Telecinco lanza el 3 de enero, martes, su nueva serie “Vientos de agua”
Telecinco estrenará el próximo 3 de enero, martes, su nueva serie “Vientos de agua”. La ficción debutará con la emisión de los dos primeros capítulos, de 22.00 a 01.00 horas, y obligará a Telecinco a trasladar, al menos esa semana, “Los Serrano” al miércoles. La comedia de Antonio Resines y Belén Rueda competirá de nuevo cojn “Aquí no hay quien viva” -que ese día emite un especial seguido de otro sobre “Farmacia de guardia”- y con el nuevo programa de Concha Velasco, “Mi abuelo es el mejor”, cuyo estreno está previsto para el 4 de enero. Esta estrategia de programación permitirá que la nueva serie de Telecinco, dirigida por el cineasta argentino Juan José Campanella (“El hijo de la novia”), pruebe suerte en el hueco que desocupó el pasado 13 de diciembre “Motivos personales” y que la semana pasada ocupó momentáneamente “Los Serrano”, que estrenó nueva temporada con prácticamente el mismo registro que la media de su anterior entrega (5.685.000 telespectadores y 30.8% de share) cuando se emitía en miércoles. Telecinco quiere proteger el arranque de “Vientos de agua” y ha descartado, por ello, lanzarla en miércoles, evitando el enfrentamiento con la todopoderosa “Aquí no hay quien viva” de Antena 3. Su programación en martes, el día menos competido de toda la semana, sin ninguna oferta asentada, permite un estreno más tranquilo. De hecho, los dos primeros capítulos de “Vientos de agua” iban a competir en un principio con reposiciones de cine, tanto en Antena 3 (“La momia”) como en TVE-1 (“Rescate”) en TVE-1, y la serie “Roma” en Cuatro, aunque la cadena pública ha contraprogramado posteriormetne y lanzará el nuevo programa de Concha Velasco, “Mi abuelo es el mejor”, en martes. La idea de Telecinco es que “Vientos de agua” arranque y se mantenga en martes mientras que a “Los Serrano” les tocará volver a enfrentarse a los vecinos de “Aquí no hay quien viva” con su pase a su día tradicional de la temporada pasada, el miércoles. Pero Telecinco no descarta volver a mover ficha en función de la acogida que obtenga la serie de Campanella. Telecinco tiene claro que “Vientos de agua” es una apuesta de calidad, que quiere “mimar”, entre otras razones porque Campanella es un cineasta de culto y porque la ficción es la más cara de la historia de la cadena. En la presentación del primer capítulo de la serie, durante la Seminci de Valladolid a finales de octubre, “Vientos de agua” no sólo entusiasmó a los directivos de Telecinco, sino también a la mayoría de los periodistas allí presentes, por el realismo de la recreación de la Asturias minera de los años 30, un guión emotivo con ligeros toques de humor que recordaban al mejor Campanella, una puesta en escena mucho más cinematográfica que la acostumbrada en series de televisión y una magnífica interpretación de todos los actores, especialmente Ernesto Alterio que utilizaba un perfecto bable. Telecinco lanza la serie en un martes atípico, el de la semana de Reyes, pero tampoco quiere que “Los Serrano” se conviertan en una víctima colateral del enfrentamiento con “Aquí no hay quien viva”. Aunque ningún día es fácil, el miércoles es seguramente el más complicado de todos. El resto de días tiene también ofertas asentadas: “CSI” los lunes, “Gran Hermano” los jueves, “El Comisario” los viernes, “Salsa rosa” los sábados y la nueva temporada de “7 Vidas” los domingos. “Será una bandera de España fuera de España” “Vientos de agua” es una ambiciosa serie sobre la emigración entre España y Argentina. El pasado 29 octubre el Consejero Delegado de Telecinco, Paolo Vasile, elogió la factura de la serie y afirmó que “será una bandera de España fuera de España, ya que Campanella es un autor internacional” y añadió que con proyectos de esta magnitud “pretendemos que la producción española y el nombre de Telecinco salgan de España como garantía de calidad y capacidad de expresar”. Los directivos de la cadena de Fuencarral eludieron dar cifras del presupuesto de “Vientos de agua”, aunque Vasile aseguró que se trata de la serie de ficción más “costosa” y “atrevida” realizada por Telecinco hasta la fecha. La serie narra dos historias en paralelo: la de un joven minero asturiano que en 1934 emigra a Argentina y la de su hijo, un arquitecto argentino que también se ve obligado a emigrar a España en 2001 para mejorar la situación económica de su familia. El reparto de “Vientos de agua” está integrado por Héctor y Ernesto Alterio, quienes curiosamente se enfrentarán a otra de las integrantes de esta familia de actores hispano-argentina, Malenia Alterio (Belén en “Aquí no hay quien viva”). También están El Gran Wyoming, Eduardo Blanco, Pablo Rago, Giulia Michelini, Marta Etura, Angie Cepeda, Claudia Fontán, Valeria Bertucelli, Bárbara Goenaga, Silvia Abascal, Rubén Ochandiano, Pilar Punzano, Manuela Pal, Mariano Bertolini, Joan Dalmau, Iván Hermés, Felipe Vélez, Fernando Soto y Xavi Murua. La serie tiene 13 episodios de 72 minutos de duración cada uno, y el rodaje se ha repartido entre escenarios naturales de Asturias, Buenos Aires y Madrid. En los dos primeros capítulos El primer episodio arranca en la Asturias de 1934. Olaya subsiste económicamente por el trabajo en las minas y la unión que existe entre sus miembros: el matrimonio formado por Tomás y Hortensia, sus seis hijos, su nieto y el abuelo Estaban. De los seis hermanos, José y Andrés son los que están más unidos. José es sensato y precavido; Andrés, gracioso y soñador. Un fatal accidente ocurrido en la mina donde ambos trabajan -provocado por la actitud negligente del capataz- se salda con numerosas muertes, entre ellas la de Andrés, que le pide a su hermano que cumpla su sueño: emigrar a Argentina. Buenos Aires, 2001. En un país azotado por el “corralito”, Ernesto Olaya, arquitecto de 45 años, se encuentra en un callejón sin salida: nadie paga por las obras terminadas ni por los proyectos suspendidos. El segundo episodio comienza en el Buenos Aires de 2001. Ernesto habla con su familia sobre la posibilidad de ir a vivir a España. Cecilia y Tomás son los más entusiasmados, mientras que Alicia manifiesta su intención de quedarse para no dejar a su novio.Con la idea de conseguir fondos para el viaje, Ernesto organiza en su casa una feria americana, cuyas ganancias deposita en el banco. Barco hacia Buenos Aires, 1934. En el barco, Andrés conoce gente que le habla en idiomas desconocidos, entre ellos Juliusz, un judío húngaro de 20 años con el que entabla una buena amistad. También conoce a Laia, una española que llora mirando la fotografía de un hombre y de la que Andrés se quedará prendado.