Así fue el impactante cierre de midseason en 'The Walking Dead'

AVISO, SPOILERS: A continuación serán desvelados detalles de la séptima temporada de 'The Walking Dead'

'The Walking Dead' cerró anoche en Estados Unidos la primera mitad de su séptima temporada. Y como cada vez que hay parón, la serie regaló a sus fans un capítulo que marca un antes y un después. Y 'Hearts still beating' ('Corazones aún latiendo'), no fue una excepción.

Entre otras cosas, porque este octavo episodio ha supuesto la muerte de dos integrantes del grupo de Alejandría: Olivia y Spencer. Ambas bajas, claro está, provocadas por Negan. La primera, producida a partir de un disparo de una de sus Salvadores, mientras que el segundo falleció por un corte en el abdomen.

Los enemigos de Negan prometen presentar batalla

Negan daba así un nuevo golpe de autoridad, aunque sin ser consciente de todo lo que se está fraguando a sus espaldas. Y es que el villano cuenta con numerosos enemigos, los cuales comienzan a tener motivos y, sobre todo, armamento para presentar batalla.

El primero de ellos, Rick. El sheriff, alicaído tras presenciar las sangrientas muertes de Glenn y Abraham, se ha encontrado junto a Aaron diversas armas que pueden apropiarse sin depender de Negan. De hecho, ya se ha reunido en Hilltop junto a Maggie, Rosita, Michonne y Carl. Es más, allí también se encuentra Daryl, que finalmente ha logrado escapar gracias a la ayuda de Jesus.

En Kingdom, por su parte, los esfuerzos de Richard, Morgan y Carol pasan por convencer a Ezequiel para iniciar una guerra contra el líder de los Salvadores.

Dos grupos, en definitiva, con un mismo objetivo: acabar con Negan. Para ver cuál es su siguiente paso en dicha dirección habrá que esperar hasta el 12 de febrero, cuando 'The Walking Dead' regrese con su próximo episodio.