Mariñas, “enamorado” de su clon en “La escobilla nacional”
¿Habrán molestado a los personajes y periodistas del corazón las parodias de 'La escobilla nacional', el nuevo programa de Antena 3 que debutó con éxito (18.2% y 3.715.000) el pasado domingo? Desde luego, a Jesús Mariñas, no.
El colaborador de “DEC” y “Espejo Público” escribe esta semana en su columna de La Razón una crítica de admiración hacia el espacio de humor que, por su interés, reproducimos a continuación:
“Una parodia inteligente del corazón”
“Humor catalán para enfocar o desmadrar personajes del guiñol nacional. Aquí no hay separatismos. Todo se les entiende y la distancia es buena para amortiguar, entibiar o disculpar mejor esa perenne comedia del arte en la que estamos inmersos. Más que corazón en sí, resulta descorazonador semejante «chinchanpún» ahora recogido bien por «La escobilla nacional». Éxito total, cargado de expectación en su primer programa, que batió récords en Antena 3.
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Personajes “más auténticos y creíbles” que los originales
Por él desfiló toda una galería de tipos habituales en la televisión rosa, realzados por una caricatura que reforzaba lo que por sí ya tiene la realidad siempre bufonesca para ellos. He aquí el tinglado de la nueva farsa: ese enredo inevitable que es la Duquesa de Alba -inefable el «gag» con la silla motorizada-, el generalmente patético Andrés Pajares, la inevitable Belén Esteban más viva en la recreación que en su propia existencia ante las cámaras.
Un Coto Matamoros más auténtico y creíble que el de la vida misma, la magistral María Teresa Campos, fiel a sus gafas al cuello -algo que siempre le molesta porque le parece envejedor- y este servidor de ustedes no sé si Crispín enredador.
“Un trabajo bien hecho”
“¿Cómo ha encontrado la parodia?», «¿te parece una buena imitación?», «¿te reconoces?», me preguntaban acaso buscando un bufido, descalificación o crítica. Nada más lejos. Estoy tan encantado del trabajo de Cuco Novell, hermano de la magnífica Rosa, una de las grandes de la escena catalana, que sólo me merece agradecimiento.
“Me descubro gracias a cómo me versionan”
“No es que me reconozca en su intento de ser yo, sino que me descubro gracias a cómo me versiona. Han hecho un magnífico trabajo de observación y seguimiento, no solo en lo aparente o indumentario. Captó algún gesto de hombros, el cruzado acostumbrado de piernas, gestos habituales pero imperceptibles.”
“Me rindo y quedo enamorado de cómo me ven”
“Asombrado, me rindo y quedo enamorado de cómo me ven. No siento enfado, sino satisfacción por merecer tal remedo. Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia, lo aseguro.”