El Fòrum debate durante toda la semana sobre el papel de la televisión pública
Es necesario convertir al espectador de televisión en un ciudadano responsable, que ejerza la crítica, y que se comporte con altos niveles de exigencia ante la pequeña pantalla. La reunión de profesionales de televisiones públicas que se celebra hasta el próximo día 28 en Barcelona, en el marco del “Input 2004”, la International Public Television Conference, incluida en el Fòrum de les Cultures, reflexiona nuevamente sobre el papel de la televisión. La conferencia se celebra desde hace 26 años de manera alternativa en Europa y América, y es una importante ocasión para establecer contacto directo entre profesionales y para asimilar la evolución de las tendencias, los mitos y los «techos» de las televisiones públicas de todo el mundo. “Input” ha seleccionado 81 programas producidos procedentes de 31 países distintos –seleccionados entre un total de 236 producciones –, que serán visionados por 1.300 profesionales de cadenas públicas de todo el mundo. El objetivo: demostrar que otra televisión es posible. El lema de esta conferencia, “Ciudadanos televidentes”, recoge la voluntad de servicio público que es la razón de ser de las televisiones financiadas con dinero de las administraciones. A lo largo de toda la semana, los participantes en el diálogo responderán a preguntas como “¿es posible realizar una programación de calidad que tenga éxito en el ‘prime time’?”. 5 producciones españolas España está representada por cuatro producciones televisivas: el espacio de entrevistas y humor Una altra cosa, que presenta Andreu Buenafuente y produce El Terrat para Televisió de Catalunya (TVC); el programa de entrevistas Ratones coloraos, que presenta Jesús Quintero en Canal Sur y Telemadrid; el largometraje documental La pelota vasca, la piel contra la piedra, de Julio Medem; y la serie de ficción Cuéntame cómo pasó, que emite Televisión Española. Cada programa es presentado a los congresistas por sus autores, y al finalizar las proyecciones, se abre un debate donde se analizan sus contenidos y repercusión. Además, ayer lunes por la tarde se celebró una sesión especial en la que se proyectó el largometraje documental Balseros, de Carles Bosch y Josep María Doménech. Han intervenido en la organización de este evento audiovisual Televisió de Cataluña (TVC), Televisión Española (TVE), Barcelona Televisió (BTV), Universidad Pompeu Fabra (UPF) y Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). El Director General de la CCRTV, Joan Majó, invita a las televisiones públicas a ser “innovadoras, polémicas y desafiantes” Joan Majó explicó a los participantes y productores de programas televisivos en el acto de inauguración que la televisión pública de Cataluña «es joven, sólo tiene veinte años», su nacimiento fue consecuencia de una demanda social frustrada por «razones políticas» durante los años anteriores. Según Majó, a la audiencia catalana le gusta nuestra televisión pública porque «la sienten muy cercana, muy personal, porque les hace ver el mundo a través de nuestros ojos». Majó dijo que «intentamos permanecer dentro de las normas de la televisión pública, pero sin renunciar a la audiencia, es más, luchamos por conseguirla». Joan Majó ha aprovechado para dar un consejo a los productores de televisiones públicas presentes en la sala del Centro de Convenciones de Barcelona: «Sed innovadores, sed polémicos y sed desafiantes.» El alcalde de Barcelona, Joan Clos, dijo en la misma presentación que las televisiones públicas tienen un papel muy importante en un momento en que guerras y terrorismo «aumentan en términos de víctimas». Clos manifestó que «actualmente la cultura de masas está dirigida a través de las televisiones», y por este motivo ha pedido que «en la medida de lo posible», la televisión contribuya a un mundo mejor. Los realizadores de televisión reflexionan sobre la cobertura de la guerra Los trabajos de los profesionales empezaron inmediatamente con un análisis de cómo se realiza la cobertura de la guerra de Irak y la manipulación de las noticias atendiendo a intereses propios de las televisiones y de los Gobiernos que las utilizan. El programa «Visiones de la guerra», de Bélgica, realizado apenas dos semanas después del inicio de la guerra de Irak, critica abiertamente la creación de la «guerra de la televisión» y los modos en que conductores y corresponsales hicieron de cada minuto previo a la invasión una cobertura con cierto aire de espectáculo, al amparo de los primeros bombardeos, los primeros prisioneros y los primeros muertos. Se reconoció, sin embargo, que la existencia de fuentes alternativas, en este caso la cadena Al Jazira y otros medios árabes, permitieron una cobertura diferente a la de la guerra de Irak en 1991. La serie de ficción «15.35 Andén 1», de Holanda, marcó la duda y el cuestionamiento ético, preguntando hasta que punto se debe proyectar o no una realización que ponga al descubierto las historias personales de los implicados y los intereses existentes detrás de las televisiones públicas. Basado en un hecho real, un accidente ocurrido en ese país hace tiempo, la serie cuestiona los medios para obtener la información y deja a la conciencia personal el uso público de la información obtenida.