Vuelve la fiebre de los programas musicales
Telecinco estrenará finales de junio la cuarta edición de “Operación Triunfo”. Un mes antes, a finales de mayo, TVE lanzará “Mira quien baila”, título provisional del concurso de baile con famosos que presentará Anne Igartiburu, también producido por Gestmusic. Como ya adelantó ayer Vertele, este espacio cohabitará en la parrilla de TVE con otro programa musical, de la productora sevillana ZZJ, en el que artistas famosos apadrinarán a niños que estén empezando en el mundo de la canción. Pero aquí no acaba todo. Antena 3 no quiere quedarse atrás en esta fiebre por los programas musicales que amenaza con invadir todas las cadenas de televisión este verano, y ha encargado a la productora Gestmusic un proyecto similar que combinará elementos de “Esos locos bajitos” y “Menudas estrellas”, ya probados con éxito en la cadena de Planeta y también producidos por la filial de Endemol. De esta forma, y si terminan saliendo adelante todos estos programas, este verano tendríamos hasta cuatro prime times dedicados a espacios musicales en las tres cadenas generalistas. Parece que las cadenas de televisión, tras un largo periodo dominado por el binomio ficción-reality, se están atreviendo a apostar de nuevo por formatos de “entretenimiento clásico, blanco o familiar”, un género con grandes componentes de humor y música que reventaba los audímetros en temporadas pasadas, con programas como “Sorpresa, sorpresa”, “¿Qué apostamos?” o “Furor”, pero que han tenido difícil encaje en la TV de los últimos años, dominada por los reality shows, la ficción nacional y el corazón. El declive de los formatos de entretenimiento blanco Los primeros síntomas de desgaste comenzaron a notarse en la temporada 97/98, cuando programas como “Sorpresa, sorpresa” o “Lo que necesitas es amor” dejan de superar por primera vez el 30% de share, pero el declive se hizo más evidente entre 1998 y 2000, con la irrupción de las grandes series nacionales como “Periodistas” y “Compañeros”. La audiencia de los programas de entretenimiento clásico comienza a bajar y fracasan muchos programas nuevos como “Patito feo” o “La casa de tus sueños”, entre otros. Entre 2000 y 2002, la televisión nacional está marcada por la llegada de “Gran Hermano” y “Operación Triunfo”, y con ellos “la revolución de la vida en directo y la participación del público”. El impacto de esta nueva forma de “telerrealidad”, así como el auge de los programas de corazón, consiguen eclipsar, prácticamente en su totalidad, a los espacios de entretenimiento clásico, que desde ese momento, han venido perdiendo fuerza entre la audiencia española hasta quedar prácticamente obsoletos en los últimos años. El entretenimiento en televisión ha ido evolucionando en las últimas temporadas hasta tener como únicas señas de identidad, la realidad en directo y, en menor medida, el corazón. Cualquier programa que ignorase esta tendencia parecía condenado al fracaso o, en el mejor de los casos, a pasar inadvertido en la programación, como les ha ocurrido a algunos intentos que han hecho las cadenas por volver a este tipo de televisión. El relanzamiento en 2002 del formato “Trato Hecho” o el fallido “Supershow” en el verano pasado por parte de Antena 3 son sólo algunos ejemplos. Ahora, con varios proyectos de estas características en marcha –entre los que se incluye también el programa de humor y variedades que presentará Bertín Osborne, los viernes en TVE- parece que las cadenas se hubiesen puesto de acuerdo en dar una nueva oportunidad al entretenimiento tradicional, “guionizado” y apto para todos los públicos, aunque sin renunciar a los realities y las series nacionales. Además, se aprovecha el verano, una temporada que se presta más a la puesta en marcha de formatos ligeros.
La gran pregunta es: ¿estará el público preparado para este cambio? ¿Tiene la audiencia realmente ganas de que vuelvan estos programas, o por el contrario, los espectadores ya no conciben una forma de entretenimiento televisivo que no pase por la telerrealiadd? La respuesta nos la dará Sofres en los próximos meses.