Segunda entrega

Más famosos explican por qué les gusta y no la televisión

Jaime de Armiñán - Realizador * Porque era un juguete nuevo y yo

no había cumplido 30 años. Porque

era el principio de un camino todavía

en sombras. Porque trabajaba en una oscura oficina

y los estudios del Paseo de la Habana me parecían los

de la Metro. Porque me gustaron muchísimo Blanca

Alvarez y Laura Valenzuela. * Porque que ya no tengo 30 años. Porque el maravilloso

juguete se ha oxidado. Por que han muerto

Adolfo Masillach y Enrique de las Casas. Porque

–“salvo excepciones”– a la ilusión le ha sucedido la

zafiedad. Porque algo huele a podrido en Dinamarca.

Ana Blanco. Periodista. Presentadora del Telediario-1. TVE

* Lo que más me gusta es la cobertura

mundial e instantánea que da de

los acontecimientos más importantes. * Que la oferta de programas de las cadenas sea tan

parecida. Falta originalidad y arriesgarse.

Carlos Boyero. Periodista. Crítico de televisión

* No me gusta la televisión pero es

obvio que no se puede prescindir de

ella. La utilizo para hablar de la vida

real porque todo lo que pasa nos lo muestra la televisión. * La mayoría de la gente tiene a la televisión como la

única manera de asomarse al mundo y la gente es muy

manipulable con una televisión mala y miserable. Hay

que saber desconectar de ella y ponerse por ejemplo a

leer un libro; y lo dice alguien como yo, con un espíritu

fenicio, al que pagan muy bien por verla y criticarla.

Andreu Buenafuente. Showman

* Porque es lo más parecido a

“hablar con alguien en persona”.

Porque pone todos los medios visuales

a tú alcance para emocionar, informar, evadir y sorprender.

Sobre todo, sorprender. La vida real es repetitiva

y previsible. La televisión es un paréntesis. Un oasis

para los ojos y el cerebro. La buena televisión, claro. * No la critico. No me gusta esa palabra. Yo me “quejo”

del poco compromiso de los profesionales con el medio.

Con los valores éticos y artísticos del medio. Me refiero a

todos: directivos, programadores, directores de programa….

Podemos hacer una tele mucho mejor y no sólo

unA excusa para poner anuncios. La constatación, muchas

veces, de la decadencia moral de la tele me entristece porque

me crié ante ella y ahora vivo dentro de ella.

Juan Cueto. Crítico y analista de televisión

* Porque me gusta el siglo en el que

vivo y además no hay manera de

entender el espíritu del tiempo sin la

televisión. El siglo XX quedó marcado irreversiblemente

por la invención e invasión arrolladora de las tres

pantallas (la del cine, la de la televisión y la del ordenador)

y el siglo XXI, tal y como va, será el siglo de la

convergencia (no sólo tecnológica) de esas tres pantallas

fundadoras que fueron decisivas en todos los órdenes,

incluidos los órdenes industriales, y ya está provocando

gracias a Internet una revolución total en los tradicionales

modos de ver, producir, transmitir y consumir imágenes,

sean en las pantallas domésticas sedentarias

como en las pantallas personales nómadas. * La critico por los mismos motivos por los que me

fascina. Porque es el más poderoso medio de información

y entretenimiento y además funciona en dirección

única y apabullante, como la política pero sin elecciones.

La critica de televisión es exactamente la crítica de

la vida cotidiana, un género viejo como el periodismo

que inventaron los ilustrados europeos.

Pedro Erquicia. Director Programas de Investigación TVE

* Por la variedad de géneros que

abarca, por su inmensidad tecnológica,

por la pasión que profesionalmente despierta en mí. * No critico el medio que me parece uno de los inventos

más determinantes de la moderna historia de la

humanidad. Critico programas, actitudes, tendencias…

con las que no estoy de acuerdo. Siempre desde el respeto

profesional en el marco de la libertad de expresión que disfrutamos.

Iñaki Gabilondo. Periodista. Presentador de Noticias Cuatro 21.00

* Porque me pone en contacto con el

mundo en el que vivo. * Porque me resulta más fácil romper el espejo que

reconocer que este mundo en el que vivo es bastante

horrible.

