Una infidelidad y un plantón, en el viaje a Roma de Corina
Corina abandonó el sol de Tenerife para viajar a Roma junto a cinco de sus príncipes. Guillermo, Luis, Jorge Caín, Pascual y Andrés fueron los elegidos para intentar ‘enamorar’ a la protagonista con el Coliseo de testigo.
A excepción de Diego, refugiado en su diario, el resto de pretendientes que se quedaron en España no perdieron el tiempo. Una jornada en la playa junto a Javi, el amiguísimo de la ‘princesa’, terminó con los chicos “adoptando” a Allyson, una niñera americana que sedujo a Brian.
Menos suerte en el amor tuvo Guillermo, que dijo adiós al programa de la forma más cruel: un plantón con el único consuelo de un redactor del programa.
'Pasteleo' y muchas, muchas risas de Corina
Con Diego a miles de Kilómetros, Luis y Pascual eran conscientes de que era su momento. ‘Pasteleo’ vs no ‘pasteleo’, o lo que es lo mismo, una rivalidad por el corazón de Corina que les obligó a mostrar sus cartas.
La protagonista, que no dejó de reírse en todo el programa, se quedó gratamente sorprendida con el ‘surfero’ y su cita en la Fontana de Trevi.
Pero Jorge Caín no quedó atrás. El portador de “la mandíbula cuadrada y los labios carnosos” más famosos de la televisión le prometió un futuro dulce, comiendo helado de chocolate.
Guillermo dice adiós con un plantón en la Plaza de España
De poco le sirvió su ‘magistral’ dominio del italiano en su cita o su intento de repetir la famosa escena de la Dama y el vagabundo con los spahettis.
Esta vez no fue una calabaza sino un plantón en la Plaza de España, donde esperaba Guillermo a su princesa, que nunca llego. Eso sí, se llevó un caluroso abrazo del redactor que le acompañaba.
El huracán americano Allyson seduce a Brian
Quién fue a Sevilla perdió su silla. Y quien dice Sevilla dice Roma. Corina se marchó dejando a la mitad de sus pretendientes en Tenerife y éstos no tardaron en olvidarla. Allyson, una joven chica americana se acercó al grupo y éstos decidieron “adoptarla”.
Lucha canaria, un bar, una fiesta en la casa de Corina... y un beso. Brian no puso freno a sus ‘sentimientos’ y acabó dando rienda suelta a su pasión con la recién llegada.
