El Pentágono declara a Geraldo Rivera persona non grata en Irak por revelar posiciones estadounidenses
Responsables militares de Estados Unidos han declarado “persona non grata” en su campaña contra Irak a uno de los periodistas estrella de la televisión americana, Geraldo Rivera, por haber revelado, supuestamente, información táctica de la unidad en la que se encontraba, la 101 st Airborne. La sanción fue impuesta después de que el periodista trazara un mapa en la arena y revelara emplazamientos de tropas aliadas mientras transmitía en directo para la cadena Fox News. El periodista de origen puertoriqueño es muy popular en EE.UU. desde hace décadas por presentar el programa El show de Geraldo, de tinte sensacionalista. Durante la guerra en Afganistán fue corresponsal de la cadena Fox. Los militares estadounidenses exigen que el corresponsal de la Fox sea expulsado hoy de Irak. Geraldo Rivera se ha mostrado desafiante ante las órdenes del Pentágono y asegura que su plan es permanecer en Bagdad. Según publica la prensa americana, los militares darán hoy un ultimátum a la cadena Fox para que obligue a su corresponsal a abandonar Irak o “de lo contrario será expulsado por las Fuerzas Armadas”, ha declarado un oficial del Pentágono al diario New York Times. El Daily Mirror contrata a Peter Arnett para que “siga diciendo la verdad” “Despedido por Estados Unidos por decir la verdad... contratado por el Daily Mirror para que siga diciéndola”, dice hoy martes la portada del rotativo inglés. El editor, Piers Morgan, declaró a CNN: “Peter es uno de los periodistas más respetados del mundo y estamos complacidos que se incorpore a nosotros para exponer la verdad acerca de una guerra crecientemente dominada por la propaganda”. La NBC despidió el lunes a Peter Arnett por una entrevista concedida a la TV iraquí en la que el célebre corresponsal de guerra y ganador de un Pulitzer decía que el plan bélico de las tropas aliadas había fallado por la resistencia de Irak. “La estrategia seguida por EE.UU. no ha tenido en cuenta la determinación de las fuerzas iraquíes”, dijo. Arnett se disculpó posteriormente por haber hecho un “mal juicio” en esa entrevista. El periodista dijo en el programa de la NBC Today que lamentaba haber hecho esas declaraciones pero añadió que “había dicho lo que todos ya sabemos sobre esta guerra”. Arnett dijo que es evidente que dentro de EE.UU. está creciendo la oposición a la guerra y, en concreto, a la política de Bush. La NBC defendió a su corresponsal el pasado domingo, argumentando que éste había concedido la entrevista por cortesía y que sus comentarios habían sido muy analíticos. Pero el lunes por la mañana la cadena cambió de opinión y, después de que Arnett mantuviera una conversación con el Director de Informativos de la NBC, anunció que ya no trabajaba para ellos. “Se equivocó al dar una entrevista a una televisión controlada por el gobierno iraquí, especialmente en tiempos de guerra, y expresar sus observaciones y opiniones personales en ella”, fue la explicación que dio una portavoz de la cadena. El partido republicano criticó la entrevista del pasado domingo al programa Today, en la que Arnett dijo que sus amigos iraquíes la habían dicho que había un sentimiento creciente de nacionalismo y resistencia en Irak ante lo que EE.UU. y el Reino Unido estaban haciendo, algo que calificaron de “repugnante”. La “estrella” de la CNN en la primera guerra del Golfo Arnett, ganador de un Pulitzer por su trabajo como reportero en Vietnam para la agencia Associated Press, se hizo famoso en 1991 por su cobertura de la primera guerra del Golfo para la CNN. Ahora era uno de los pocos reporteros norteamericanos que habían permanecido en Bagdad, y sus crónicas eran retransmitidas frecuentemente por la NBC y sus cadenas filiales, MSNBC y CNBC. No estaba en Irak como reportero de la NBC, sino del programa de MSNBC National Geographic Explorer, pero cuando otros reporteros de la NBC abandonaron Bagdad por razones de seguridad, la cadena comenzó a retransmitir sus crónicas. La NBC ha dicho que tampoco seguirá trabajando para National Geographic. “Los iraquíes me han dejado quedarme en Bagdad por que me ven como un compañero de guerra”, dijo Arnett. “Saben que puedo no estar de acuerdo con ellos, pero cuento con su respeto”. Sus problemas con la CNN La primera administración Bush no estaba muy contenta con las crónicas de Arnett en 1991 para la CNN. Entonces fue denunciado por el reportaje que realizó cuando una bomba de los Aliados cayó en una fábrica de productos lácteos infantiles en Bagdad. Los militares negaron entonces que su objetivo fuera civil, e insistieron en que se trataba de una planta de armas biológicas, pero Arnett dejó claro en su crónica que lo único que se fabricaba allí eran alimentos infantiles. Es la segunda vez que Arnett, original de Nueva Zelanda, deja una cadena norteamericana en medio de la polémica. Él era uno reporteros en la emisión de la CNN en 1998 que acusó a Comandos de EE.UU. de utilizar gas sarín sobre las tropas americanas que habían partido hacia Laos durante la guerra de Vietnam. Arnett dimitió con el escándalo, pero Ted Turner, entonces presidente de la CNN, rechazó su renuncia. Meses después llegaba la guerra de Kosovo y la cadena decidió no enviar a uno de sus reporteros más veteranos a cubrir el conflicto. Muchos de sus colegas -entre ellos su máxima rival dentro de la cadena, Christiane Amanpour- le dieron la espalda y exigieron su dimisión. En abril de 1999, Arnett se presentó en casa de Turner y pactó una salida “amistosa”. Rompió el contrato que le ataba hasta el 2001.