Las cadenas de Australia, Francia, Alemania, Holanda, España, Reino Unido y Estados Unidos han lanzado al aire 1500 nuevos programas entre el último trimestre de 2003 y el primero de 2004, según el informe NOTA que elabora Eurodata periódicamente, lo que supone un incremento de un 20% en relación al mismo periodo del año anterior. Una de las características que destaca el informe es que los nuevos programas están repletos de consejos, advertencias o recomendaciones para mejorar el presente o el futuro de los espectadores. Los nuevos “shows” se dedican a mejorar la carrera profesional de los televidentes, les ayudan a encontrar la pareja ideal, o a cambiar el aspecto físico. También les “educan” en temas como protocolo, nutrición o belleza. Este tipo de mensajes se empaquetados como lo que ya se ha bautizado como “ficcionalización” de la realidad, utilizando actores o tramas dramáticas para narrarla o recurriendo a testimonios que hablan de su experiencia personal. “Reality shows”, el género que no cesa El “reality” sigue siendo el género más apreciado por las grandes cadenas comerciales, aunque permanentemente sujeto a cambios, modificaciones o innovaciones. Una de las tendencias que se detecta es que los concursantes son convertidos en “marionetas”, sometidos a manipulaciones, imposturas y mistificaciones. En esta línea se mueve “My big fat Obnoxious fiancé”, algo asi como “mi gordo y desagradable prometido”, difundido por la cadena Fox en los Estados Unidos, o “The Bedsitcom”, una comedia de situación de “cama”, que propuso Channel 4 en el Reino Unido. La nueva generación de “reality shows” propone a los espectadors “mejorar sus vidas”: este tipo de programas propone desde cambiar de pareja ,de aspecto físico o de trabajo. La televisión tiene la solución para todos los problemas, a veces de forma irreversible; por ejemplo, una cirugía estética masiva por la que no te va a conocer ni tu propia madre. Los documentales se dedican al “coaching” y al “glamour” Siguiendo la estela que ya empezó en la temporada pasada, dos grandes temas centran buena parte de los documentales. Por una parte, el “coaching”, el entrenamiento personal, continúa siendo muy popular en los programas de televisión, para intentar mejorar el bienestar de los espectadores. En la lista de estrenos y novedades, los magazines ofrecen trucos de autoayuda, para mejorar la calidad de vida en algunos aspectos, ayudando a adelgazar, embellecerse, comprar o seleccionar una casa en un tiempo récord en las mejores condiciones posibles. Por ejemplo, el programa holandés “50 Manieren Om Je Lief Te Kozen” propone 50 trucos para mejorar las relaciones de pareja y la armonía sexual. Sigue interesando, en documentales, la gente “especial” o especialmente “glamourosa”. Desde la vida de las estrellas, cantantes o actores hasta personajes anónimos, gente muy singular, a los que la television convierte en populares. El canal holandés Yorin difunde “Hoe Voelt Het OM…” permite a los espectadores descubrir como se vive una vida “distinta”: los reportajes narran desde el día a día de un prisionero en una cárcel de Arizona hasta la actividad diaria de una comunidad de “Hare Krishnas” en Ámsterdam. Los géneros se rompen: permeabilidad entre los distintos tipos de programas Temporada tras temporada, la pureza de géneros desaparece. Los neologismos sustituyen a los terminos originales que servían para identificar programas. Nos vamos acostumbrando a las “dramedias”, a los “docutainments” o “docufictions”. Se mezclan rodajes con imágenes generadas por ordenador, testimonios y actuaciones dramáticas, incluso en documentales como el que hace poco difundió TVE “Pompeya: los últimos días” o “Walking with…” que tienen como objetivo narrar audiovisualmente una gran aventura, que a menudo forma parte de la historia o de la memoria colectiva de los espectadores. El drama familiar gana terreno en ficción Madres posesivas, suegras conflictivas, maridos celosos, amantes con mucha iniciativa e hijos intolerantes son ingredientes esenciales de un género que triunfa en casi todos los países: el drama familiar. En esta temporada, los principales países productores de ficción han seguido estrenando programas que centran su éxito en las relaciones intergeneracionales, de parejas y de familia. Los hombres tiernos, débiles y sensibles se mezclan con mujeres de naturaleza fuerte, autoritarias o emprendedoras. Por ejemplo, “Two and a half men”, una serie de la CBS en Estados Unidos, con una audiencia cercana a los 16 millones de espectadores, que ya ha sido renovada para una nueva temporada. Han pasado a segundo plano, las series dramáticas que incluyen héroes, grandes batallas y momentos claves de la historia, centradas en ruinas de ciudades legendarias o en acontecimientos bélicos como la Primera Guerra Mundial, que han estado triunfando en las últimas tres temporadas.