Paula Vázquez: “Me puse a llorar con aquel beso de Íker y Sara”
Cuatro está volcada con el estreno previsto para la próxima temporada la cuarta edición de Fama, que llegará “con una serie de novedades revolucionarias”, de ahí su nuevo nombre: Fama Revolution.
Los profesores del programa, Lola, Marbelys, Sergio, Pau Vázquez y Benji, se turnarán para recorrer el país en busca de los futuros bailarines de la escuela a través de una serie de pruebas que empezaron este martes y que este año incluyen cinco flashmob. (*Entre aquí para ver el calendario de los castings).
El único que no participará en los castings es Rafa Méndez, “que se encuentra descansando y con otros proyectos”, según ha explicado el productor del programa, Floren Abad, en una rueda de prensa a la que asistió Vertele.com. “Nosotros seguimos contando con él”, ha manifestado, aunque no ha confirmado su presencia en la cuarta entrega de Fama.
Vertele.com ha hablado con la presentadora de Fama, Paula Vázquez, y con la directora de la Escuela, Lola González, que han dado algún detalle más sobre el programa que produce Zeppelin (Gran Hermano, Curso del 63, etc).
¿Revolucionan
Fama
Lola González: Siempre hace falta mejorar las cosas y renovarse. La escuela tenía un recorrido y necesitamos algo nuevo para ser más exigentes.
¿La calidad de los concursantes es cada vez mayor y por eso quieren hacer cambios?
Paula Vázquez: El espíritu de Fama siempre ha sido cambiar y evolucionar. Los profesores, la productora y la cadena siempre quieren ir a más… Esa actitud siempre ha estado ahí. Este año hemos cambiado también el nombre porque le hemos dado la vuelta a la tortilla completamente.
L: Algunos tendrán más nivel que otros, aunque estos últimos puede que evolucionen más que los anteriores. Fama tiene vida propia y necesitaba tener cambios porque si nos quedamos estancados, los concursantes vendrían con todo sabido.
Han dicho que por la escuela de Fama
L: Sí, van a ser menos los que entren y salgan, pero son muchos cambios los que habrá.
P: Este año va a ser una carrera universitaria. Los bailarines van a tener que ir salvando pantallas, como si fuera un videojuego. Además, la forma de competir será mucho más justa. Si alguien llega a la final será porque lo hace bien todo.
Además de los castings, han organizado cinco 'flashmob' por toda España, ¿qué pretenden encontrar?
L: No tenemos un estereotipo de concursante, buscamos gente especial que nos pueda sorprender, gente que se suba a un escenario y nos deje con la boca abierta.
En el flashmob elegiremos gente que veamos que lo hace bien. Les daremos una oportunidad para que vayan al casting que en cada ciudad organizaremos el día después.
Paula afronta ya la cuarta edición de Fama
P: No me he podido cansar porque no he entrenado ni una vez. Soy la única que no sudo (risas). Es un programa muy dinámico y eso hace que vengas con ilusión. Yo estoy enamorada de este formato desde hace tres años.
¿Le apetece hacer algo diferente en Cuatro?
P: Hubo un proyecto [Billete a Brasil] que no puede hacer porque la producción se retrasó y se me iba a solapar con el comienzo de Fama.
¿Se quedó con ganas?
P: Muchas, pero otra vez será. Lo bueno es que tengo un programa como Fama, en época de crisis, que eso ya es bastante, y que Cuatro sigue confiando en mí.
Echando la mirada atrás, ¿qué le ha supuesto este programa a nivel personal y profesional?
P: Un cambio brutal. He vuelto a creer en el entretenimiento porque había perdido la fe. Llega un momento en que el campo se acota tanto que tienes que dejar tus vísceras en casa para hablar de corazón. A mí eso no me sale.
Yo tuve un año y medio complicado antes de Fama, porque tuve que renunciar a muchas cosas que no me apetecía hacer. Ahora estoy encantada con Fama y Cuatro, porque es una cadena que siempre te da una palmadita en la espalda aunque un día hagas un 4% de audiencia. Y a mí me han echado de una cadena con un 24%... Personalmente, Fama me ha llevado a un público muy joven que ahora sí me conoce.
¿Alguna vez ha tenido que dejar, como dice, las vísceras en casa para hacer algún programa?, ¿vivió algún momento así en La isla de los famosos
P: No, qué va. Además yo tengo en el contrato una cláusula de objeción de conciencia –lo digo para que lo exija el presentador que quiera por si no lo sabe- que dice que yo entiendo el entretenimiento de una manera. Y que si a los concursantes se les va a cuidar, es porque se les va a cuidar, y que si por otros intereses se les quiere manipular, yo no voy a presentar ese vídeo, que lo haga otro.
Yo sí creo en el entretenimiento. El hecho de hacer sólo corazón, es que nos hace memos. Me da vergüenza cuando en la TV de otros países ves lo que están haciendo… Aquí nos hemos quedado obsoletos, porque se podrían hacer formatos maravillosos, pero qué más da, si aquí nos interesa criticar sólo a Carbonero.
Por cierto, ¿qué le pareció el momento del beso de Íker Casillas?
P: ¡Maravilloso! (Risas) Creía que iba a sacar el anillo. Me puse a llorar. Fue un valiente.
Y después de toda la polémica que surgió en torno a la pareja…
P: Siempre he pensado que es puro machismo. Si Sara hubiera sido un ‘cardo borriquero’ es que ni se la hubiera nombrado, aunque se hubiera puesto al lado del palo de la portería. Lo que pasa es que es un ‘cañón del Colorado’, tiene talento y éxito. Para qué le vamos a apoyar, si somos España…
Usted desempeñó durante varios años en La isla de los famosos el papel que ahora hace Eva González en La isla de los famosos Supervivientes
Tendría que tener más protagonismo, me gustaría verla más, pero eso depende de cómo se planteen el programa, si quieren dar más protagonismo al plató que a la isla, etc.
Ha hecho una crítica de la televisión que se hace en España, ¿cree que puede cambiar?
El que decide es el público, no los directivos. La audiencia tiene que ser más selectiva. Se han hecho programas de calidad que no han interesado a nadie. A veces prefieren ver cómo se tiran vasos de agua.