No habrá retransmisión de la ejecución de un preso
El próximo 16 de mayo Timothy McVeigh será ejecutado mediante una inyección letal en el penal de Terre Haute, estado de Indiana. En 1995 este ciudadano norteamericano atentó contra un edificio federal en Oklahoma City con un resultado de 168 personas muertas y 500 heridos. Numerosos familiares de las víctimas habían solicitado estar presentes en el momento de la ejecución. Debido al gran número de demandas, las autoridades penales norteamericanas dispusieron que la ejecución fuera retransmitida mediante circuito cerrado ante unas 200 personas. Esta situación quería ser aprovechada por una empresa californiana, Entertainment Network, para retransmitir la ejecución en Internet. Esta compañía ya contaba con la negativa de las autoridades penitenciarias, el fiscal General John Ashcroft y una sentencia del juez de distrito de Indiana, John Tinder, que impedía esa retransmisión. Ninguno de los argumentos de Entertainment Network fue válido. Ni la primera enmienda, ni “el mundo tiene derecho a saber” fueron razones para que el juez John Tinder estimara la petición. No es macabro. Es un derecho Y aunque los abogados de la compañía de Internet anunciaron en un principio su intención de apelar, finalmente han decidido no ir al circuito de apelaciones o al Tribunal Supremo. Según el presidente de la compañía, David Marshlack, “no disponemos de suficiente tiempo para argumentar de forma consistente nuestra defensa”. Para Marshlack este caso ha logrado atraer la atención del público sobre lo que supone la libertad de prensa, esto es, la primera enmienda a la constitución norteamericana. “Algunos pensarán que había algo macabro en nuestra petición. Pero yo insisto en que se trata de un derecho y dirigido en contra del secreto de estado” ha dicho Marshlack en un breve comunicado de prensa. Aunque Entertainment Network no podrá cobrar las 360 pesetas a cada internauta que quiera ver la ejecución. Esta polémica coincide justo en el momento en que algunas cadenas de radio y televisión norteamericanas han emitido una serie de grabaciones en las que funcionarios de prisiones describen 23 ejecuciones que se realizaron en el estado de Georgia entre 1983 y 1998. Según el diario El País, la cadena pública de radio WNYC o la de televisión ABC han sido algunas de las emisoras que han publicado estas cintas, denominadas execution tapes, tras el consiguiente aviso: “Recomendamos que todos los menores y aquellos adultos que puedan resultar perturbados por el realismo de esta grabación dejen de sintonizarnos durante la próxima media hora”. En estas grabaciones se puede escuchar al funcionario narrar el proceso de la ejecución. “No hay movimiento ni del condenado ni de los testigos”. También se grabaron las últimas palabras de varios condenados momentos antes de ser sentados en la silla eléctrica.
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