sigue interpretándolo por la calle cuando le paran?
No, le gente me lo pide a veces pero yo cuando salgo del plató me olvido de Luisma. Mejor o peor, la popularidad es algo a lo que te acabas acostumbrando tú y la gente de tu entorno.
¿Volverá Carmen Machi a hacer algún cameo?
No, está trabajando sin parar fuera de aquí; se cortó la coleta. Cuando nos echamos de menos quedamos para tomar unas cañas y ya está.