Entrevista

“La telebasura tiene audiencia porque en España hay mucho burro y, sobre todo, mucha burra”

A menudo se dice que “los críticos literarios son escritores frustrados”, ¿hasta qué punto es trasladable este dicho a la TV?

Hasta ninguno. No creo que el máximo afán de los

críticos televisivos sea el de presentar o dirigir

algún día un programa de televisión. Por otra parte, y

en lo que a mí respecta, he trabajado en todos los

medios y, sin duda alguna, el televisivo es el que

menos me interesa, aunque sea en el que más se cobre. Eres uno de los críticos más corrosivos y con menos pelos en la lengua del momento, hasta el punto de que, últimamente, Carlos Boyero a tu lado parece una hermanita de la caridad... ¿Ha molestado a alguien especialmente alguna critica tuya? Por cierto, ¿te has reconciliado ya con Mª Teresa Campos?

La lista de agraviados es larga. Los Morancos

-llamaron a mi casa para decirme que le quería quitar

el pan de la boca a sus hijos (bueno, y sobrinos)-,

José Frade, Javier Sardá y muchos otros, además,

posiblemente, de las planas mayores de Antena 3, Tele

5 y TVE. En cuanto a María Teresa, no creo que tuviera

ningún altercado. Me parece una excelente profesional,

y así lo he recogido en todas mis críticas. Que a

veces ella tenga sus “puntos” es otro asunto. No tengo

nada contra ella y no creo que lo tenga contra mí.

El hecho de trabajar en un periódico que a su vez posee una productora de televisión (El Mundo TV), ¿afecta algo a tu independencia a la hora de escribir una crítica?

No. Ni por activa ni por pasiva. Siempre he escrito lo

que honestamente pensaba. Sí es cierto que en una

ocasión avisé de que la crítica que iba a hacer de un

reportaje no iba a ser positiva y entonces se la

encargaron a alguien más complaciente. Curiosamente,

el autor del reportaje estaba de acuerdo conmigo.

¿Cuál es la última crítica buena que hiciste de un programa?

Aunque parezca lo contrario, he escrito bastantes

críticas positivas. La última, sin embargo, fue muy

reciente y no se publicó. Afortunadamente, porque

después de enviarla me arrepentí de ser tan bueno. Me

reservo el nombre del programa.

Javier Pérez de Silva, director de programas de El Mundo TV, dice que “la telebasura no es más que un invento de la prensa escrita”, ¿qué es para ti la telebasura?

Es evidente que estos programas no nacen ni se

desarrollan en las redacciones de los periódicos o en

el salón de mi casa. Por otro lado, no creo en la

telebasura, pero sí en que hay programas basura, ya

sea porque están mal hechos o, lo que es más

frecuente, porque perpetúan conceptos estúpidos y

superficiales, permitiendo además que cuatro mindundis

se forren. Si estos programas tienen tal audiencia es

por una simple razón. En España hay mucho burro y,

sobre todo, mucha burra. A ver si leemos un poco más.

¿Tienen los programas “basura” tanta audiencia porque son gratis, o también hay basura en la televisión de pago?

No hay programas

basura en la televisión de pago. Lo que sí hay es

programas aburridísimos en algunos casos. Hablando de la televisión de pago, recomiéndanos alguna “joya” de las plataformas digitales

Yo me quedo, claramente, con tres. Odisea, Canal

Historia y, salvo las reposiciones de “Cuéntame” y

otras, Paramount comedy. Me encanta la serie

estadounidense “Ed”.

¿Hay algún reality show que haya conseguido “engancharte”? ¿Prefieres “Hotel Glamour” o “La Isla”?

Jamás me he enganchado con ninguno -cosa que no me

sucedió con los culebrones (“Betty la fea”)-. Eso sí, “La

isla de los famosos“ tiene ingredientes que hacen su

contemplación más soportable. Que los famosillos

sufran es un aliciente.

Eres uno de los muchos “enemigos públicos” de Sardá, aunque al mismo tiempo le has pedido más de una vez en tus críticas que te contrate como tertuliano, ¿qué le dirías si se tomase en serio tu ofrecimiento y te hiciera un oferta?

Yo no me he declarado jamás “enemigo público” de

nadie. Aparte, la petición de trabajo a Sardá fue la

respuesta -espero que elegante- a la burda

manipulación que sufrió una de mis columnas en su

programa. Mi colaboración, lo dejé claro en su día,

consistiría en que, una vez al mes, yo haría un

resumen con lo más abyecto, ñoño y estúpido de su

programa. No me importaba hacer horas extras. Si fuera

así, y sólo así, aceptaría.

¿Y si la oferta viniera de Mª Teresa Campos?

Tampoco me disgustaría

colaborar con Mª Teresa en la tertulia.

Curiosamente, es el único debate digno de tal nombre

en las cadenas generalistas.

¿Qué programa harías tú para destronar a Sardá si te dieran la oportunidad? ¿En qué crees que han fallado todos los que han caído hasta ahora, especialmente el último, Javier Capitán?

Vaya preguntita, pero desde luego daría más

importancia a lo insólito que a lo extravagante;

pondría a la belleza antes que al cutrerío, a la

inteligencia antes que a la zafiedad. Y sería

vitriólico, ácido y absolutamente desmitificador. Los

famosillos se iban a enterar de lo que vale un peine.

Y sin cobrar un duro. Intervendrían en el programa o

para pedirnos que les dejáramos en paz o para ponernos

una denuncia.

El problema general de quienes se enfrentan a Sardá es

que -salvo quizás Pepe Navarro- no saben lo que

quieren ni cómo conseguirlo. Capitán tuvo además el

hándicap de que su cadena no le apoyó, salvo para

hacerle la puñeta.

En alguna ocasión has presumido de tu capacidad profética con los programas. Dices “que te basta con 10 minutos para saber si un programa va a funcionar o hundirse (como ”Xti“) y que los programadores de A3 son incapaces de percibir en meses lo que tú captas en unos minutos”. ¿Qué aceptación crees que va a tener está segunda “Isla de los Famosos”?

Matizo: no presumía; me sorprendía de tener esa

capacidad, por otra parte nada extraordinaria.

Lamentablemente, la segunda parte de “La isla” tendrá

tanto éxito o más que la primera.

¿Qué es lo primero que harías si te nombraran director de una cadena de televisión, por ejemplo, Antena 3?

Cargarme a casi toda la directiva. Hay mucha gente con

sueldos estratosféricos que sólo sirven para cobrar

sus mamandurrias y tienen una habilidad pasmosa para

despreciar las buenas ideas. Son nefastos.

¿En qué anda ahora ocupado el CAPON (Centro Audiovisual para el Ostracismo Nacional?

En aumentar sus presupuestos, contratar una secretaria

estupenda y en que el Cesid no le pinche los

teléfonos.