“Al filo de lo imposible” intenta escalar el Everest sin oxígeno
Pocos programas de televisión pueden considerarse honestos y fieles a sí mismos. Uno de ellos es Al filo de lo imposible de Televisión Española.
El pasado mes de mayo el equipo del programa trataba de subir sin oxígeno al Everest, la montaña más alta del mundo, por la cara norte con la intención de emular a las primeras expediciones británicas y , sobre todo, la protagonizada por Irvine y Mallory. Este último comentaba, en 1921, lo importante de su hazaña: “Hemos establecido una ruta hacia la cima para quién desee emprender la gran aventura”.
El domingo 7 de enero, a las 21,30 horas, los espectadores podrán ver , según comenta Sebastián Álvaro, director del Al filo de lo imposible, “un programa especial en los 15 años de trayectoria de Al Filo porque reconstruye con rigor las huellas de las primeras expediciones británicas”.
El documental de 70 minutos de duración ha sido rodado en blanco y negro con imágenes y fotos inéditas de las primeras expediciones de 1921, 1922 y 1924 y las mezcla con lo filmado por el equipo del programa.
Sin oxígeno suplementario
Para ser fieles en este homenaje a Irvine y Mallory, los miembros del equipo consiguieron ropa y atrezzo de la época, que utilizaron desde los caminos de acercamiento al Everest hasta una altitud de 8.200 metros.
Otro riesgo que tuvieron que asumir para poder realizar una reconstrucción coherente de la expedición de 1921 fue prescindir de las botellas de oxígeno. Es así como el Everest da muestra de lo que pueden llegar a ser 8.848 metros de altura.
Al filo de lo imposible no consiguió su propósito. La expedición alcanzó más de 8.600 metros antes de que un temporal los hiciera retroceder. Lo que nadie puede negar es que la batalla fue dura y, como ellos mismos afirman, la guerra no está perdida: “Estamos agotados pero satisfechos porque hemos sido vencidos en un combate legal; recordaremos el privilegio de haber sido derrotados por la mayor montaña del mundo pero volveremos al Everest, cómo vamos a renunciar a nuestra propia esencia”.