En el rodaje de 'El Niño', la gran apuesta de Tele5 Cinema y el equipo de 'Celda 211'
“Las películas vienen con el coste dentro el bolsillo, como los trajes de El Corte Inglés. No se puede hacer una película con menos de lo que se necesita para que se haga bien”. Así explicaba Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset España, las razones por las que se ha retrasado el “parto” cinematográfico de El Niño, la nueva película de Daniel Monzón. Tras saborear las mieles del éxito crítico y de público con Celda 211, el cineasta mallorquín se lanza por fin al agua con su quinta película, una historia “de aventuras contemporánea con humor constante” sobre el mundo del narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar.
Con el rodaje atravesando su novena semana de las doce previstas, y establecida la producción en Almería (tras haber rodado en Marruecos, Algeciras o Gibraltar), Telecinco Cinema ha abierto las puertas de la que consideran “una de nuestras películas de alta gama” a los medios, entre los cuales se encontraba Vertele.
Paolo Vasile ha estado presente en el encuentro, apoyando in situ la que será su gran apuesta para 2014 y visitando las grabaciones en el mar. Junto a él, los principales responsables de Telecinco Cinema (entre otros, Ghislain Barrois y Álvaro Augustín, consejero delegado y director general de la filial cinematográfica, respectivamente), que produce la cinta junto a Ikiru Films y Vaca Films; además de Luis Tosar y Eduard Fernández, las dos grandes cabezas de un reparto que también incluye a Sergi López y Bárbara Lennie.
*Ghislain Barrois, Daniel Monzón, Paolo Vasile, Luis Tosar y Eduard Fernández (Foto: José Haro)
“Todos los personajes viven en la frontera y están contaminados por ese espíritu”
Todos los implicados en El Niño han coincidido en hablar de este proyecto como un paisaje de los universos del Estrecho de Gibraltar, una historia de “fronteras entre el bien y el mal, entre las ganas de crecer y la imposibilidad de hacerlo”, en palabras del propio Paolo Vasile, luego refrendadas por su director al describir a sus personajes: “Todos viven en la frontera y están contaminados de ese espíritu fronterizo”.
El Niño, El Compi, El Inglés y Jesús
Dos grandes líneas narrativas convergen: de una parte, El Niño del título, un joven veinteañero al que da vida el debutante Jesús Castro, que junto a un amigo, El Compi (Jesús Carroza, Siete vírgenes) decide probar suerte transportando un alijo de hachís de un lado a otro del estrecho. De otra, las fuerzas de seguridad, representadas por Luis Tosar, que cambia de bando tras Celda 211. El goyarizado gallego incorpora a Jesús, un agente dedicado en cuerpo y alma a combatir el narcotráfico, y en concreto, al Inglés (Ian McShane, Deadwood).
Tras un chivatazo erróneo, Jesús queda degradado y obligado a encargarse de poner freno no al pez gordo que mueve los hilos, sino a los pececillos que se encargan del menudeo, como El Niño. Así, los destinos de uno y otro no tardan en cruzarse.
“Hacer una película siempre es un atrevimiento”
Acción y aventuras se dan de la mano con el humor en esta ocasión, de forma más acusada que en el anterior esfuerzo de Monzón. “Cuando se hace una película se hace esperando que guste al público. Hacer una película es siempre un atrevimiento”, se expresaba Vasile. El realizador, por su parte, se mostraba con confianza sobre el potencial de su cinta: “Yo, como primer espectador que soy, me estoy conmoviendo y divirtiendo, y creo que el espectador va a disfrutar y conocer un mundo que le es desconocido, algo que no se ha hecho en estas latitudes”.
* Daniel Monzón, en el combo, chequeando un inserto de Luis Tosar (Foto: Lorenzo Ayuso)
El rodaje se retrasó más de un año por problemas económicos
La definición del cine como “un atrevimiento” que compuso el directivo de Mediaset no anda nada desencaminada al pensar en el dilatado período de gestación y desarrollo de El Niño. “Hace un año y pocos meses, Daniel vino a mi despacho. Estaba un poco tenso porque le habíamos comunicado que la película se retrasaba por razones económicas, y vino a convencerme de que tenía que hacerse en abril, por un tema de tiempo, de disponibilidad, de apoyo de la policía...”, recuerda Paolo Vasile.
“Yo le dije: ”Daniel, lo siento mucho, pero de verdad no lo podemos hacer, no tenemos el dinero. Lo haremos el año que viene“. Nunca sabré si salió de mi despacho convencido. No tenía ningún motivo de confiar en mí, no me conocía”, prosiguió.
