Jorge Javier se hace por fin con 'Gran Hermano': 3 claves de su mejor gala
Por Paula HergarPaula Hergar
La séptima gala de 'GH 17' fue la mejor para Jorge Javier Vázquez. Si hasta ahora se le había visto incómodo, inseguro o desubicado como conductor del mítico reality de Telecinco, ayer fuimos testigos de ese 'click' que consiguió encajar por fin al presentador y el programa.
Vázquez es el presentador estrella de la cadena y - dejando de lado pocos fracasos que son imprescindibles para un buen conductor de TV - todo lo que toca lo hace oro. Pero desde que Mercedes Milá le pasara el testigo parecía que había aceptado un regalo envenenado: nadie diría que no a presentar 'Gran Hermano' pero, ¿alguien alcanzará el nivel al que lo ha dejado la periodista que ha hecho tan suyo el formato? 16 años (menos uno) viendo a Milá ligada a la casa de Guadalix, al plató del mayor ojo, y a 'sus niños'.
Por ello, fuera quién fuera el sucesor iba a tener una ardua tarea. Pero ayer Jorge Javier demostró que 'GH' no solo puede tener una personalidad, es más, ya empezamos a normalizar la voz del presentador anunciando: “La audiencia de 'Gran hermano' ha decidido que debe abandonar la casa...”
3 razones por las que Jorge Javier ya se ha hecho con 'GH'
- ¡Por fin opina y no es imparcial!
Al coger el testigo de Mercedes, Jorge Javier estaba en el punto de mira de todos los amantes del reality que vertieron la rabia por despedir a la presentadora contra su sucesor. Así, este se empequeñeció intentando pasar lo más desapercibido posible sin tan siquiera opinar para no calentar aún más a los fans de unos u otros concursantes. “Un presentador no opina” dijo en varias galas, aunque con el paso de las semanas vimos como ese corsé iba desvaneciéndose. Hasta la emisión de ayer en la que puso sobre la mesa sus favoritismos, consejos y opiniones sobre lo que ocurría, transmitiéndoselos hasta a los concursantes que quedaban asombrados.
Abroncó a Fernando por decir que le “importaba una mierda” la decisión de la audiencia o se metió en la discusión entre Miguel y Adara opinando que si la novia de su amigo está molesta por algo, él debería dar un paso atrás.
Sí, señores, parte del espíritu Milá que tanto se le criticaba cada año por no ser imparcial, ha vuelto con Jorge Javier que verá caer sobre él la furia de los seguidores de los concursantes a los que abronca, pero qué hay mejor que verle apasionado por las tramas y sentir amor u odio hacia él, antes que indiferencia?
- Más bromas, soltura y comodidad
Todo está relacionado, y el hecho de que Jorge Javier haya decidido ser él mismo expresando sus opiniones y gustos ha logrado borrar la contención de su rostro. Ahora lee el guión sin miedo a equivocarse y cuando lo hace suelta una broma, ya no se enfada.
Hace guiños a los invitados que pasan por la casa, como con Jesús Vázquez ayer, a su audiencia aludiendo a otros programas, “Miguel llora como Rosa Benito, sin lágrimas”, y hasta a los concursantes usando sus propias frases, “con Clara sois solo amigos, ¿no?. Así crea un ambiente más personal entre todos y hace más suyo el reality.
- Ya conoce a los concursantes
Aunque ya hemos visto a Jorge Javier en programas con protagonistas anónimos ('Hay una cosa que te quiero decir') en los que brilla en todo su esplendor es en los que se rodea de VIP's: 'Supervivientes', 'Sálvame', 'Deluxe'... y al arrancar esta edición, con 16 concursantes desconocidos y pocas historias que contar, al presentador se le notaba más perdido, sin una luz a la que acudir.
Ahora, como decía Mercedes, que se han desarrollado las tramas en la casa con parejas, enemigos, pruebas y personajes, el Vázquez está mucho más animado y se nota que está siguiendo el programa con mayor interés. Sabe quién es quien (que en un principio le costó) y los puntos flacos de cada uno. Ayer veíamos cómo se las tiraba a Fernando al decirle “tu amiga Bárbara” en varias ocasiones o cómo bromeaba sobre Alain al comentar que le habían puesto ahí de espía.
Ya conoce a los concursantes, ellos a él y los espectadores a todos...¡ahora arranca el Gran Hermano de Jorge Javier!
