Jorge Javier: “Todos somos mercenarios de la televisión”
Después de cinco años al frente del desaparecido “Aquí hay tomate”, Jorge Javier Vázquez ha vuelto a revitalizar las tardes de Telecinco con el espacio de corazón “Sálvame”.
Además, desde hace dos semanas, ocupa con acierto el prime time de los viernes con la edición “Deluxe” del mismo programa, que ha conseguido superar al sólido “DEC” de Antena 3.
La cadena de Fuencarral ha querido premiar este éxito con un nuevo y amplio plató para “Sálvame”, que se estrenará el próximo lunes en la sobremesa.
Así lo ha desvelado hoy “mermelada”, como el mismo Jorge Javier se ha autodenominado de forma irónica en alusión al sobrenombre con el que le apodan desde “Sé lo que hicisteis...”.
“Hay muchísima gente que pone querellas por aburrimiento”
“El término telebasura ha perdido muchísima efectividad. Y, sinceramente, no hago caso a todos los que escriben de esto.”
“Incluso, ellos, tienen la obligación moral -moral digo, ¿eh?- de no repetirse y de no escudarse en los mismos términos”, ha dicho el presentador en una entrevista concedida a Lavozdigital.es.
Por otro lado, Jorge Javier explica que el límite de la televisión “está en las leyes. Mientras no se sobrepasen... Todos somos mercenarios y la televisión no puede ser un cortijo”, asegura.
“Hay muchísima gente que pone querellas por aburrimiento”, afirma el periodista. José Antonio Roca, por ejemplo, se dedicaba a hacerlo. Yo, de hecho, llegué a ir una vez a una citación en la que ni se presentó.
“A quien no le guste Belén Esteban, que no la vea”
Sobre el éxito del corazón en televisión, el presentador explica que “no hay que sorprenderse tanto, ni justificarse continuamente. Hoy, hay un montón de canales y podemos elegir. Incluso, podemos elegir no ver la televisión”.
En este sentido, el comunicador recomienda que “a quien no le guste Belén Esteban, que no la vea. Es como si alguien me dice: ”No me gusta Metallica“. ”Pues no compres sus discos“, le diría”.
“Esto se puede acabar en cualquier momento”
Vázquez recuerda que el fin del “Tomate” fue una “liberación” después de cinco años de trabajo. “Yo estaba deseando que se acabara”, apunta.
Por último, el presentador reflexiona sobre su éxito y el de otros compañeros como Jesús Vázquez: “Tanto él como yo tenemos la idea de que esto se puede acabar en cualquier momento”.