“Yo soy romano y los romanos medimos el tiempo por siglos”
“Muchas gracias, Pablo, por cumplir tu palabra”, le respondía poco después Monzón, quien confesó sus reticencias iniciales antes los planes de Mediaset de postergar la producción. No obstante, una conversación con el italiano le hizo reconsiderar la situación: “Yo soy romano y los romanos medimos el tiempo por siglos”, citaba al empresario. “Al final las cosas tienen que venir cuando vienen. Una de las ventajas del retraso es el hecho de que los actores protagonistas, que surgen de un largo cásting, es gente que sale directamente de la realidad. No dejé que el año pasará en balde, sino que me dediqué a ensayar con estos chicos, a irles introduciendo en lo que significaba hacer una película”.
La espera también tuvo sus réditos en lo económico, y es que la película logró obtener una ayuda del fondo Eurimages, destinado a proyectos audiovisuales de la Unión Europea, siendo la única producción española que lo consiguió.
“Es una película muy diferente a 'Celda 211', dejo que la propia película me diga cómo es”
El tiempo de espera entre Celda 211 y la que actualmente mantiene felizmente ocupado a Monzón, quien desprende auténtica pasión por su oficio. “Tuve un momento de vértigo después de aquello”, explicaba, en referencia a su anterior largo. “Fue tan arrollador y, para mí, inesperado que estuve un poquito confuso. Una vez recolocado en mi sitio de nuevo, se me pasaron los miedos: pensé que el hecho de que una película que haya gustado tantísimo es lo que hará que la siguiente la gente la quiera ver”.
Pero eso sí, ha querido dejar claro que “El Niño es una película muy diferente a Celda 211”: “Es otra aventura, y de hecho, dejo que la propia película me diga cómo es”.
* Luis Tosar en el helicóptero de la Policía, en el helipuerto montado en el Parque de Cabo de Gata (Foto: Lorenzo Ayuso)
Ayuda “determinante” de la Policía, con un piloto experimentado
Si ha de resumirse en una sola palabra cómo es este Niño de Telecinco Cinema esa sería, sin duda, el naturalismo. El equipo ha querido mostrar la realidad de los protagonistas de esos duelos en el Estrecho, entre la ley y la delincuencia, sin dejarse influenciar por imágenes preconcebidas. La representación fidedigna de las fuerzas de seguridad y orden era vital, y por ello, han sido vitales los acuerdos cerrados con la Policía, la Guardia Civil y Agencia Tributaria, los tres agentes principales en la lucha contra el narcotráfico en la que se considera la “puerta a Europa” de la droga.
De la colaboración con los primeros ha salido la utilización de un helicóptero de la propia policía. A sus mandos, el piloto del cuerpo Luis Bardón, “un cirujano del aire” encargado de aportar la credibilidad necesaria en el rodaje de las grandes persecuciones en alta mar a los criminales. “Están ayudando de forma determinante, con generosidad y talento, y están encantados de lo que se está haciendo”, refuerza Vasile.
Para Eduard Fernández, que encarna en el largometraje a Sergio, compañero de patrulla aérea de Tosar, la presencia en el set de la policía ha resultado especialmente útil para llevar a buen término su interpretación: “Los tenemos en todo momento con nosotros, y estamos atentos a sus reacciones. Cualquier improvisación se puede consultar con ellos”, comenta.
La policía, contenta con su participación: “Estáis reflejando cómo somos”
La meticulosidad de Monzón en su retrato de los personajes ha agradado a las fuerzas policiales, que se muestran complacidos por la ausencia de clichés en su representación fílmica. “No son los polis habituales, es gente real”, decía el director. Los agentes personados en el rodaje destacan lo mucho que una película como esta puede contribuir a mejorar la imagen pública del colectivo. El mismo Luis Bardón, del que aseguran está disfrutando como un niño esta experiencia en el mundo del cine, se lo hizo saber a Monzón: “Estáis reflejando verdaderamente cómo somos”.
“Estamos haciendo una película de acción muy física”
Por todo lo contado anteriormente, por la idiosincrasia de la cinta, tan cercana al suelo y al día a día, los efectos especiales no podían tener cabida en la realización. Todo lo contado en la película tiene su base en hechos reales, y el objetivo es que su plasmación en pantalla sea igualmente verídica y verosímil, sin dejar nada al retoque posterior. Una postura, esta, más propia de otras décadas en la industria. “Estamos haciendo una película de acción muy física, como a mí me gusta. El espectador eso lo nota, nota que lo que ve ha sido sufrido, vivido”. Las complicadas secuencias de acción, remarca Vasile, “son verdaderamente reales, no es un videojuego”.