Antonio Gasset. Director y presentador de Días de cine. TVE

* Mi ingenuidad me llega a seguir

creyendo en la televisión pública,

objetiva -si esta palabra define algo, creo que no-, y

didáctica. Algo con lo que soñó ya hace más de 40 años

el maestro italiano Roberto Rossellini. Sueños y promesas

que se han ido disolviendo en el tiempo pero que

todavía me conduce con frecuencia a encender el televisor

con ánimo esperanzado pero siempre en las fronteras

del pánico. * La desesperanza causada por no haberse cumplido

gran parte de las expectativas creadas. En cualquier

caso, documentales de historia algunas series y por

supuesto el Barça me siguen aproximando a este mágico

aparato.

Carlos Herrera. Periodista.

* La televisión que me gusta es la

informativa, aquella que permite al

público en general permanecer al

tanto de lo que ocurre a su alrededor, en su entorno. La

televisión que me gusta es aquella que emite programas

al estilo de los especiales de A Fondo, de Antena 3

Televisión. * No me gustan los que merced a la calumnia se hacen

millonarios. No me gustan los programas de televisión

que consisten sólo en calumniar, merced a la contratación

de calumniadores profesionales.

Josefina Molina. Realizadora

* Porque es un medio de comunicación

e información inmediato,

capaz de hacerte vivir la actualidad

al mismo tiempo que se produce. Porque es un

poderoso instrumento para educar, ilustrar y construir

seres humanos más libres y conscientes y para

aumentar la solidaridad en un mundo globalizado,

pero injustamente desigual. Porque puede difundir

la cultura y mejorar los criterios estéticos de las

mayorías. * Porque hoy la televisión es prisionera de las leyes

implacables del mercado. Porque es la publicidad

quien la gobierna y quien la programa. Porque en

muchos casos atenta contra la dignidad de las personas.

Porque crea una falsa realidad, porque utiliza el

miedo y la violencia para tenernos asustados e insolidarios.

Porque estraga el gusto de los espectadores

fomentando las estéticas más horteras, la improvisación

y el vale todo. Porque nos trata como consumidores

indiscriminados y estúpidos.

Karmele Marchante. Periodista

* Por que me entretiene y me informa. * Siempre la defiendo. Por que soy

usuaria. Por que trabajo en ella. Y porque la conozco

perfectamente

Paco Lobatón. Periodista

* Me gusta la televisión porque es

el medio que llega a más gente y

eso, desde el punto de vista histórico,

es una importantísima conquista democrática. Me

gusta porque es una herramienta de comunicación

horizontal, dependiendo, claro está, de cómo se programe.

Me gusta porque es una ventana abierta al mundo

que amplia los horizontes inmediatos y hace próximos

los más remotos. Me gusta porque he asistido a su crecimiento

tecnológico, primero del blanco y negro al

color, y luego de la transmisión unidireccional a las

formidables posibilidades de interactividad de la TDT. * Porque valoro la televisión en todos los aspectos

antes señalados, creo que tengo no solo el derecho sino

el deber de criticarla. Primero, como ciudadano, y a

continuación por la vinculación profesional que me

une al medio desde hace algo más de veinte años.

Critico sobre todo que se haga de ella un uso meramente

mercantil, ignorando su naturaleza de medio de

comunicación social. Y critico que la sociedad, la

nuestra, no sea más enérgica a la hora de impedir los

abusos mercantilistas, así como los comportamientos

que resultan lesivos para los segmentos más vulnerables,

en particular los niños.

Juan Ramón Lucas. Periodista

* Me gusta porque me permite

compartir, enseñar, conocer y disfrutar

y que eso sea un trabajo.

Como medio me fascina el espectáculo, la emoción

casi en vivo, su formidable capacidad de llevarme a

cualquier sitio y esa misteriosa virtud de hipnotizar a

todo el mundo. Su capacidad de atraerme a veces sin

querer o sin saber porqué me resulta también, como

todos los misterios, vitalmente atractiva. * No me gusta que se meta en mi vida cuando no

quiero; el vicio del mando a distancia, ni la sensación

de que sólo me cuenta una parte de la realidad: la que

encuadra la cámara. Me molesta que no haya filtros y

que su capacidad de influencia sea tal que la gente no

se cuestione lo que sale en ella. Es una ventana al

mundo que a menudo confundimos con el mundo

mismo, y eso es peligroso.

