Mercedes Milá: “'Gran Hermano' no ha perdido un millón de espectadores por mí”
Mercedes Milá ha visitado RAC1 para dar la primera entrevista tras su marcha de 'Gran Hermano'. La periodista ha relatado cómo fue el proceso que vivió hasta que tomó la decisión de dejar el formato. También ha explicado cómo está viviendo las galas conducidas por Jorge Javier y ha opinado sobre la bajada de audiencia.
Además, Milá ha recordado anécdotas que pocos sabían sobre los concursantes como cuando vio el casting de Kiko Hernández y se negó a que entrara.
La verdadera razón por la que dejó 'Gran Hermano' y la “indignación” con Vasile
Jordi Basté le preguntaba por qué no estaba presentando esta edición de 'GH': “Llega un momento que el cuerpo te dice basta”, respondía ella. “Hacía dos años que sentía síntomas de estrés, cansancio, había días que no quería salir de casa, me quedaba llorando en casa... era una sensación de hartazgo. No sabía de dónde sacar la ilusión y la pasión que tienes que tener para hacer 'Gran hermano'. Y tuve que hacer un esfuerzo tan grande que el cerebro me dijo 'basta'”.
Mercedes asegura que la decisión había sido suya, pero “cuando dije que lo dejaba me dijeron, 'no puede ser, esto no nos lo hagas' y dije pues vale, si me hacéis una oferta irresistible, me prometéis un programa social que es lo que quiero hacer, me subís un poco el sueldo, que llevo 16 años sin que me lo aumentéis, pues quizá me tentáis y me devolvéis la ilusión que me falta”.
Pero esa oferta nunca llegó, confesaba Mercedes, “no pude decir ni que sí ni que no porque nunca llegó. Pasó el tiempo y Vasile publicó la nota de prensa que me pareció absolutamente indignante porque parecía que lo que pedía iba a desestabilizar el programa y no era así. Y ya no hubo más que hablar”.
Milá: “No me es fácil ver la gala”
En la actualidad, la periodista ha confesado que le cuesta ver el programa: “No me es fácil ver la gala. Prefiero verla después, tranquilamente, tomo notas, como hacía antes, y si hay algo en lo que pueda ayudar llamo a Alvarito y se lo digo. Pero tengo una relación aún difícil. El cordón umbilical no es fácil de romper”.
Sobre su estado de ánimo asegura que no está triste “estos días me dicen mañana, tarde y noche que me quieren. Y eso es muy importante”. Y zanjaba diciendo que “el programa ha sido mi vida, y me ha hecho feliz durante muchísimos años. Se ha acabado y estoy haciendo otras cosas que me encantan”.
Sobre el descenso de la audiencia
Los colaboradores le preguntaban por el descenso de la audiencia: “Creo que hay una parte del público que está cabreada porque yo no haga el programa. Cabreada conmigo y con la cadena. Pero tanto como un millón de personas me parece demasiado. Eso no es debido a mí, es una decepción probablemente”.
Sobre su aparición y despedida en la primera gala: “No creo que fuera un error el haber aparecido. Fui para despedirme, sentí una emoción muy grande al ver a los exconcursantes, que les he escrito una carta muy sentida porque estoy muy agradecida de que fueran. Pero yo me tenía que ir, el programa debía continuar”.
Y da esperanza a la edición: “Debemos darle tiempo, cuando el programa ya empiece a ir solo y las tramas empiecen a tener más fuerza, que es lo que pasa siempre, él (Jorge Javier) tendrá su puesto y el programa rodará”.
Milá: “Qué horror estar en la piel de Jorge Javier”
Sobre el relevo de Jorge Javier, Mercedes no ha querido hablar demasiado. Simplemente ha recordado que “sufría mucho por él. Esa primera gala pensaba '¡qué horror ponerme en su piel!'. Debía ser muy jodido sentir las cosas que se estaban oyendo esa noche”.
Pero de momento no han vuelto a hablar: “Yo le he enviado mensajes a través de terceras personas dándole ánimo y tranquilizándolo. Pero no he hablado con él, porque qué le tengo que decir yo”.
Su relación con los concursantes y una anécdota desconocida de la primera edición
Mercedes ha repetido su cariño por los concursantes: “Soy la primera que valoro su valentía. Sin los concursantes no hay programa. He ido a bodas, bautizos, reuniones familiares he conocido generaciones de concursantes. Me lo tomé como algo muy importante la relación con ellos. Ellos saben que tienen mi teléfono y me pueden llamar. Nunca abusan pero pueden”.
Al preguntarle por Koldo, uno de los concursantes de la primera edición de los que no se ha sabido mucho más, la presentadora recordaba que “entonces se grababa el programa en una casa con menos seguridad que la actual. Entró un simpatizante de ETA y Koldo lo paró y le dijo en euskera que aquel no era el lugar, que así no se hacían las cosas. Fue un momento grave pero él fue el líder que paró eso”.
“Es un chico inteligente, que está estudiando y apartado del mundillo. Y es que hay concursantes de 'GH' que siguen saliendo en televisión y otros que no quieren saber nada más”. “Muchos viven una gran injusticia y es que se les estigmatiza, por ser exconcursantes les cierran muchas puertas.
Sobre Kiko Hernández: “Te pide ayuda y te da una patada en la boca”
El presentador, como curiosidad, le preguntaba si se había imaginado que Kiko Hernández iba a llegar tan lejos: “Si te digo la verdad no”, confesaba Milá, “cuando hicimos el casting de la segunda edición se presentó Kiko y yo dije 'no', este facha ni pensarlo. Este no entra por mis huevos. Y no entró en el 2, pero me fui en la tercera edición y allí entró”.
“Luego ha sido un personaje televisivo evidente. He tenido mis más y mis menos con él, peleas muy grandes, reconciliaciones enormes... y ahora estamos en un momento dulce, porque llega un momento que no puedes estar peleándote con todo el mundo porque no tienes salud”.
Además, la periodista reconocía que su relación con el televisivo era difícil: “Kiko es un caso curioso de una persona que te viene a pedir ayuda, tú se la das, luego te da una patada en la boca, te vuelve a pedir perdón, tú le perdonas, y así estuvimos como dos o tres años. Hasta que hemos llegado al punto en que nos respetamos”.
Sobre esa tercera edición de 'GH' que no presentó y que condujo Pepe Navarro, aclaró que la dejó porque quería “hacer periodismo todo el año. Pero viendo el programa sufría de tal manera que decía '¡pero si me lo está destrozando y es mi niño!'. No me gustaba cómo trataba a los concursantes. Y cuando acabó él, me llamaron y dije que sí, tirándome a la piscina en bolas. Pero ahora no. Quiero hacer una campaña para salvar a las librerías. Ahora ya no es lo mismo”.
Así acababa zanjando cualquier posibilidad de regreso al formato.