*Luis Tosar en una escena de “El Niño” (Foto: José Haro)
El debutante Jesús Castro, el actor detrás de 'El Niño': “Es el Steve McQueen de aquí”
El cásting ha sido otro elemento fundamental para aportar la tan perseguida naturalidad: Monzón consideró contar con caras nuevas, salidas de esa misma realidad a la que se alude, de esos mismos escenarios. De ahí surge El Niño: Jesús Castro, un joven sin experiencia alguna en el campo de la interpretación, y que ha sorprendido al equipo al completo por sus dominio de la puesta en escena a pesar de su inexperiencia.
En menos de un año, el joven se sacó el carnet de conducir para dominar el volante en las persecuciones por carretera y ha aprendido igualmente a manejar las lanchas rápidas para escapar de los agentes, con una soltura tal que ni siquiera se inmuta por la amenazante presencia del helicóptero que lo sobrevuela, a veces a poco más de un metro de distancia. “Es el Steve McQueen de aquí, ya veréis”, exclamaba Luis Tosar, quien bromeaba también con sus conocimientos sobre la temática de la película: “Soy gallego, es difícil no saber del narcotráfico”, reía.
Ian McShane, la nota anglosajona en el reparto
Además de los rostros nacionales, tanto conocidos como noveles, en el reparto, destaca una colaboración muy especial en El Niño: la del inglés Ian McShane. El actor, habituado a producciones de gran formato -venía de trabajar con Bryan Singer en Jack, el caza gigantes y actualmente rueda la nueva versión de Hércules junto a The Rock- aceptó de buen grado participar en la película, interpretando al Inglés, el gran villano de la historia.
El equipo destacó la predisposición del intérprete, visto en televisión en Los pilares de la tierra o Deadwood, cuyas escenas fueron rodadas en Gibraltar. Monzón y McShane ya se conocían (estaba en el cásting de Murder Weekend, un proyecto aún pendiente del director, con grabación prevista en Londres), y aceptó la propuesta inmediatamente. Y eso, a pesar de los dos “hándicaps” notables con los que cuenta el filme: un presupuesto relativamente bajo y el idioma español como el principal “en un 98%”, algo que siempre dificulta la venta y distribución internacional.
*Daniel Monzón da instrucciones a Ian McShane y Luis Tosar (Foto: José Haro)
San José (Almería) recoge la filmación de las persecuciones en alta mar
La localidad de San José (Níjar, Almería), acoge el rodaje de El Niño desde la última semana de mayo de 2013. Con jornadas de trabajo nocturnas, de 18:00 a 6:00 horas, la Playa de los Genoveses es el enclave elegido para ficcionalizar las escenas de persecuciones que en la trama transcurren en alta mar. La tranquilidad de la zona, así como la ausencia de contaminación lumínica fueron claves para la elección del sitio.
Los días en Los Genoveses han sido especialmente duras, debido tanto a las condiciones meteorológicas adversas con las que se han encontrado (con vientos con rachas superiores a 60 km/h) como a la propia aparatosidad de los planos. No lo han sufrido tanto Luis Tosar o Eduard Fernández (cuyas escenas más complicadas se rodaron en anteriores localizaciones de Algeciras) como para los técnicos. “Hay una parte del equipo que sufre mucho. Ha habido tres hipotermias”, reconocía el actor protagonista.
La estancia en la playa almeriense ha dado lugar a no pocas anécdotas, relacionadas directamente con la realidad reflejada en el guión (escrito, como de costumbre, a cuatro manos entre Monzón y Jorgue Guerricaechevarría). La notoriedad del rodaje en Los Genoveses trató de ser aprovechada por algunos delincuentes para mimetizarse entre la producción y trasladar fardones de droga mientras se tiraban los planos de El Niño. En más de una ocasión, la policía ha tenido que contactar con los productores para saber si esas barcas que detectaban surcando las aguas eran parte de su despliegue, para, en función de la respuesta, dejar vía libre o salir a darles caza.
*Jesús Castro y Meriem Bachit, en un instante del rodaje de “El Niño” (Foto: José Haro)
Estreno en septiembre de 2014
Almería no es la última parada en el camino de El Niño. Aún queda otra más, que llevará al equipo a Gran Canaria hasta principios de julio. Una vez se las cámaras registren la última toma de la película, comenzará la postproducción, de cara a un estreno previsto para septiembre de 2014. Una fecha que se antojaría ideal para un lanzamiento en San Sebastián, sin ir más lejos. Fox distribuirá la cinta en salas españolas, con el objetivo de reeditar el recibimiento que obtuvo en 2009 Celda 211. Aún es pronto para conjeturar sobre si lo conseguirá o no, pero, si dependiera del entusiasmo con el que Daniel Monzón encara cada toma, con el que transmite sus directrices a sus ayudantes o con el que simplemente conversa con los periodistas desplazados, El Niño va muy bien encaminado.