El veterano actor Luis Barbero falleció ayer en Madrid, a los 89 años, a causa de un accidente vascular. Decano de los intérpretes españoles, el entrañable Matías de “Médico de familia” transmitía, tanto fuera como dentro de pantalla, una imagen de buena persona y arropó la mayoría de sus personajes con su inconfundible sonrisa. Se retiró hace ya unos cuatro años debido a su avanzada edad, perso siguió haciendo colaboraciones esporádicas en televisión, la última de ellas hace unos meses en “Splunge”. Luis Barbero, que nació en Madrid en 1916, iba para aparejador, pero se subió a un escenario de la mano de su padre, y debutó profesionalmente el 24 de diciembre de 1939 con la zarzuela “El rey que rabió”. Aunque su gran pasión fue el teatro, medio en el que vivió su único “pateo” estrenando una obra de Azorín, Barbero fue uno de los pioneros del café teatro y de la televisión, donde apareció en numerosos “Estudio 1” y participó en conocidos espacios como “La casa de los Martínez” y programas infantiles como “Don Lupa” y “Los mundos de Yupi”. Su amplio currículum se completa con cerca de 200 películas, entre las que figuran “El rey pasmado”, “Yo soy ésa”, “El Lute: camina o revienta” o “La colmena”. Reconocido en varias ocasiones, tenía especial cariño a los galardones de la Unión de Actores -recibió el Pepe Isbert en 2000 - y siempre guardó un recuerdo cariñoso del homenaje que recibió en su última representación en un escenario, cuando sus compañeros del Teatro Lírico Nacional La Zarzuela cortaron por primera vez en su historia una representación para rendirle tributo. Una doble emoción porque fue el teatro en el que pasó su infancia.