La meta son los 35 millones de hispanohablantes en el país más poderoso del mundo que representan un 12 por ciento del total de la población norteamericana. Y las perspectivas demográficas anuncian un aumento. En dos años los hispanos se convertirán en la mayor minoría del país por encima de la población negra. En dinero esto se traduce en 570.000 millones de pesetas, que es la cifra que va a mover el mercado publicitario hispano, un dato nada despreciable si se tiene en cuenta que esta cantidad supone un incremento del 200 por ciento respecto a hace dos años. Y si a ello se le suma que Estados Unidos es un país cuyo gasto en publicidad es ingente, el resultado final es un cúmulo de compañías de televisión latinoamericanas con muchas ganas de establecerse en este país. Por ejemplo la mejicana TV Azteca. El pasado mes de septiembre firmó un acuerdo con el grupo norteamericano Pappas Telecasting, el primer operador de emisoras de TV independientes en EEUU. Pero su entrada en este mercado es, de momento, lenta. De hecho TV Azteca ha confirmado que postergará el lanzamiento de su cadena para el mercado hispanohablante, Azteca América. Otra cadena mexicana, Televisa, también mira a su país vecino. Sobre todo después de que el gobierno declarara ilegal su estrategia de diversificación en su propio territorio. Por eso ha aumentado su participación en un 14 por ciento en Univisión, la cadena que concentra el 70 por ciento de la audiencia hispana en Estados Unidos. Televisa le reporta a esta cadena un 40 por ciento de sus ganancias totales, provenientes en su mayoría de las telenovelas. El gigante de las telecomunicaciones brasileño Globo también se está preparando para hacerse un hueco en el mercado norteamericano, después de fracasar su estrategia con la TV por cable. Para ello ha comercializado su canal Panamérica Sports Networks en otros países. Y por supuesto en Estados Unidos. Seguir extendiéndose Telemundo comparte con Univisión la mayoría de la audiencia hispana en Estados Unidos. Estas dos cadenas no van a quedarse paradas mientras los demás pretenden repartirse esta sabrosa tarta. Por ello han comenzado una serie de compras y alianzas dentro de EEUU. Univisión se ha adelantado a Walt Disney y ha comprado 13 estaciones de TV a USA Networks. Telemundo ha reaccionado y se ha labrado la amistad de Sony Pictures y Sony Music, compañía en la que se encuentra la familia Stefan. Eso significa derechos de emisión de numerosos artistas latinos. De momento el camino está abierto. Y algunas televisiones como Univisión, propietaria de los derechos para los Mundiales de fútbol 2002 en Corea y Japón, pretenden desbancar a eventos de gran audiencia como la Superbowl.