Eduardo García Matilla. Presidente de Corporación Multimedia

* Ha sido el invento que más ha influido

en la transformación de la sociedad

moderna. Fue una herramienta determinante, más de lo

que creemos, en la transición política española y ha democratizado

de manera irreversible el acceso a la información

y al entretenimiento. A veces, no muchas, resulta deslumbrante

su capacidad para seducir a todo tipo de audiencias…

incluidas las que presumen de no ver la TV. * Porque la quiero y, aunque parezca una paradoja… Porque es vulgar, poco creativa, no se compromete con

la sociedad, no explota sus capacidades reales, es casi

siempre previsible, está anclada en modelos del “siglo

pasado“… En definitiva, se ha contagiado de muchos de

los defectos de los profesionales que vivimos de ella.

Máxim Huerta * Tengo 35 años y la tele llegó a

casa con inquietud y aplausos. Era

carísima, 14 ó 15 mil pesetas de

las de Franco. Mi madre aún recuerda que nos la

hizo un técnico en su casa porque así nos salía más

barata. Era enorme y yo muy pequeño. La recuerdo

en blanco y negro y siempre dándole golpes por

detrás para que se ajustara. Pronto vino la llegada del

color casi al mismo tiempo que se iba el gris de la

dictadura. Mis vecinos bajaban a casa para verla juntos

y asombrarnos con todo lo que daban. Empecé a

soñar con el aparato que nos juntaba a todos frente a

él. La tele nos acercó la música, las noticias de aquí

y de fuera de España, nos hizo ver bodas a las que

nunca nos habrían invitado y empezamos a conocer

lugares que nunca visitaremos. La tele nos hacía

compañía porque éramos pocos en casa y llenaba

todo de sonido. Y cuando uno se llena de emociones

sólo puede querer a quien se las ofrece. Y así sigo. * No me apetece, porque tampoco me apetece criticar

a mi lavadora que últimamente se atasca, ni al

microondas que se pasa calentando la leche, ni tampoco

quiero poner verde a la batidora que hace un

ruido escandaloso... La tele es otro electrodoméstico

y no puede defenderse porque hay demasiado que

hablan por ella. Me conformo con que siga aguantando

tanta crítica dignamente, ahí en el mueble, colgada

de la pared en el bar o en la habitación del hospital.

Lo mejor que tiene es que es democrática y si no

me gusta la dejo descansar. Apago y punto, leches.

Lo sé, a veces se pone muy puta, muy ordinaria,

muy machista, muy burda... y la culpa no es de ella, es nuestra.

Antonio Mercero. Realizador

* ¿Qué es televisión?

dices mientras clavas tu mirada

en su pantalla azul.

¿Qué es televisión?

¿Y tú me lo preguntas…?

¡Televisión eres tú!

¡Y por eso me gustas! * Porque siguen existiendo, desgraciadamente, programas

criticables.

Montserrat Domínguez. Directora y presentadora de Ruedo Ibérico en Antena 3 TV

* Porque como espectadora me

informa, me emociona, me interesa,

me abre horizontes, me hace reír, me hace llorar, me

estimula, me divierte, me enseña cosas, me fascina, me

provoca, me relaja... y porque, como profesional, llevo

media vida aprendiendo, experimentando, sufriendo,

gozando y peleando cada día con ella. Es una suerte y

un lujo para un periodista hacer un programa informativo

diario en televisión. * Porque como espectadora muchas veces me aburre,

insulta a mi inteligencia, me ignora, no me interesa, no

me emociona, no me divierte y me entontece. Y como

profesional, porque querría que hubiera más huecos para

la imaginación y la calidad pero la dictadura del share

aplasta, casi siempre, la creatividad.

José Ramón Pérez Ornia. Director General de la Radiotelevisión del Principado de Asturias.

* Porque todavía es el medio de comunicación más

universal. Por la televisión pasa casi todo lo que existe

y lo que se hace en el mundo. Cuando enciendes la

pantalla es difícil no encontrar algo que te interese, en

términos de información y cultura, o que te entretenga.

