Vasile pide que el Consejo Audiovisual sea para las públicas “porque para las privadas sería censura”
El consejero delegado de Telecinco, Paolo Vasile, pidió ayer en los Cursos de Verano de la Universidad Complutense de El Escorial que el Consejo del Audiovisual que se prevé crear en la futura Ley de la Radio y la Televisión sea sólo para las cadenas públicas, porque “para las privadas sería el principio de la censura”. En contrapartida, propuso que las televisiones generalistas se autorregulen “cuanto antes” mediante un reglamento, para “quitar argumentos” a sus detractores. “No se entendería que una televisión privada tenga un regulador y la radio y la prensa no”, argumentó. Además, en su intervención en el curso sobre “Las nuevas fronteras de la televisión”, Vasile expresó la necesidad imperiosa de que el Gobierno “meta mano” a la situación en la televisión pública. “No era imaginable que se hiciera al final de una legislatura, pero hay que hacerlo en los seis primeros meses de la próxima. Y espero -añadió--, que el Gobierno no haga nada, tampoco en la Ley de Acompañamiento, donde en el último momento nos tiran un par de bombas que no nos dejan ni reaccionar”. A su juicio, “el tiempo de las palabras se ha acabado y hay que hacer propuestas concretas porque peor de cómo estamos (el sector) no podemos estar; ha llegado el momento en el que podemos esperar una mejoría”. En este sentido, denunció que mientras la televisión privada está “hiperregulada”, la pública “no tienen ningún tipo de regulación, de control ni de marco regulatorio”. Por ello, expresó su deseo de que el próximo Gobierno “haga una única norma regulatoria de la televisión, que primero arregle la situación de la pública y luego fije las normas que sirvan para el desarrollo futuro de la televisión”. Así, con el convencimiento de que “el nuevo Gobierno, sea el que sea, meterá mano a la televisión pública”, propuso que se cree “un Consejo del Audiovisual similar al de Cataluña para la televisión pública, que no tienen ningún riesgo añadido de control de tipo político porque ya está controlada por el Gobierno”. En su opinión, este consejo debería controlarla cuota de servicio público y de programación comercial que emiten las cadenas públicas.
Por lo que se refiere a las privadas, considera esencial que se reunan “seriamente” Antena 3, Telecinco, Canal+, las locales y las de pago, con las asociaciones de telespectadores “no integristas”, para hacer un plan de autorregulación.
Propuesta de plan de TV digital Asimismo, Vasile adelantó que Telecinco ha presentado al Ministerio de Ciencia y Tecnología un plan para el desarrollo de la televisión digital terrestre (TDT). “Necesitamos tiempo y, para ello, hemos propuesto crear un panel de hogares y empezar a hacer una programación para ver cómo funciona. No necesitamos una subvención, sino una desfiscalización de la inversión”, puntualizó.
Además, reclaman un “ancho de banda adecuado y tiempo para ver cómo responde la gente a la interactividad”. En cualquier caso, aseguró que los platós de Telecinco ya están digitalizados y permiten la emisión en estéreo y en formato 16/9, propios de la TDT.
Respecto a la temporada recién finalizada, Vasile reconoció que la cadena “ha hecho un buen curso” y apuntó su satisfacción por que “no está previsto nada que haga pensar que vaya a haber un expediente de regulación de empleo en la cadena, porque en los últimos años, a pesar del éxito económico, televisivo y editorial -apuntó--, no hemos perdido el norte ni hemos hecho locuras. Tenemos una plantilla de 1.100 personas más o menos, que es la dimensión de la empresa para hacer lo que estamos haciendo y lo que haremos”.
En este sentido, reconoció que la empresa tampoco ha tenido la salida de bajar el número de empleados para frenar los costes, por lo que tuvo que acudir a otro tipo de operaciones, como el recorte en el gasto de pago por derechos, como ha sido la no renovación con Disney.
“Esperamos que tras está mascletá final de Antena 3 con el cine antes de cambiar la gestión y si, como ha anunciado, también TVE empieza a no aceptar la imposición de un porcentaje del valor de las películas que no corresponden al valor del mercado apuntó--, acabará en tres años el golpe tremendo que supone el coste de los derechos de emisión”.