En la información política se encontraron hace ya una docena de años los miembros de Minoría Absoluta, que firman el programa del mismo nombre en la emisora catalana RAC1. Los periodistas serios Toni Soler y Queco Novell descubrieron su nueva vocación, “claramente humorística: buscar el lado ridículo de cualquier cosa que tenga que ver con la política”, explica Soler (Figueres, Girona, 1965), que dirige el nuevo proyecto del grupo: Mire usté (domingos, 21.45, Antena 3). Pregunta. ¿Contentos con su paso, la temporada anterior, por Las cerezas de Julia Otero (TVE-1)? Respuesta. Fue una prueba piloto. Era un espacio muy pequeño en un programa de una duración considerable. Eso limitaba el impacto que pudiéramos tener, pero para dar el salto nos fue muy útil. P. ¿El domingo es buen día para la parodia política? R. No entiendo de parrillas ni de audiencias. Llevo años haciendo televisión y cada vez entiendo menos. Me fío de los programadores de Antena 3. Eso sí, es un programa pensado para ir después del informativo: las noticias, y después su parodia. P. Es usted el único que no se caracteriza en Mire usté. R. Nunca he sido imitador, no me sale, aunque me encantaría, porque los actores se lo pasan bomba. En la radio soy el maestro de ceremonias, el payaso serio. Es un papel muy bueno para repartir juego. En televisión he presentado programas y me gusta mucho, pero esta vez me siento muy cómodo en mi papel detrás de la cámara. P. Con El Terrat dejó su trabajo de redactor de la sección de política en un diario. ¿Su humor viene con la marca Buenafuente? R. Soy casi fundador de El Terrat. Y tenemos un terreno común, pero por deformación profesional nosotros teníamos la obsesión de la parodia política. P. ¿Y cambia el punto de vista de ésta si trabaja sólo para el espectador catalán que si lo hace para toda España? R. Pero si acabo de llegar... Empezamos porque aquí [en Madrid] había guiñol y en Barcelona no había nada. Era un déficit de la política catalana clarísimo. Ahora, nos vemos igual de capacitados para abordar la política española que un grupo de Alcobendas [Madrid], Bilbao o Sevilla. Vemos las mismas noticias. Otra cosa es si la visión es más bipolar o multipolar por venir de Barcelona. Pero nuestro objetivo es hacer un programa con el que se pueda reír cualquier espectador de España. P. Y como les pasó a los guiñoles de Canal +, ¿algún personaje les ha pedido que le parodien? R. En Cataluña sí, algún político lo sugirió, pero dar nombres sería feo. Y a algunos ministros o ministras si no los imitamos es porque en un año de Gobierno aún no salen muchos tics... P. Uno de sus programas, Set de nit (2001, TV-3), fue pionero en incluir a la familia real entre los personajes imitados, por lo que recibieron llamadas de atención. ¿Ha bajado aquella presión? ¿Ya no hay llamadas al orden? R. Espero que no. Sería absurdo, son personajes de la vida pública como los demás. Intentamos no caer en la ofensa gratuita, pero la parodia vale para todos igual, y está bastante más aceptado de lo que muchos creen.