Crítica

'Marbella': Movistar Plus+ y los creadores de 'La Unidad' se apuntan otro tanto con esta serie de mafiosos en la Costa del Sol

Hay series a las que la promoción les viene caída del cielo. El último ejemplo lo encontramos en Marbella, la nueva ficción original de Movistar Plus+, que llega a la plataforma este jueves 2 de mayo, apenas diez días después de que Karim Bouyakhrichan, presunto líder de la Mocro Maffia neerlandesa, se fugara de España por una descoordinación judicial.

Marbella no cuenta la historia de Bouyakhrichan, pero sí la de Yassim (interpretado por el rapero Khalid El Paisano, que debuta aquí como actor), un miembro ficticio de su organización criminal que desembarca en tierras malagueñas para traficar con droga a gran escala. La fuga de Bouyakhrichan da un interés adicional a la historia de Yassim, porque a través del segundo descubrimos la realidad en la que se había movido el primero hasta su infructuosa detención. Esa realidad que lleva años cociéndose al margen de la cara más glamurosa y luminosa de Marbella, la de la jet set y la beautiful people, que próximamente veremos representada en otra serie de televisión, Eva & Nicole (Atresmedia).

La Costa del Sol acoge en la actualidad más de un centenar de bandas criminales que conviven entre coches de lujo, drogas y ajustes de cuentas. De hecho, los periodistas Nacho Carretero y Arturo Lezcano bautizaron Marbella como la “sede global del crimen organizado” en un reportaje que escribieron para El País en 2021. Su publicación pilló a Dani de la Torre y Alberto Marini en las postrimerías de la segunda temporada de La Unidad, y aunque después vendría una tercera entrega (La Unidad: Kabul), ambos ya decidieron por aquel entonces que Marbella sería su siguiente serie.

Una historia de gánsteres en la Costa del Sol

Ahora, tres años después, podemos ver el resultado de su unión con Carretero y Lezcano, en la que repiten la jugada que llevaron a cabo con su anterior producción para Movistar Plus+. Es decir, hacer ficción a partir de una de las realidades más impactantes y desconocidas de nuestro país.

Durante la producción de La Unidad, De la Torre y Marini bebieron de fuentes policiales para contar de la manera más real posible la historia de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional, una de las mejores unidades del mundo a la hora de desarticular células yihadistas. Y para descubrir el lado criminal de Marbella, el dúo creativo se ha apoyado en el trabajo periodístico de Carretero y Lezcano, así como en su propio trabajo de campo hablando con abogados, policías e, incluso, gánsteres de la zona mientras visitaban los rincones más oscuros y ocultos de la ciudad.

De su experiencia previa y su documentación ha salido una serie que se mueve entre la realidad, la crudeza de las historias de mafiosos y ese tono canalla y socarrón que a veces acompaña a las películas del rey del género, Martin Scorsese. De hecho, El lobo de Wall Street se presenta como un claro referente a través del personaje principal de la serie, César (Hugo Silva), un abogado que ha hecho fortuna defendiendo a criminales de segunda fila y que ve en la llegada de Yassim la oportunidad perfecta para subir a la primera división.

Su voz en off, su ruptura de la cuarta pared, su dudosa moralidad y sus didácticas explicaciones mirando a cámara hacen de él una moderada aproximación a Jordan Belfort, así como a su ambición y picaresca, las cuales también llevan a César por un camino mucho más grande y peligroso de lo que podía imaginar. El que recorre en Marbella no es tan colorido, festivo y espectacular como el que transita el personaje principal de El lobo de Wall Street, ya sea por las inevitables diferencias presupuestarias entre ambas producciones como por la voluntad de la serie de Movistar Plus+ de ser una propuesta menos lúdica y más seria.

El equipo de 'La Unidad' se apunta otro tanto con 'Marbella'

La elección de Hugo Silva como protagonista encaja perfectamente con este deseo, pues el madrileño ya ha demostrado en anterior ocasiones que se desenvuelve con naturalidad entre ambos tonos. Sobre sus hombros recae la mayor parte del peso de Marbella, aunque en su historia se cruzan personajes de todo pelaje, desde gánsteres de la vieja hasta policías incorruptibles (Elvira Mínguez), pasando por una novia que prefiere mirar hacia otro lado (Ana Isabelle) y una hijastra (Manuela Calle) que dota a César de cierta humanidad.

Por supuesto, también está Yassim, un personaje enigmático, difícil de pillar, que compensa su falta de carisma con su papel de dinamizador de las tramas, pues las acciones de César, como abogado suyo que es, nacen a partir de las suyas. La dinámica entre ambos es el eje sobre el que giran los seis capítulos de Marbella (50-55 minutos de duración cada uno), que suponen, en su conjunto, un paso natural para el equipo de La Unidad. De hecho, se nota enseguida que son sus creadores, y no otros, los que firman esta propuesta producida por Buendía Estudios Canarias.

Una propuesta que cambia el punto de vista —aquí los protagonistas son los que van contra la ley, no los que velan por ella, por mucho que el protagonista sea un abogado—, pero que mantiene intactas muchas de las señas de identidad de su predecesora, como son su cuidada puesta en escena, su estimable ritmo, su riqueza en los detalles y un guion que se preocupa por llevar al espectador hasta el final a pesar de lo enrevesada que se vuelve, por momentos, la historia que se cuenta.

Todo esto, hecho con solvencia y sin los complejos que, hasta hace no mucho, hubieran lastrado a una serie como Marbella. Complejos inherentes a la ficción española de antaño y que, una vez más, Dani de la Torre y Alberto Marini han desafiado de manera satisfactoria. Y con ellos, también Movistar Plus+, que firma otra de esas series que dan fuerza a su catálogo original.