La telebasura provoca un baño de muerte en la película “Rojo Sangre” de Paul Naschy
Paul Naschy encarna a un actor en horas bajas, que se venga asesinando por doquier a todo tipo de famosillos televisivos, en “Rojo Sangre”, una película gótica, con guión del propio Naschy y dirigida por el joven Christian Molina, que se estrena hoy en España. Naschy explicó hoy, en la rueda de prensa de presentación del filme, que el guión nació como el borrador para una novela escrita “en una noche -dice- en que me debí de fumar una pipa de kif o tomarme un ácido lisérgico. Estaba muy colocado y escribí una historia en la que puse las tripas sobre la mesa, porque hablaba de cosas que había visto y vivido, cosas tan reales como la vida misma”. “Rojo Sangre” narra la historia de Pablo Thevenet, un actor en horas bajas, cuya estrella parece haberse acabado, mientras ve triunfar a famosillos en la tele. Toda esta injusta subversión de los valores le trastorna y empieza a matar a los famosos de pacotilla, haciéndolo con las señas de identidad de sus admirados asesinos como Jack el Destripador y Iván el Terrible. Hasta que, en su camino, se cruza una extraña organización al mando de la cual está el mismísimo diablo, con quien hace un pacto. “Pablo Thevenet es absolutamente necesario porque desarrolla una labor higiénica contra esa cochambre asquerosa, esa subcultura televisiva de famosillos de pacotilla que ganan millones, mientras hay gente muy preparada que está pasando hambre”, explica Nashy. “El Diablo -añadió- está presente en la vida del ser humano y puede reencarnarse en un dictador o en un productor o un director de cine que conocemos, porque el Diablo no tiene mil caras, sino tres mil y todos nosotros, en algún momento de nuestra vida, le habríamos vendido nuestra alma”. “Rojo Sangre” es una producción de la recién creada productora de cine de género Canónico, una empresa con la que Nashy piensa seguir haciendo este tipo de cine, que le ha hecho famoso en España y en el extranjero. De hecho, esta película tendrá, casi con seguridad, distribución internacional, como señala el actor: “Hemos tenido un primer contacto en Estados Unidos muy positivo y no creo que el filme tenga problemas dentro de un mercado internacional amplio”. Naschy ha vuelto a trabajar en España después de haber pasado seis años en Japón rodando películas, series de televisión y documentales. Fue al morir su socio japonés cuando decidió volver a su país, “había estado en algún momento olvidado, pero tuve suerte de volver a tener repercusión”, explica Nashy, quien entiende que “en el cine de género está la industria, pero España no es un país apropiado para el cine de género. Se hizo mucho en los sesenta y en los setenta, pero ahora el cine está lleno de películas elitistas entre comillas”