Cuatro..., raspado
-«La audiencia de Cuatro es la esperada en el arranque de la cadena. Estamos satisfechos».
-«Pues si ustedes están satisfechos, nosotros también. Esperamos que sigan así por mucho tiempo».
Este sarcástico diálogo, producido el pasado 14 de noviembre durante la jornada anual de Uteca entre el director general de Sogecable, Carlos Abad, y el secretario general de Telecinco, Mario Rodríguez, ilustra el impacto real de Cuatro en el aún perplejo sector televisivo.
Hoy se cumplen cuatro semanas de emisión de Cuatro. Ha cerrado noviembre con un 5,1 por ciento de «share», idéntico dato al de La 2. En los primeros días de diciembre la cifra se rebaja hasta el 4,2, medio punto menos que la segunda cadena de TVE.
Casi todo para el éxito El operador en abierto de Sogecable arrancó el pasado 7 de noviembre con el informativo de Iñaki Gabilondo por bandera. Más de dos millones y medio de espectadores -13,6 por ciento de «share»- se dieron cita en aquel momento que muchos interpretaron como el despegue meteórico de una cadena que lo tenía casi todo para triunfar desde el primer minuto: no había que resintonizar los televisores, tampoco era preciso modificar las antenas y, por si fuera poco, su singular metamorfosis desde canal de pago a emisora generalista en abierto bendecida por el Gobierno le había procurado una campaña de márketing gratuita e impagable en los principales medios.
Lo dicho. Cuatro lo tenía casi todo salvo una programación de mercado y competitiva con sus rivales. En realidad, la parrilla se sustenta con cuatro programas: «Channel número 4», «Noticias 4», «Noche Hache» y el deportivo «Maracaná 05». Amén de un salpicón de realismo alternativo -docurrealidad lo llaman ellos- que va desde «Chicas en la ciudad» a los más recientes «Mi boda gay» o «Callejeros».
El magazín presentado por García Siñeriz e Izaguirre registra un «share» medio del 5,4 por ciento y desde su estreno ha perdido dos puntos hasta situarse en el 5,2 el pasado viernes.
«Noche Hache» comenzó con un 12,4 por ciento el 7 de noviembre y en su última edición se quedó en un 7,2, aunque todavía por encima del 5,6 obtenido el 17 de noviembre. La cuota media es del 8,8 por ciento. Peor le va al resumen semanal del programa, que se ofrece los viernes. En sus cuatro emisiones muestra una tendencia siempre a la baja (8,1-7,5-5,6 y 4,9 el pasado viernes) y su dato medio es del 6,4.
El resumen de la jornada de Liga «Maracaná 05» se sitúa con un 5,8 por ciento de «share», pese a emitirse en «prime time» y contar con fichajes sonados como Carlos Latre. Cabe recordar que su precedente en Canal +, «El día después», una producción bastante más modesta que la versión actual y que se ofrecía también los lunes, en torno a los ocho de la tarde, cerró la pasada temporada con un punto más de «share» (6,8 por ciento) y un volumen de espectadores similar (812.000) frente a los 898.0000 de la última entrega del programa que presenta Paco González y que ya padeció su primera baja: Michael Robinson.
Atípica telerrealidad Por lo que respecta a la telerrealidad, «Chicas en la ciudad», serie que narra cada sábado en «prime time» la vida en directo de media docena de jóvenes, suma una audiencia media en sus tres primeras entregas del 2,6 por ciento (414.000 espectadores). También es llamativo el caso de «Mi boda gay», espacio incluido en el contenedor «Vidas contadas» y que aplica un barniz de «reality» a la nueva ley sobre el matrimonio homosexual. En sus cuatro entregas -jueves, 20,30 horas- obtiene un 3,4 por ciento de «share» medio (320.000 espectadores). El pasado viernes la cadena repitió «Mi boda gay» en horario infantil -diez de la mañana- y la audiencia fue del 7,8 por ciento, con 156.000 espectadores. Significativo es también lo que ocurre los fines de semana. Con apuestas menores protagonizadas por series y concursos llega a registrar índices de audiencia superiores en el total del día que de lunes a viernes. Vivir para ver.
El informativo de Gabilondo, como «La 2, Noticias» «Noticias Cuatro 2» punta de lanza del canal y principal baza estratégica para crear marca, registra una audiencia media del 6,1 por ciento de «share» y 945.000 espectadores, sólo cuatro décimas más que el atípico noticiario para minorías de La 2 (5,7 y 958.000). En el mismo horario, «Antena 3. Noticias 2» logra 3.303.000 espectadores y un «share» del 24,6. «Telediario 2», de la Primera obtiene 3.051.000 y un 22,5 de «share» medio en lo que va de temporada.
Desde que arrancó, el informativo de Gabilondo ha trazado una curva acusadamente a la baja, pasando del 13,6 por ciento del estreno al 5,0 del pasado viernes. El dato más bajo, el 16 de noviembre: 650.0000 espectadores (3,9), coincidiendo con el partido Eslovaquia-España en Antena 3. Iñaki Gabilondo ha optado por cerrar filas con su equipo de asesores -se reúne cada día a la una de la tarde, totalmente independiente de la Dirección de Informativos- y donde, por si las moscas, nadie saca el tema de la audiencia. Eso sí, Gabilondo ya acusa en privado las servidumbres de la tele y añora la libertad de la radio para, por ejemplo, entrevistar