'Así de claro': TVE fulmina el debate de Buruaga tras solo 3 emisiones
Fugaz regreso de Ernesto Sáenz de Buruaga a TVE. 'Así de claro', el programa de debate político para el horario estelar, ha sido retirado por baja audiencia. Solo tres emisiones ha aguantado el espacio producido por Secuoya, que llegó a la cadena pública no sin apuros (el Consejo de administración de la Corporación no terminaba de darle el visto bueno y, finalmente, lo aprobó).
El programa se estrenó el pasado 25 de mayo en el siempre competitivo prime time del lunes, interesando a un discreto 6.5% del público y menos de un millón de telespectadores (976.000). En su siguiente entrega, el dato cayó a un 5.7% de cuota, siendo del 5.1% en su última emisión de este lunes.
Por ello, 'Así de claro' desaparece ya de la parrilla de La 1, antes incluso de llegar a las 4 emisiones que se habían pactado. El debate político del periodista no solo se veía superado por las ofertas de las principales privadas ('Anclados' en Telecinco, 'Pekín Express' en Antena 3, 'CSI' en Cuatro y 'Refugiados' en laSexta), sino que era la peor franja estrella de toda la semana en la debilitada TVE.
Buruaga, Moreno y el yugo político de TVE
Salvando las distancias, 'Así de claro' ha vivido un recorrido parecido al del show-espectáculo de Moreno, 'La Alfombra Roja Palace'. A la fría acogida por parte de los televidentes, se ha unido la polémica casi por programa. El espacio era Trending Topic en la red pero por comentarios negativos, que lo acusaban de contar con mayoría de tertulianos conservadores.
Precisamente, tampoco ha sido bien vista la retribución de unos 500 euros por noche que estos recibían, una cantidad mucho mayor que la que se maneja en las privadas.
Así con todo, pese a contar con entrevistas a políticos revelación como Pablo Iglesias y Albert Rivera, 'Así de claro' no se ha librado del yugo de una TVE en el punto de mira. Una cadena pública cuyos informativos han caído a sus niveles más bajos de credibilidad e independencia de los últimos años, por muestras de estar alineados con el ideario del partido que gobierna.