Los programas judiciales, plato fuerte de las parrillas norteamericanas (II)
En 1996, una vez cerrado el caso O.J. Simpson, los court-shows comenzaron a registrar cifras de audiencia menores y el canal se planteó un cambio de imagen para resolver la eminente crisis, pero éste no llegó hasta finales de 1998. Un nuevo logotipo y fuertes cambios en la programación, que dejó a un lado el análisis jurídico y se centró en la retransmisión de juicios en directo, fueron la principal apuesta para mejorar los resultados de la cadena.
Actualmente, Court TV es el canal de contenidos judiciales más prestigioso de Estados Unidos. Su programación se basa en la cobertura de juicios en directo, aunque algunos de sus espacios más exitosos son Catherine Crier Live!, programa de análisis legales, algunos magacines que tratan casos reales -Forensic Files y Mugshots-, las reposiciones de reality shows como Cops o America's most wanted y series policíacas como Profiler o Homicide. Para Henry Schleiff, director de Court TV desde octubre de 1998, “el crimen y la justicia son dos áreas que despiertan un gran interés en el público, están llenas de emociones y de héroes”.
Jueces del show business
La juez Judy es, sin duda, la más conocida de los magistrados que presentan este tipo de shows. Su audiencia creció más de un 60 por ciento la pasada temporada y ha llegado a desbancar en el ranking a algunos de los reyes del panorama televisivo americano, como Oprah Winfrey, Jerry Springer y Rosie O'Donnell. Los casos de su programa implican a protagonistas que se han conocido previamente para conseguir mayor intensidad y pasión una vez en plató. Frases como “señor, usted en su mejor día no es tan inteligente como lo soy yo en mi peor día” reflejan a la perfección el fuerte carácter de la juez Judy.
Otro de los protagonistas de la oferta televisiva en lo que a court-shows se refiere es el juez Joe Brown, quien aplica a la justicia la sabiduría del niño callejero que fue en su día. Es famoso el caso en el que pidió a la víctima de un robo que se dirigiera a casa del ladrón para robarle algo, con el objetivo de que éste último supiera qué se siente al ser robado por alguien. Los juicios de Brown suelen estar cargados de una gran fuerza e intensidad y los testigos son fecuentes en su plató.
Por otra parte, un espacio más reciente pero igualmente exitoso es Divorce Court, donde la juez Mablean –quien no es realmente juez, pero sí abogado- actúa como mediadora en casos de familia. A diferencia de la versión de Divorce Court que se emitió en los años 50 y 60, los problemas que plantean los invitados son reales, no se trata nunca de actores que leen un guión.
[atrás]