“Jefe, ¿qué es lo que tiene? ¿Que qué es lo que tengo? Tengo de tó…”
Cada año, a estas alturas de agosto, empiezan a hacerse balances: ¿Se ha descubierto ya un nuevo programa de televisión que puede prorrogarse en temporada y que es un éxito? ¿Cuál ha sido la “canción del verano”?
Este año, quedan dudas de lo uno y de lo otro. Pero todo el mundo coincide que los tres anuncios creados por la agencia Tándem/DDB para la Organización Nacional de Ciegos, son la auténtica revelación televisiva y musical del año. Lo que está pasando con los tres “spots” bautizados como Cremita, Medusa del Amor y Las tapitas no se recuerda desde hace muchos años.
Una vez más la frescura y la espontaneidad, la supuesta improvisación y la conexión con el espíritu popular, han fabricado un éxito que ha llegado al gran público. Hacía tiempo que la gente no esperaba, ávida, las pausas publicitarias para “cazar” una vez más el anuncio de “las tapitas”. Los camareros se acercan a las mesas y no es extraño que los clientes les pregunten: Jefe, ¿qué es lo que tiene? y que la respuesta sea, con mucho cachondeo y sentido del humor, ¿Que qué es lo que tengo? Tengo de tó…
Parte de los actores son los empleados de la agencia en supuestas “tomas falsas” La agencia Tándem apostó por la broma para llegar a los consumidores. Para enseñar su idea a los directivos de la ONCE, los creativos grabaron una toma falsa con sus propios empleados haciendo de cantantes. Cuenta lo que ya es leyenda que cuando los responsables de mercadotecnia de los “ciegos” vieron el resultado, se partieron de risa. A continuación, ya con el visto bueno para proseguir, se rodaron nuevas tomas con actores profesionales, pero ninguna logró superar el improvisado trabajo inicial. Total, que fueron tres empleados de la agencia de publicidad, César Oliva, Ricardo Rovira y Samuel Vázquez, los que finalmente triunfaron involuntariamente como actores cómicos. Para seguir en el mismo tono desenfadado y “calavera”, los coros que les acompañan son también voces de empleados de Tándem que tienen una misma cualidad: cantan y tararean terriblemente mal, y son extraordinariamente divertidos.
Tándem cuenta que el casting siguió con pruebas a distintos trabajadores que pasaban por allí. Cuando mostraban dotes musicales o se acercaban a la corrección vocal, eran descartados. Así las chicas de la limpieza, técnicos de sonidos, asistentes de diverso tipo y secretarias acabaron haciendo voces para Yo el botijo, Rumbita y Soy un hippy, las canciones que se escuchan en las distintas emisoras de radio.
En otros casos, los figurantes no pertenecen a la agencia. El cliente y el camarero de Las tapitas provienen de un casting hecho en la calle y grabaron el anuncio pensando que era una prueba, convencidos que no saldría al aire ni de broma, pero fue la toma elegida para pasar a la posteridad.
El caso es que media España canta este verano estas canciones, mientras la otra media se parte de risa, las tararea y se divierte. Para los desmemoriados, la letra de la canción más popular:
Las tapitas Jefe, ven aquí pacá Jefe, ¿qué es lo que tiene? ¿Qué qué es lo que tengo? que tengo de tó ¿Qué qué es lo que tengo? que tengo de tó tengo gambas tengo chopitos tengo croquetas tengo jamón tengo morcilla tengo ensalá tengo una hueva muy bien aliñá. Jefe, que no me he enterao Jefe, ¿Qué qué es lo que tiene? ¿Qué qué es lo que tengo? ¡ojú! ¡qué pezao!