Antonio Lobato debutó este fin de semana como narrador de la Fórmula 1 en Movistar, y lo hizo con la pasión que siempre le ha caracterizado.
Desde el comienzo de la carrera, el periodista casi entró “en trance” y llegó a ponerse en cuclillas sobre su silla mientras explicaba cómo se había iniciado el GP de Australia.
Las imágenes del momento se las pusieron poco después en el especial en plató, y él mismo se ruborizó al verse completamente desatado, explicando que ni tan siquiera es consciente de lo que hace cuando está narrando.