Jorge Cadaval y su marido Ken se metieron en el armario... de Bertín
'En la tuya o en la mía' vivió ayer su mejor noche con la divertida entrevista de Bertín Osborne a Los Morancos, que dominó el prime time con 20.5% de cuota de pantalla y 3.902.000 espectadores, el récord absoluto del programa.
El conductor del espacio primero charló un rato con Jorge Cadaval, y a esa conversación se unió luego el marido del cómico, Ken Appledorn. A continuación Bertín entrevistó a César Cadaval, mientras el matrimonio se dedicaba a “cotillear” su casa.
Después, y junto al hijo de César que también se sumó a la cita, todos comieron alrededor de una mesa, y el programa acabó con Los Morancos y Bertín Osborne compartiendo una partida de billar en la que se hacían preguntas.
Jorge Cadaval y las risas por la postura para amortajar a su padre
El mayor de los hermanos Cadaval comenzó sincerándose con Bertín Osborne sobre lo mucho que le había costado superar la muerte de su madre, y después pasó a contar una divertida anécdota que les ocurrió tras morir su padre.
Jorge le explicó que fueron los hermanos los que le vistieron para que luego le metiesen en el ataúd, y que él decidió que debía ir en vaqueros porque a su padre le encantaban. El primer ataque de risa les dio cuando, tras subirle por las escaleras para amortajarle y mientras él le ponía los vaqueros, al fallecido se le escapó un sonorosísimo pedo.
Pero no fue lo único. Después, ya con el padre vestido, a Jorge y su hermana no les gustaba la postura con los brazos cruzados, por lo que estuvieron un buen rato cambiando a su padre de postura: con la mano en el bolsillo, en el pecho...
Ken Appledorn demostró su humor y pidió a Bertín un autógrafo para su madre
La segunda parte de la charla de Bertín con Jorge Cadaval incluyó al marido del cómico, Ken Appledorn, que en nuestro país conocemos por su papel en 'Refugiados'.
Antes de sumarse a la conversación, el programa mostró cómo el estadounidense había estado “perdido” por la casa de Bertín, mientras veía toda la casa y compartía comentarios graciosos.
Ya sentados todos juntos, lo primero que hizo fue pedirle a Bertín un autógrafo para su madre. Y después, demostró que tenía el mismo buen humor que su pareja, por ejemplo imitando a Omaíta y explicando cómo se habían conocido.
César Cadaval confesó la unión con su padre y su pasado “macarrilla”
El otro “Moranco”, César Cadaval, demostró desde el inicio todavía más confianza con Bertín Osborne. El presentador llego a decir al principio del encuentro que “ya has estado en mi casa 100 veces”, entre risas con el cómico.
Ya en su charla, César explicó que él estaba muy unido a su padre porque compartían afición por el fútbol, los toros y el cante. También explicó que cuando conoció a su mujer y madre de 4 hijos él iba con una “coletilla de macarra” que ahora no le pegaría nada.
Lo que más risas deparó fue su confesión de ser “muy hipocondríaco”: “A Jorge y a mi mujer les he despertado diez mil veces diciéndoles que me moría. Mi mujer hubo un día que me dijo: ¡Pues haz caca!, como a los niños pequeños”.
Mientras ambos hablaban, el programa mostraba cómo Jorge y Ken cotilleaban la casa del presentador, con momentos de humor. El cómico se limpió el agua de las manos con el mantel de una mesilla de noche, y los dos se probaron los modelitos “vaqueros” de Bertín en su vestidor.
A la mesa de la comida se sumó el hijo de César Cadaval, entre anécdotas y risas
Tras reunirse de nuevo, los 4 se fueron a comer. A la mesa se sumó César, el hijo del menor de Los Morancos, que demostró la cercanía de la familia con Bertín al explicar que le llama “el tío Bertín”.
En la mesa no pararon de reírse: Los Morancos haciendo una escena de humor; Ken contando un chiste, cantando como Alejandro Sanz y tocando las palmas; y el joven César explicando una divertida anécdota de niño que ruborizó a su padre.
El billar más desastroso de la historia puso el punto final a la entrega
Para finalizar el programa, Los Morancos hicieron pareja al billar para jugar contra Bertín Osborne, con las mismas normas que cuando el presentador jugó con Jesulín: quien metiese bola, preguntaba al otro.
Pero resultó un desastre porque, como ninguno de los dos cómicos lograban meter bolas, acabaron “boicoteando” el juego golpeando las bolas cuando ellos querían, entre las risas de Bertín.
Eso sí, con mucha mala leche les dio tiempo a volver a preguntar a Bertín Osborne por las fechas de cumpleaños de sus hijos, como ya hizo Jesulín y provocó la duda del conductor del programa.