Algunos de los atributos que más me atraen son el

directo, la inmediatez, la instantaneidad. * La crítica es siempre necesaria, en cuanto formulación

de un juicio o de una opinión. No me gustan, en

estos tiempos, el amarillismo o el sensacionalismo

como fines en sí mismo, los periodistas impostores, los

programas que ni te emocionan ni te hacen pensar.

Tampoco me gusta el falso directo.

Pedro Piqueras. Periodista. Director de Informativos Telecinco

* Porque me pone en contacto con el

mundo, con lugares a dónde nunca podré ir y con personas

a las que nunca conoceré. También porque me informa

y me entretiene como nadie. * A veces baja demasiado el nivel y no vende valores.

Y porque en ocasiones nos enseña lo peor de nosotros

mismos.

Victoria Prego. Periodista

* Me gusta la televisión porque me

distrae. Antiguamente me gustaba

porque me proporcionaba mucha

información y muchos elementos para la reflexión * Me produce rechazo una parte importantísima de la

programación que cuando la veo no salgo de mi estupor.

Critico que me ha retirado una parte esencial de la información

que me suministraba, y que fuera de los telediarios

haya poco más que merezca la pena.

Sebastián Alvaro. Director de Al filo de lo imposible. TVE

* La verdad es que después de casi

cuarenta años haciendo televisión

yo me pregunto lo mismo. Lo que más me atrae es su

capacidad de trasladarnos a otros mundos, y porque es,

después del libro, la herramienta cultural más importante.

Y, porque por encima de todo esto, es divertida.

Narrar una historia con imágenes y palabras es una de

las cosas más divertidas y apasionantes que conozco. * Yo no critico a la televisión y, menos aún, a los trabajadores

que la hacen posible. Critico un tipo de televisión:

la que encubre las miserias del político de

turno, y por tanto es cómplice de las mismas, la que ha

hecho de las miserias ajenas y la falta de ética su principal

objetivo, la telebasura, la que transforma las noticias

en una crónica de sucesos. En una palabra, todos

aquellos valores que más detesto en la vida, porque la

televisión que me enseñaron a hacer mis mayores (de

Antonio Abellán a Felipe Mellizo, pasando por varios

centenares más) era mucho mejor, más noble, más

entretenida y más digna.

Tito Valverde. Actor

* Me gusta la tele desde hace miles

de años. Cuando no existía ya me

gustaba. Está de moda decir que no la

vemos, no interesa…pues yo veo la tele y veo de todo.

Me gusta porque me entretiene y me da compañía. Uno

de los mejores momentos de mi vida diaria es sentarme

en casa a ver la tele de noche con mi mujer, cogidos de

la mano, y mi perra a mis pies. No podría vivir sin televisión

y mi casa está llena de televisores. * La critico cuando alguien difama a través de ella;

cuando se utiliza para promocionar a politicastros; cuando

ambiciosos negocian con ella; cuando intenta manipularnos;

cuando no está a la altura del ciudadano; y cuando

se dedica a crispar a la sociedad. Tenemos una televisión

y una clase política peor de la que nos merecemos.

Teresa Viejo. Presentadora de 7 días y 7 noches en Antena 3 TV

* Me gusta la televisión porque

representa la comunicación perfecta

con la audiencia. Una inmediatez fantástica en la que

se retratan con bastante precisión todos los pliegues

del mensaje. El progreso ha provocado un cambio

rotundo tanto en la manera de informar como de

entretener que nos permite desde conectar con las

barricadas de una guerra a vivir en directo cualquier

acontecimiento lúdico y ello contribuye a reducir al

mínimo las limitaciones de tiempo y espacio. Es un

escenario mayúsculo para el intercambio de emociones

que se acompasa al cambio social como nadie y

un formidable agente democratizador: todos pueden

ser objeto del minuto de gloria televisivo, desde el

ministro a su chofer. * No sólo no critico sino que ensalzo el medio aunque

cuestione algunos de sus contenidos y, en especial, el

talante. Esa percepción que lleva a considerar la televisión

como un mero producto de consumo en el que

todo vale con tal de engrosar la cuenta de beneficios

me infunde franca tristeza. La precipitación, la falta de

paciencia, el nerviosismo, la obligada rapidez de la

respuesta buscada, nos lleva a ser poco reflexivos y muy pasionales.

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